Conoce a Macarena Domaica, autora de “MZUNGU. Mujer blanca extranjera”
Para quién no te conozca, ¿quién es Macarena Domaica Goñi?
En lo profesional, una periodista vitoriana que se ha sentido escritora siempre; no he necesitado tener libros publicados para saber que escribir es mi manera de interpretar la vida. En lo personal, una mujer atenta a lo que le rodea, sensible a las injusticias, que busca la manera de ser útil a la sociedad en la que vive aportando allí donde cree que puede sumar.
¿Cómo nace tu vena escritora?
Con la necesidad de expresar. De niña tenía algunas dificultades para hablar en público y escribir me daba mucha seguridad; era una gran satisfacción para mí ser consciente de que por escrito conseguía decir exactamente lo que pretendía.
¿Cuántos libros has publicados ya?
Dos: Brujas bailando el tango y MZUNGU. Mujer blanca extranjera. Estoy escribiendo el tercero.
¿Qué es lo que más destacarías de MZUNGU. Mujer blanca extranjera?
Que es un libro necesario. Aporta una reflexión sobre la violencia machista y, en general, sobre la desigualdad, que necesitaba compartir y dejar fluir. A través de las protagonistas he querido ofrecer un altavoz para todas esas experiencias de abuso que las mujeres vivimos a diario, con mayor o menor intensidad. La libertad es todavía un reto para las mujeres; más aún para las que no viven en el mundo desarrollado. Este libro recoge verdades como puños que todos y todas podemos reconocer en primera o tercera persona, si nos permitimos una lectura honesta.
¿Y de Brujas bailando el tango?
Que es una historia de amistad y amor que consigue emocionar y se te agarra al corazón. Las protagonistas resultan tan cercanas que llegas a sentir que son parte de tu vida. Esta novela tiene, además, el encanto de haber sido publicada más de veinte años después de haber sido escrita; lo que significa que muestra una forma de vivir completamente analógica que resulta muy nostálgica y reconocible para una generación; y atractiva, por lo diferente que era todo, para los/as lectores/as más jóvenes.
¿Alguna anécdota que puedas contarnos?
Escribiendo MZUNGU, hubo una escena que se escribió sola. Decimos muchas veces que nuestros personajes hacen lo que les da la gana cuando llevan varias decenas de páginas y ya han cogido confianza, ja, ja, ja… Es cierto. Pero a mí no me había pasado nunca entrar en una especie de trance y ser consciente de que estaba escribiendo una escena sin ningún control sobre ella: yo no la había previsto, pero los personajes tomaron control de la acción y me llevaron hacia allí. Es una de las escenas más potentes del libro.
¿Qué opinas del papel del escritor en las redes sociales?
Las redes sociales nos ofrecen una gran oportunidad de visibilizarnos y llegar a muchas personas con nuestros textos y nuestros libros. Pero también es verdad que el acceso libre al escaparate ha aumentado y enriquecido, de forma brutal, la competencia. Además, hay que conocer el medio y las herramientas. No vale con escribir un buen libro, también tienes que saber de marketing digital y echarle mucha cara, ser muy insistente. Es una carga que creo que no debería corresponder a la persona que escribe, pero si no sales a escena nadie podrá verte actuar. Y nadie lo va a hacer por ti si no eres rentable.
¿Qué consejo te gustaría darle como escritora a tu yo de hace unos años?
Que no permita que las circunstancias de la vida arrinconen su teclado. Hubo unos años en los que apenas podía dedicar tiempo a escribir y recuerdo sentir mucha frustración y una nostalgia muy dolorosa. Para quien necesita contar, no poder hacerlo es puro sufrimiento.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
No tengo autores referentes identificados. Ni en literatura, ni en música, ni en cine… Nunca he tenido la necesidad de elegir entre tantos/as autores/as que, sin duda, me habrán inspirado a lo largo de tantos años de lectura. Creo que todo lo que leo me aporta en contenido y en forma: para intentar emularlo o para no caer en lo que como lectora no me gustaría encontrarme. La chispa que enciende mis textos es siempre la vida y aquello que me parece que merece la pena ser contado. Pero sí tengo un libro favorito que ha conseguido emocionarme como ninguno: La metamorfosis, de Kafka.
¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
MZUNGU. Mujer blanca extranjera en cualquier librería (bajo demanda) o plataforma digital de venta de libros. Brujas bailando el tango, solo en Amazon. Ambas en formato papel y electrónico.
ºPara terminar, ¿nos recomiendas algún libro?
A parte de La Metamorfosis, recientemente he disfrutado muchísimo con un libro de un compañero de editorial, Kike Domínguez. Se trata de su primera novela, El viaje de los mojados, que narra el viaje que emprende un grupo de amigos hondureños hacia Estados Unidos, buscando salir de la miseria y el logro de una vida mejor para ellos y sus familias. Otro libro que recomiendo siempre es La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero.
