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LA IRRUPCIÓN DE PAPÁ NOEL EN ESPAÑA | Por Francisco José Chaparro Díaz

LA IRRUPCIÓN DE PAPÁ NOEL EN ESPAÑA | Por Francisco José Chaparro Díaz

Los que pertenecemos a la generación de lo que se ha dado en llamar el “baby boom”, esto es, aquellos nacidos en la España de los años setenta, asistimos con asombro y resignación a la irrupción que ha tenido en las festividades navideñas la figura de Papa Noel, un personaje navideño que en nuestra infancia era un completo desconocido y que con el paso de los años ha ido imponiendo su figura, hasta el punto de rivalizar con los tres Reyes Magos, cuya tradición si está históricamente arraigada en nuestro país y en la mente de los más pequeños de la casa.

En nuestros tiempos, en los que está todo globalizado y mercantilizado, la figura de Papa Noel es una herramienta perfecta para prácticas comerciales y según he podido leer a un experto en marketing, estamos probablemente ante la marca comercial mejor construida de la historia. 

Según explica este experto: ”Papa Noel tiene una imagen reconocida en el mundo entero, unos valores sólidos que se perpetúan cada año y una gran promesa que es seguida por millones de personas….

Tiene una personalidad bien construida, un propósito definido (hacer regalos a los más pequeños en una fecha especial), valores reconocidos (esperanza, ilusión, bondad, generosidad, etc…) y ofrece una experiencia llena de magia….

Tiene un diseño universal, fácil de recordar…

Es una marca que convive fácilmente con otras y les añade valor…”

(Fuente: Uzink).

Con este enorme potencial mercantil a nivel mundial, no es pues de extrañar, su imparable ascenso en la sociología de nuestra sociedad, rivalizando y si se me apura, desnaturalizando a los propios Reyes Magos, que acaparaban la ilusión por los regalos y el aura mágica que los envolvía a ellos y al momento en que llegaban. Es obvio que ni los niños, ni los padres, ni las marcas comerciales, van a dejar escapar el filón de regalar y vender, dos veces en lugar de una, en tan corto periodo de tiempo, por lo que somos algunos sufridos padres los que debemos ingeniárnoslas para mantener viva la tradición en la que nosotros crecimos con la única presencia de los Reyes Magos, cuando lo fácil y a lo que ya han sucumbido otros muchos padres que ya son de una generación posterior, es rendirse a lo fácil y dejarse llevar por el personaje de barriga pronunciada, traje rojo y trineo.

En mi caso personal, siempre les dije a mis hijos, que eso de Santa Claus o Papá Noel, era un invento de los americanos y que aquí se era de los Reyes Magos, manteniendo así su ilusión por la magia y los regalos hasta los últimos días de la Navidad, en la que los magos venían de Oriente.

Lo que yo no sabía entonces, al hacerles tal afirmación, es que por lo visto estaba en lo cierto, pues ahora que he profundizado en su estudio, resulta que ciertamente sí que es un invento americano, tal cual lo conocemos. Os cuento….

Basándome en Wipidedia y otras fuentes de reconocida solvencia, resulta que esta figura hunde sus raíces en el cristianismo occidental y lo conocemos con distintos nombres: Papa Noel, Santa Claus y San Nicolás sobre todo.

Noel, significa “Navidad” en francés y según la tradición cristiana, el personaje histórico en que se inspira fue San Nicolás de Bari. Un obispo en cuyo honor en la Edad Media se hacían regalos a los niños la noche anterior a su festividad, el día 6 de diciembre. Con motivo de la Reforma Protestante, el propio Martín Lutero movió su fecha a la noche del 24 al 25 de diciembre, con la intención de anular la veneración a los Santos, pensando que al incorporarla a la Navidad, se diluiría su tradición dentro de una tradición mayor, tal cual era la propia Navidad, cosa que no ocurrió, pues San Nicolás se mantuvo como el “repartidor” de regalos para niños, que ahora, además, coincidía con la Navidad.

De la tradición medieval inglesa, acudimos a la figura del “Father Christmas”, representado como un anciano de barba blanca, …las piezas del puzle empiezan a encajar…. Y continuamos con las mismas tradiciones medievales, pero esta vez en centro Europa, en países como la actual Bélgica, Paises Bajos, Suiza o Alemania, donde San Nicolás en neerlandés es “SinterKlaas” y se representa también como un anciano de barba blanca… una derivación fonética de esta palabra derivó en el actual Santa Claus.

En los monasterios medievales europeos se representaban obras de teatro en la que se creó y perpetuó la tradición de que San Nicolás cuando regalaba, premiaba a los niños que eran buenos estudiantes y amonestaba a los que no.

Con todo ello, con la fusión del “Father Christmas”, con San Nicolás, con la derivación fonética de “Sinterklaas”, la imagen de señor mayor de barba blanca que reparte regalos en Navidad, se tenían todos los ingredientes para que ya en el siglo XIX, fueran “los americanos” los que, sintetizaran siglos de tradición, para crear el personaje que hoy todos conocemos. Efectivamente, son los ilustradores y escritores americanos, los que entre finales del siglo XIX y principios del XX, van configurando la imagen de Santa Claus, con todos los elementos que conocemos hoy, su aspecto, su origen en Laponia, su transporte en trineo tirado por renos, los personajes tales como los elfos que lo ayudan y acompañan, todo, todo como hoy se conoce y que nace en la edad media europea se adapta en Estados Unidos para fabricar el Papa Noel que desde hace unas décadas se ha instalado también en el colectivo de nuestro país.

La potencia de distribución que tienen desde América, para con sus películas, cuentos y campañas publicitarias (una conocida marca de refresco logró incluso cambiar la indumentaria verde original por el archiconocido rojo actual), hace que sea imposible abstraerse en ningún rincón a la omnipresencia de este personaje y no son pocos, los movimientos que han surgido en distintos países de profundas raíces cristianas, en defensa de sus valores ante la amenaza que supone la irrupción de este “invento de los americanos”. 

Sea como fuere y muy a pesar de las personas de mi generación y de las anteriores, parece que la figura de Papa Noel, tal y como nos lo han vendido, ha venido para quedarse y será cada casa, cada familia, la que deba decidir cómo gestionar con sus hijos, la convivencia entre Santa y los Reyes.


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One thought on “LA IRRUPCIÓN DE PAPÁ NOEL EN ESPAÑA | Por Francisco José Chaparro Díaz

  1. Muy importante esta nota para hacer conciencia de lo que nos muestran nuestros sentidos. Desde qué punto de vista hacemos lo que hacemos? Y lo peor de todo, ni siquiera lo pensamos, reflexionamos. Gracias, gracias José Francisco Chaparro, Dios te bendiga, acompañe y proteja, y le damos gracias a Dios por un nuevo año en su compañía y de su mano…

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