A través de mi flequillo: 16. Edimburgo sola.
¿Viajarías sol@?
Aquí os cuento mi experiencia de cuando me fui sola a Edimburgo-Escocia.
Hasta hace 1 año y medio que es cuando decidí venirme a Irlanda, yo ni siquiera había salido de España, para más información, ni siquiera había cogido un avión… Desde que estoy en Irlanda, han crecido esas ganas de viajar, de conocer mundo, pero el COVID no es que lo haya puesto fácil para ello, aun así, me he visitado casi toda la isla esmeralda y he intentado disfrutar de cada pequeña escapada.
Ahora que ya parece que todo vuelve a la normalidad, yo, solo tengo ganas de salir, de conocer lugares nuevos, no parar de viajar y de disfrutar cada oportunidad que se me ponga delante.
Hace unas semanas, me fui a Edimburgo. No busqué demasiada información, no quería ver que es lo que me esperaba al ir allí. Lo que si hice, fue reservar un par de tours para pasar el sábado y así tener el domingo para disfrutarlo más por mi cuenta.
A veces, nos da apuro hacer las cosas solos, ir al cine solos, salir a comer solos, tomarnos unas cervezas solos, y ya no hablemos de viajar… Podemos pensar que será aburrido, pero nada más lejos de la realidad, ya que viajar solos, no significa que vayas a pasar esos días solos, significa estar abiertos a la aventura, dejarse llevar, conocer gente nueva, gente abierta como la que he conocido yo.
Cuando llegué el sábado, solo me dio tiempo a dejar la maleta en el hostal e ir corriendo al tour. Este era en español. Recorrimos la ciudad, preciosa, con un montón de historia, de drama años atrás. Cada rincón me pareció precioso, me sentí como si estuviese dentro de una película, no paraba de asombrarme con cada edificio por el que pasaba. En ese tour más o menos estábamos unas 15 personas, entre ellas un grupo de 4 chicas de Madrid. Cuando acabamos, cada uno se fue por su lado. Yo, decidí ir a comer, me habían recomendado un sitio especializado en cerdo que, si o si tenía que probar. Me fui para allí, pero no sin antes hacer una parada en un kebab en el que hacían las barritas de chocolate Mars rebozadas como si de un fish & chips se tratara, no podía irme sin probarlo…
De ahí decidí buscar en Google los mejores pubs de Edimburgo y así pasarme a tomar unas cervezas antes del segundo tour que había reservado.
Primero me fui a “Stramash”, pero justo lo acababan de abrir, así que estaba vacío. Aun así, entré, me tomé una cerveza, y disfruté de la música.
Mas tarde, me fui a recorrer callejones en busca de un pub más local, de estos pequeños que no sabes lo que te puedes encontrar dentro. Así llegue a un pub muy pequeñito, ni siquiera me quede con el nombre, me pedí una pinta y me dedique a observar a la gente que había a mi alrededor. Unos chicos de despedida, unas parejas poniéndose al día, un grupo bebiéndose hasta el agua de los floreros… fue una situación interesante a la vez que extraña.
Llegó la hora del segundo tour, esta vez sobre brujas, la peste, asesinos en serie, presencias paranormales… a pesar de que no fue como yo esperaba el tour (me imaginé que daría miedo), me gustó bastante más que el de la mañana (el chico que nos guio lo contaba todo de una manera que sabia de lo que hablaba y le ponía el ímpetu a cada cosa que nos decía).
En este tour recorrimos callejones, subimos a un mirador desde el cual se veía toda la ciudad, además coincidió con el atardecer.
Ahí, coincidí con una familia muy agradable, una de las chicas había vivido allí durante un tiempo y ahora se traía a su familia para que visitasen la ciudad, me encantó lo bien que parecían llevarse entre ellos.
