«Fuimos un impulso (sin) sentido», el primer libro de Melanie Rodríguez que está cargado de sentimientos.
¿Qué te inspiró a escribir «Fuimos un impulso (sin) sentido»?
La poesía, desde hace mucho, ha sido mi forma de expresión, más aún cuando se trata de un desahogo. En este caso, surge como producto de una vía de escape al dolor, una forma de soltar todo lo que llevaba dentro. Nunca fue escrito con la intención de acabar siendo un libro, tan solo era un salto al vacío conmigo misma, y acabó teniendo forma.
¿Podrías describir el libro en pocas palabras?
Se basa en la transición de sentimientos experimentados durante las etapas del duelo. Parte de la negación y acaba con el proceso de sanación. Es la expresión emocional del proceso. Esto se acompaña de una consecución de imágenes que dan sentido o paso a los poemas que las continúa.
¿Cómo describirías el proceso de escribir un libro de poesía y prosa?
Partiendo de la base que no fue escrito con la intención de ser un libro, si es cierto que soltar entre la tinta y el folio todo lo que alma guardaba, de alguna forma era un alivio. Más tarde, cuando comenzó a ser proyecto de libro, releer todo lo escrito meses atrás, en cierta medida, conmovía algo en mí.
¿Cómo fue tu proceso de creación para las imágenes que acompañan cada «capítulo» del libro?
Parten de la imagen principal de la portada. En ésta se intenta reflejar la vulnerabilidad con la desnudez, el miedo con la posición agachada y cerrada, el dolor con las heridas del codo y el tobillo y, por último, la apatía con el gesto cabizbajo. Las siguientes imágenes se basan en la misma silueta, en diferentes posiciones, vestimenta y cura de heridas, haciendo con ello alusión al proceso de sanación.
¿Qué te gustaría que los lectores sintieran o aprendieran al leer tu libro?
No me gustaría que aprendan nada, aunque cabe decir que por supuesto, ojalá quienes lo lean vean, de alguna forma, la salida y la cura al dolor con el paso de los días. No obstante, dejando a un lado el aprendizaje, me encantaría que simplemente se ciñan a sentir lo que dentro esconde, a vivir la emoción que se expresa en cada verso, a, aunque sea por unos segundos, vestirse con la piel desnuda que esconden las letras.
¿Cuál es tu poema o verso favorito del libro y por qué?
Cómo proceso de sanación, no podría decantarme por uno en concreto. Por ello, puestos a elegir, diría que:
- “Rómpeme lento”: Refleja de forma exacta la apatía, el desistimiento y el dolor de la etapa.
- “Aunque, cuánto más lejos estoy de ti, más cerca me miro”: Es de mis versos favoritos porque ese es el punto exacto en el que comienza el amor propio.
¿Crees que la música y el deporte tienen alguna influencia en tu escritura?
La música estoy segura de que sí. No concibo la vida sin música. De hecho, los versos fueron escritos con distintas canciones de fondo, más concretamente de piano y violín. Entiendo el arte del sonido como la expresión emocional hecha melodía, somos capaces de modificar el estado de ánimo con tan solo escuchar una canción, y eso es inexplicable.
¿Cuál fue la mayor dificultad que enfrentaste al escribir este libro?
El miedo. Miedo a dar a conocer al mundo una versión que quizá no conocen o no se imaginan: la delicadeza, el romanticismo, la emoción pura escondida detrás de un gesto. Miedo a mostrarle al mundo la faceta que escondo.
¿Hay alguna historia personal detrás de alguno de los poemas en el libro?
Todo el libro está basado en una experiencia personal. De principio a fin.
¿Cómo te sientes al ver tu primer libro publicado?
Resulta difícil plasmar en unas palabras lo que siento al tener en mis manos mi primer libro, es realmente un sueño conseguido. Es una mezcla un tanto explosiva de emociones: ilusión, tranquilidad, realización personal, un poco de miedo como ya he explicado, temor, valentía, coraje… son demasiadas las emociones que se juntan, y es complicado explicarlo.
¿Tienes planes de escribir más libros en el futuro?
Como he dicho varias veces a mi círculo más cercano: “ojalá el fin de una etapa sea el comienzo de algo grande”. Veremos que me depara la vida en este contexto. Pero sí, de tener éxito, si me gustaría publicar más libros.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere comenzar a escribir poesía o prosa?
No creo encontrarme en la posición de dar consejos, más bien soy yo quien debe recibirlos. No obstante, si algo pudiera decir a quien se atreva a meterse al verso, desde mi perspectiva, le diría que no intente hacerlo bonito, ni apetecible, que se limite a vaciarse sobre el folio, tal y como lo siente. A veces, el mundo necesita más sentimiento real y menos fachada. Se tú sobre la tinta, y la poesía llagará sola.
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