“MUDOS”, por Anate Rivera
DE LO ILUSORIO
Euclides nos legó la propiedad conmutativa de la multiplicación, la que no se cumple a nivel lingüístico, en el que el orden de los factores sí altera el producto. Tal es el caso de del retruécano. Uno hallado en un libro servirá de ejemplo: “Nos movemos de la ilusión de la certeza a la certeza de la ilusión” (Sam Keen). Importante tener en cuenta la etimología de la palabra “ilusión”, venida del latín “illusio- ionis”, significa engaño ; derivada a su vez del verbo “illudere”(burlarse o mofarse), compuesto del prefiji “in”y el verbo “ludere” (transformada la “n” el “l” por asimilación progresiva). Lúdico y ludópata hunden sus raíces en este término, ambos relacionados con el juego, algo que no es real, y engaña prometiendo recompensas tramposas respectivamente, resultando una manera de huir de la realidad. Cuanto más jóvenes, más ilusos y alejados de la verdad nos encontramos, a causa de la ignorancia que distorsiona o ciega el entendimiento. Vivimos entonces la ilusión de la certeza, convencidos de que las cosas son como las percibimos; sin embargo, esa pretendida certeza no es más que el embuste de lo que creemos estar contemplando, o sea, fenómenos dotados de unas cualidades que les son propias al margen del observador, cuando en realidad todo se vuelve interpretación de un hecho neutro sin sustancia objetiva. Conforme la edad nos va ganando, la experiencia nos ayuda a cultivar una sabiduría vitalicia que nos hace percatarnos de que esa ilusión de la certeza se va tornando certeza de la ilusión. Como concluyera calderón de la barca: “La vida es sueño”. Carece pues de realidad tangible a pesar de que se nos aparezca como sólida. Se va imponiendo la idea de que nada es lo que aparenta, que la realidad última (harina , azúcar y huevos) nada tiene que ver con el resultado final de su amalgama (tarta), sintiéndonos atraídos por la apariencia resultante, no los elementos que la integran. Es aquella la que despierta el deseo de su consumo, en ningún caso los ingredientes por separado. Todo lo experimentado se forja en la mente, a partir de pensamientos, juicios y valoraciones; en ella misma se disuelve la creencia, como escultura de hielo derretida, convertida en charco de agua con la que , de nuevo congelada, esculpir una nueva figura.
INFORMACIÓN DE LA AUTORA ANATE RIVERA
Licenciada en filología francesa y estudiante de psicología por la UNED.
Columnista en el periódico semanal “Viva Chiclana” desde hace 22 años.
Seis obras publicadas ( 1 ensayo,1 libro de cuentos adultos, y 4 novelas).
Obra actual: MUDOS.
Novela distópica que debuta con el enmudecimiento de los profesores y las consecuencias sociales derivadas del incidente. La protagonista es un personaje invisible salida de un libro, al que no podrá regresar hasta 1.300 años después. Nina Guarino será testigo inevitable de los cambios que se irán produciendo en las distintas épocas que ira atravesando.
Es una novela en la que la fantasía se pone al servicio de una realidad improbable pero que invita a la reflexión sobre devenir humano. Responde a la teoría del iceberg literario, es más lo sugerido que lo comunicado. Su tono naif hace que resulte una novela que quería ser cuento, como así resulta su desenlace.
¿Te gustaría conocer las apasionantes historias de escritores modestos, pero no por ello menos buenos?
Únete a nuestro canal de Telegram (es gratis) para ayudarnos a darles voz a esos escritores que necesitan un empujón. Sus vivencias e historias para publicar sus libros, su pelea para hacerse un hueco y su mensaje es igual o mejor que el de cualquier top ventas. Únete a nuestro canal para descubrirlos y apoyarles.