Al acabar el tour, ya era hora de cenar, así que, decidí ir a un restaurante que estaba especializado en mi pasión… ¡¡¡¡alitas de pollo!!!! Había una variedad increíble de salsas… ¡Imposible elegir! Al final, me decanté por una de las tantas diferentes salsas barbacoa que tenían y fue un acierto.
Ya empezaba a hacerse tarde, así que decidí volver al pub “Stramash”, ahora sí que había gente. Me fui directa a la barra y me pedí una pinta. Cuando fui a apoyarme en uno de los barriles que utilizaban como mesas, a mi derecha me encontré con el grupo de chicas del tour de la mañana. Me invitaron a juntarme con ellas y por supuesto accedí. Hablamos, cantamos bailamos, bebimos…
y ya llego la hora de ir a dormir. Quedamos al día siguiente para ver juntas otra parte de la ciudad antes de que ellas tuvieran que irse a coger su avión.
Fuimos a desayunar, de seguido a Dean Village, al famoso castillo y a comer antes de despedirnos.
Para comer, decidí probar el famoso y tradicional plato escocés “haggis” que he de decir, que tampoco es para tanto… está bueno, pero no es algo que me volvería a pedir.
Llego el momento de despedirnos, dejando programada una visita por parte de ellas a La Rioja para las fiestas de San Mateo en septiembre. ¡Ahí os espero!
Una vez ellas se fueron, yo me quedé sola, así que decidí recorrerme un parque que todavía no me había dado tiempo.
Se puso a llover, pero no me voy a quejar, después del pedazo de fin de semana que había hecho. Aun así, con lluvia, también tuvo su encanto.
Ya solo me quedaban unas horas por disfrutar de la ciudad, así que decidí que me tomaría una pinta, cenaría algo y me iría al hostal a descansar un poco antes de irme de vuelta al aeropuerto. Tenía que coger un autobús a las 3 de la mañana.
Paseando, escuche de fondo música en directo, así que decidí entrar a esa terraza para tomarme la que sería mi última. Me senté frente a la chica que cantaba disfrutando de su música.
A mi derecha había una pareja, detrás de mí un par más, y a mi izquierda, un grupo de chicos con faldas escocesas los cuales parecían estar pasándoselo muy bien.
Pasados unos 10 minutos, uno de los chicos de ese grupo, se acerco a mi mesa, me preguntó si estaba esperando a alguien (parece raro que una persona esté tomando algo sola). Le dije que no, que estaba sola, y me ofreció juntarme con su grupo. Al principio me lo pensé… ¿me iba a juntar yo con un grupo de 8 chicos a los cuales no conocía de nada? Pero luego, me dije, que si había ido sola, era para disfrutar, conocer gente nueva y vivir la aventura, así que dije, ¿Por qué no?
Acabó siendo un grupo increíble, de gente majísima, con la cual me lo pasé mejor imposible. Estuvimos bebiendo, bailando, cenando, bebiendo más…
Para cuando quise darme cuenta, tenía que ir a por mi maleta para coger el bus que daría por terminado mi fin de semana. Así que, aun borracha, me fui a recogerla, me olvidé de hacer el check out, me cogí el bus y llegué al aeropuerto. Unas horas más tarde, llegué a Cork, dormí una hora, y me puse a trabajar.
Acabé cansada, reventada de sueño, pero con un montón de recuerdos y de gente increíble que me acompañó en esta aventura.
Así que, si todavía no lo habéis hecho, sinceramente, os lo recomiendo muchísimo. Echarle ganas y poca vergüenza y disfrutar de lo que un viaje solos os puede ofrecer que no es poco.
Nos leemos en el siguiente post 😊
Carmen Arastey (@carmenarastey93) • Fotos y videos de Instagram
- A través de mi flequillo: 20. Australia so far. - diciembre 25, 2023
- A través de mi flequillo: 19. Fin de una etapa. - mayo 18, 2023
- A través de mi flequillo: 18. Y para ti, ¿Qué es el amor? - marzo 5, 2023