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El empleado invisible | Por María José Llevot

El empleado invisible | Por María José Llevot

Otra cuestión importante de la que no es conveniente que el líder se desentienda es cuando tiene en su grupo un empleado invisible.

¿Y que es un empelado invisible?, pues aquel que a nivel profesional se siente desmotivado ya que su trabajo nunca es reconocido, pasa desapercibido entre el resto de la formación y esto le lleva al final a la desmotivación.

Estas personas, no es que no tengan talento, motivación personal o compromiso si no que por una serie de circunstancias ajenas a él van perdiendo todos estos atributos al no prestarle atención.

¿Y cómo se detecta este empleado desmotivado?, cuando se deja fuera a uno de los componentes del equipo de trabajo al proponer  los objetivos que se deben de alcanzar, este se ve replegado, empieza a cometer errores pues le falta información y  se empezará a notar su falta de productividad y presentará los resultados que se le han encomendado con un nivel inferior al que podría ofrecer  y trabajará lo justo pues solo le preocupará, el poder salir del paso.

Realizará las  tareas que sean estrictamente necesarias y solo  perseguirá el no cometer errores, no buscará soluciones a problemas que se puedan presentar en el trabajo diario, si no que los dejará para que otros los resuelvan.

Le costará un gran esfuerzo el trabajar en equipo pues se siente rechazado, al ser el protagonista habitual de las  chanzas y  múltiples comentarios que no serán agradables  por parte de los demás,  y a esto hay que estar atento, pues  la mayor parte de ellos serán injustificados.

Participará en los proyectos realizados en conjunto, pero de una manera frustrada,  pues siempre tendrá presente que no se siente apoyado y le invadirá el desánimo.

Porque los empleados invisibles, por su manera de ser, estarán siempre abocados a  aparentar que su  perfil  siempre es bajo,  pues se sentirán más cómodos,  y   esto les  va a permitir realizar un trabajo con mucha más libertad dentro de su soledades,  arriesgando siempre el mínimo  para llegar a la meta.

Para qué esto nunca llegue a suceder , el líder deberá hacer un esfuerzo personal y gestionar el talento de todos de igual manera, porque hay una persona que sea un poco más retraída , o su carácter sea serio y no trate de amenizar con sus charletas  al resto, porque su participación dentro del grupo sea de pocas palabras,  esto no quiere decir que su capacidad sea menor que la de los demás, lo que se debe intentar es que se incorporen al grupo y que puedan disfrutar igualmente de esa gestión del talento que el líder realizará para alcanzar el destino que se viene persiguiendo.

Así pues, el que organiza y pide los resultados empleará el mismo esfuerzo en promover el desarrollo personal de todos por un igual, a todos ofrecerá las mismas facilidades para que alcancen la misma motivación , por medio de algunos cambios, la movilidad entre departamentos, la formación, la delegación de tareas, el escuchar sus opciones, apostando con un mismo compromiso, que sea  igual para todos, y  que debe  realizar a través de la comunicación, pues en el fondo los empleados invisibles pueden aportar un gran valor añadido a la empresa, por eso es interesante que se ponga la vista en ellos, pues al apoyarlos y además si se les puede llegar a  promocionar, lo probable será siempre  que sus resultados al final , puedan ser de lo más  óptimos.

Cuando todas estas acciones, para la buena gestión del equipo de trabajo, estén ausentes en la agenda del que guía, será  cuando ocurrirá,  que alguno de los que están trabajando se convierta en invisible para la organización,  porque en su interior se sentirá ignorado y, al tener este sentimiento su motivación caerá en picado y se refugiara en la sombra, y así llegan al final a ser, de manera habitual,  la crítica de los demás.

Si no se pone remedio, estas personas seguro terminaran siendo un lastre, pues no mostraran interés por integrarse, ni por ampliar tareas, limitándose tan solo a ejecutar  estrictamente aquello que se les ha encomendado,  pero que carecerá de toda creatividad, y no aportarán al final ningún beneficio que se pueda destacar.

Por esto la conclusión es, que  una función importante  de las que debe realizar la persona que dirige, es detectar y lograr identificar a estos empleados que quieren ser  invisibles y apoyarse  siempre   en ellos al igual que con el resto, pues aunque no lo parezca siempre proporcionarán cuando se ven apoyados, grandes posibilidades en el trabajo que hacen y alcanzarán grandes éxitos.

Y al final estas personas que se sentían olvidadas y buscaban otro empleo para poder alcanzar un cambio de situación, con las medidas correctas las que hemos revisado, se sentirán arropados, se integrarán en el grupo, dejarán de ser un lastre y así la organización habrá logrado de nuevo el retener el talento.


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