“Érase una vez un fin”, nueva obra de Rosa María García Ruiz
Empecemos por lo principal, ¿quién es Rosa María García Ruiz?
Por hacer un resumen de mis 51 años, soy una periodista, exlibrera y en la actualidad concejala de Cultura de Cabanillas del Campo (Guadalajara), amante de la escritura creativa desde las dos orillas: la de alumna y después como coordinadora de talleres infantiles, juveniles y de adultos, que acaba de publicar su primer libro para animar a escribir historias.
¿A qué edad sientes la necesidad de empezar a escribir?
La idea de escribir, para una persona como yo, una lectora apasionada (que compra más de lo que podría leer en una vida) siempre ha rondado por mi cabeza. Durante mi etapa de periodista, ya iba apuntando maneras, cuando el jefe de redacción me pedía más reportajes que noticias. Tenían un aire más literario y parece que gustaban. Ya por aquella época vi un anuncio en un periódico local de un taller de escritura semanal y ese fue el inicio. La vida te va llevando a su antojo muchas veces y es precisamente ahora cuando surge mi primer libro, que no es de ficción, sino de animación a la escritura, porque es algo que realmente me apasiona: tentar a las personas, sea cual sea su edad, a escribir.
Hablemos de Érase una vez un fin. ¿Cómo nace la idea de escribirla?
Nace, como muchas otras cosas, de la pandemia de la COVID-19. Llevábamos diez días encerrados, cargando con nuestros miedos, cuando se me ocurrió publicar en mis redes el inicio de un cuento para que lo continuara quien quisiera. Sorprendentemente hubo una gran participación y el resultado fue un cuento conjunto con mucha magia. Al día siguiente volví a tentarles con otra propuesta, y al siguiente, y al siguiente… Así durante cincuenta días ininterrumpidamente. Cuando puse el punto y final hubo mucha gente que me confesó que tener la menta distraída con esos ejercicios, escribiéndolos, leyendo los de otras personas, les había servido para sobrellevar una situación tan difícil. Con todo ese material decidí autopublicar un ejemplar para cada participante. Pero eso me hizo pensar en que debía ampliar el radio de acción. Y aquí está el libro, que me ha robado muchas horas de sueño, porque dispongo de poco tiempo libre para mí.
¿Qué pretendes conseguir en el lector con su lectura?
Parto de la base de que estamos hechos de historias y las contamos continuamente: lo que nos pasa en el trabajo, lo que nos cuentan, lo que soñamos para un futuro. Si las contamos, ¿por qué no las escribimos? Con lo beneficioso que es escribir. Me encantaría que fuera un libro que se trabajara en los colegios y en los institutos, en las bibliotecas y en los clubes de las librerías. No es un libro para escribir bien un cuento o una novela (para eso hay mucho ya en el mercado, y muy bueno): es un libro para animar a la gente a escribir. A los más pequeños porque tienen una imaginación desbordante y a los más mayores para devolvernos algo de creatividad, que vamos perdiendo a medida que crecemos. He tenido grupos adultos donde hemos experimentado con palabras recortadas de un periódico para formar poemas o microrrelatos y han disfrutado tanto… Creo que la escritura y la oratoria habría que fomentarla más. Pero también es un libro para trabajarlo en solitario: un ejercicio a la semana, por ejemplo, sería perfecto.
¿Eres un escritor ambicioso de los que quiere llegar lejos, o te conformas con escribir lo que quieres y publicar a tu ritmo, con diferencia del éxito que puedas conseguir?
La única ambición que tengo es que el libro llegue al mayor número de manos posibles. Y ahora que ya está en el mercado, pretendo seguir por esa línea publicando alguno más. Una segunda parte de Érase una vez un fin, más especialiazado; y ver publicados mis relatos y microrrelatos en breve, proyecto que ya está en marcha. No aspiro a más ahora mismo.
¿Hay algún consejo que puedas dar a los que ahora están escribiendo algo con la idea de publicarlo algún día?
Claro, que nunca ha sido más fácil tener una lanzadera para publicar para aquellas personas que no tenemos un nombre en el mundo de la literatura. Que escriban mucho y bien, que presenten su manuscrito pulido y corregido hasta la extenuación (como ha sido mi caso, que prácticamente he llegado a aprendérmelo de memoria, por el miedo a que se nos colara alguna errata). Y que disfruten del momento en el que te responden ¡adelante! Pero lo importante es tener mucho escrito: hay quienes lo utilizan para presentar a los innumerables concursos que existen, otros para dejar un recuerdo de su paso por la vida, para hacer una tirada pequeña para amigos y familiares…
¿Cuál ha sido tu experiencia publicando con la Editorial Círculo Rojo?
La verdad es que no tengo más que palabras de agradecimiento, porque desde el primer momento solo he tenido buenísimas opiniones hacia el libro. Ha sido todo muy fácil y me he sentido acompañada en todo momento.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
En el libro hay muchas referencias a autores y a libros; de hechos hay personas que me han dicho que es un libro motivador tanto para escribir como para leer. No concibo una cosa sin la otra; por eso antes de empezar con la primera propuesta hay una lista de cuentos que, en mi opinión, hay que leer una vez en la vida. Creo que poco a poco vamos consiguiendo dar el lugar que se merece al relato breve, que ha estado siempre muy arrinconado. Ana María Matute, Medardo Fraile, Juan José Millás, Emilia Pardo Bazán, Ignacio Aldecoa, Ana María Shua, Bernardo Atxaga, Quim Monzó y los imprescindibles Poe, Chéjov, Saki, Carver… la lista para leer (y aprender de ellos) es interminable. Pero también he querido incluir en el libro autores anónimos que han participado en mis talleres y que han escrito estupendas historias.
¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
En la página de la Editorial Círculo Rojo, en libros.cc y pidiéndolo a través de cualquier librería.
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
Uy, una. Déjame pensar. Me decanto por los Cuentos breves para leer en el bus. Van a disfrutar muchísimo de maravillosas historias cortas.
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