Habilidades Blandas | Por María José Llevot
En toda organización sea cual sea su configuración, cuando los sentimientos y la identidad de las personas que intervienen está en juego, se originan situaciones difíciles.
Hay veces que los ánimos de los integrantes de un equipo se exaltan y parece que la situación se descontrola, siendo este, el momento en el cual, el objetivo del líder será encontrar la forma de seguir trabajando juntos y eficazmente.
Y en estos momentos ¿que será necesario poner en marcha? , pues sin lugar a duda la “Inteligencia Emocional”.
Con esto nos referimos a poner en marcha la habilidad de entender lo primero, la problemática que ha suscitado la situación, administraremos en primer lugar nuestras propias emociones de forma que reduzcan el estrés, pues no se trata de vencer ni doblegar, si no de cohesionar, estabilizar y tranquilizar. Es el momento en el que hay que comenzar a comunicar de forma efectiva , empatizar con las personas, superar los desafíos que se vayan presentando a lo largo del camino y empezar a utilizar esas dotes que ponen en marcha la maquinaria de la inteligencia emocional y comenzar a armonizar los conflictos , pues con toda seguridad, poniendo en práctica esta habilidad ayudará a conectar con otras personas, forzará relaciones empáticas, se comunicará de manera afectiva, no hablamos de paternalismos si no de camaradería, resolverá conflictos pero no tratando de imponer si no de convencer y de conseguir que el de enfrente reflexione, y con ello logrará que todo el mundo sea capaz de expresar sus sentimientos.
Siempre es deseable, aprender y hacer que se aprenda a administrar emociones de manera inteligente, nos pone en contacto con lo que hay de humano en las personas, pues cuando se crea una tensión por circunstancias que sobrevienen de imprevisto a cualquier nivel, personal o profesional , no es lo mismo mostrar enfurecimiento que hará que el resto también alcance este estado y haga estallar cualquier situación, a ser capaz de regular el humor y de impedir que se alteren las facultades del razonamiento, además de potenciar la empatía que invite a participar en la realidad que en ese momento se ha producido y que puede ser ajeno al grupo o a la mayoría.
Es por esto, que trabajar con ahínco nuestra inteligencia emocional, nos hará compartir sentimientos, por lo que lograremos entender la actitud de los demás, hacer que esté presente siempre la esperanza llegando a obtener factores esenciales para alcanzar el éxito y la felicidad.
Por lo tanto, intentar construir alrededor un cerco de confianza hará que consigas estabilidad y tranquilidad para todo el que este cerca de ti.
Y si se llega a conseguir que el equipo se divierta junto se mantendrá unido, se fomentará con ello la relación personal, no solo la profesional, y se creara la piña.
Celebrar todos los éxitos y reconocer los méritos de cada participante aumentará el entusiasmo y la participación y si algo sale mal, ayudar al necesitado y que pueda mejorar, que tu presencia sea cercana y tu actitud muy afable, para eso, tu primero te debes de cultivar y sacar siempre al momento, ese discurso que ha de ser distendido, siempre con benevolencia haga que todos reciban lo bueno que se merecen, también la palabra cuenta.
Y la conclusión será, que aprender a administrar todas nuestras emociones de manera inteligente hace ponerse en contacto con lo que hay de humano en otras personas, el ser capaz de regular el humor y de impedir que se alteren las facultades del razonamiento además de la empatía nos invita a participar en una realidad ajena a nosotros mismos, ya que nos hará compartir los sentimientos de otros y la esperanza que siempre ha de estar presente.
Cada día las personas tenemos mas dependencia, aumenta la necesidad de poder seguir al guía es por esto que además de trabajar para intentar que aumenten capacidades, se busca la comprensión y cooperación, que es necesaria para toda actividad y para proporcionar la seguridad precisa, física y sentimental y si lidera, administra sentimientos, emociones, conocimientos y reacciones, habrá logrado que fluyan corrientes de bien estar en la gente y esto se conseguirá siempre que el que marca el camino, el que va siempre en cabeza se preocupe de manera apasionada por trabajar sin descanso esa parte emocional que tiene su inteligencia, convirtiéndose al final en factor fundamental para el buen entendimiento.
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