Río de abundancia | Por Juan Manuel Sánchez
Tu cuerpo es un río
que me nutre de abundancia,
tus manos son los juncos
donde bebe el agua,
tu tez, blanca aurora en la nieve,
y tus pechos, pajarillos campestres
que vuelan tiernos
por el cielo alegre,
sus trinos son los más floridos
de todas las primaveras,
mece el viento sus perfumes
con brazos románticos,
¡oh, aroma inolvidable de mi amor!,
está triste la tarde
como triste es el mundo,
y las primeras estrellas
rememoran tus dulzuras,
que ya lejanas —azules sempiternas—
regresan al otoño donde naciste.
JMS