A través de mi flequillo: 19. Fin de una etapa.
Llega el momento de decir adiós, de cerrar una de las etapas más importantes de mi vida, una etapa en la que he crecido más que nunca, he aprendido del resto, he vivido momentos increíbles y conocido a gente que me llevo conmigo para siempre.
Parece que fue ayer cuando decidí mandar mi vida a la mierda y tener un nuevo comienzo en Irlanda, pero ya han pasado casi 3 años y no puedo estar más agradecida de haber tomado esa decisión.
Jamás pensé que esta aventura tomaría esta importancia en mi vida y que me haría quererme, perdonarme y vivirme.
Aquí he sido yo misma, una Carmen que no existía anteriormente, pero con su misma esencia. He aprendido de mis errores, valorado a la gente que he perdido, pero sobre todo a la que me ha acompañado en el camino desde la distancia y también desde muy cerca.
Valoro a la gente que me ha aceptado tal y como soy y ha sacado un brillo en mí que yo no era capaz de ver.
Siento miedo de volver a casa, de darme cuenta de que ahí han cambiado las cosas, que me he perdido mucho y darme de bruces con realidades para las que no sé si estoy preparada, pero es parte del camino y hay que aceptarlo como venga.
Vuelvo muy enriquecida, de historias que contar, de momentos que revivir, de amigos que se han convertido en familia y sobre todo vengo enriquecida de amor propio, me valoro más que nunca, me acepto y sobre todo me quiero.
Y mientras escribo esto, escucho Como si fueras a morir mañana de Leiva, esa canción que hizo replantearme todo y que me ayudo a tomar la decisión de venir, de hacer las cosas “como si ya no me jugara nada”.
Me encantaría tener una conversación con la Carmen de hace 3 años, esa que quizá, no hizo las cosas como debería, con la que tomo decisiones que le marcarían para siempre, pero para apoyarla, para decirle que todo saldrá bien, que a pesar de todo, ha hecho lo correcto, que confíe en ella misma y que con el tiempo todo pasa.
Del mismo modo, durante este tiempo he actuado pensando en la Carmen del futuro, porque también quiero que esté orgullosa de todo lo que he vivido, de las decisiones que he tomado.
A veces, no hacemos las cosas del mejor modo, pero lo cierto es que nadie nace aprendido, y en ocasiones necesitamos un poco de prueba-error para ver hacia donde seguir. Lo importante es aprender en el camino, no repetir esos errores en un futuro y tratar de ser lo más empáticos posible a la hora de tomar cualquier decisión.
Acabo esto aceptando mi lema de vida más que nunca: “Todo pasa por algo, y lo que no pasa, también es por algo”.
Gracias a todos los que habéis formado parte de este camino, de este momento de mi vida. Con cada uno de vosotros he aprendido muchísimo. En Cork se queda un pedacito de mí y en mí un pedacito de todos vosotros.
Creo que no es necesario que nombre a nadie ya cada uno sabe lo que ha significado para mí en este tiempo.
Gracias también a mí misma, por ese crecimiento personal que he tenido, por ser capaz de tomar decisiones importantes aunque duelan, jamás pensé que llegaría tan lejos. ¡Gracias!
Cosecha del 93. Española del norte, irlandesa del sur. En busca y captura de mi yo perdido. www.instagram.com/carmenarastey93
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