Matando a la filosofía, la poesía es la representación del ser de todas las cosas, y es la respuesta a todo lo que no tiene pregunta | Por Javier López Cazalla
Matando a la filosofía, la poesía es la representación del ser de todas las cosas, y es la respuesta a todo lo que no tiene pregunta.
Por las noches, antes de entrar a casa, me gusta sentarme en el escalón de la calle de mi portal a mirar el cielo. Allí sentado en la muda soledad de la noche puedo ver el mundo reflejado sobre la luna y eso hace sentirme especial porque solo yo puedo verlo. Y a la hora de acostarme en la monótona cama de mi descanso, pienso en la última imagen de la luna hasta llenarme el pecho de inspiraciones, y es entonces cuando escribo a corazón abierto todo lo que siento, proclamándome poeta de las horas más acentuadas de las estrellas, llegando algunas veces a dormir solo cuatro horas antes de que suene el rompesueños que me avisa de que tengo que irme a trabajar, y es que para mí la poesía lo es todo.