Entrevistamos al escritor Luis López Ruz, autor de la obra “Regates y besos”
¿Cómo te iniciaste en el mundo de la escritura?
Empecé a escribir alrededor de los 13-14, al iniciar mi etapa en el Instituto. Deduzco que, con los cambios de la adolescencia, ¡escuchando las canciones de Tam tam go!, La Guardia, Duncan Dhu… ahí fueron surgiendo mis primeros pinitos con la escritura, básicamente a nivel de canción escrita. Algunos años después, estas composiciones las iba grabando en casa, en cintas de cassete que cantaba en muchas ocasiones con mi vecino (Victor), en tardes mientras escuchábamos a Calamaro, Jarabe de Palo o algo de rap.
¿Qué te inspira a la hora de escribir?
Diría que muchas cosas. No tengo un método o un sistema digamos organizado. No me siento a escribir. Cuando me viene la inspiración, me viene…
Voy tomando anotaciones en libretas varias, tickets de la compra, folletos de publicidad, notas en el móvil, etc. Un poco caótico, pero muy bohemio.
¿Cómo definirías tu estilo literario?
Básicamente, muy personal. Un alto porcentaje de lo que escribo es autobiográfico, aunque pueda maquillarlo un poco. Me gusta mucho hablar de cosas concretas. En una entrevista a Leiva comentó que Sabina le aconsejaba que en las letras no mencionara que está leyendo un libro, sino que dijera el título del libro. Este tipo de referencias son las que empleo mucho. Aparecen infinidad de personas, lugares que conozco, referencias al mundo del deporte y la cultura, que creo que hacen una propuesta original.
¿Qué importancia tiene la poesía en tu obra?
Es donde empecé y donde más me he movido hasta la fecha. Quizá es lo que me sale de forma más natural. Ahora estoy intentando dejarla un poco aparcada por así decirlo, para darle salida a otras ideas. Algunas ideas piden verso y otras, prosa. Ahora llevo rumbo hacia la prosa.
¿Cómo fue el proceso de publicar tu primer libro?
La verdad es que fue más encontrado que buscado. Llevaba unos meses enviando relatos cortos y poemas a concursos que veía por Internet. A raíz de uno de ellos, se pusieron en contacto conmigo, Alberto de Ediciones Oblicuas en Barcelona, que les había gustado mi poemario y que si estaba interesado en publicarlo con ellos. No me lo pensé dos veces. Fue un subidón. Me hizo una ilusión tremenda.
¿Qué te llevó a publicar tus obras con diferentes editoriales?
No es que haya sido premeditado, sino que ha salido así. Cada publicación ha tenido su propia historia. Como tener un amor en cada puerto. Con la editorial que me ha publicado mi obra actual (Ediciones Platero) estoy muy contento a día de hoy. Me han llamado varias veces por teléfono durante el proceso de edición y demás. Están encima, desde el sentido positivo, por si necesitas algo o pueden ayudar.
¿Cómo te sientes al tener tus obras publicadas?
Justo el otro día me preguntaban en una entrevista en la radio si se ganaba dinero con la escritura. Mi respuesta es, al menos en mi caso, que lo que gano son sensaciones. El placer en sí de compartir una charla en la radio hablando de lo que escribo, o la otra noche que estuve en un micro abiertos con otros autores, para mí el premio es ese. Me lo tomo así. Y el ver que estoy creando algo bonito, ya son dos libros, algunos relatos publicados también. Con suerte publicaré más proyectos. Pues la verdad es que estoy muy contento, y noto que hay gente a la que le gusta lo que escribo.
¿Cómo influyó la pérdida de tu padre en tu último poemario?
Realmente no tenía la idea de publicar un nuevo poemario, o al menos, no con tan poco tiempo después del anterior (Ojos Cerrados). Ha pasado un año escaso. Tenía en mente otros proyectos literarios. Pero después de la publicación de Ojos cerrados, y especialmente con el deterioro de salud de mi padre, fueron apareciendo muchos poemas que brotaban con fuerza, como si me quisieran decir algo, estaban pidiendo paso. También he viajado varias veces a Murcia, la tierra de mi padre, en estos últimos meses. Se podría decir que me ha quedado un libro muy murciano. La fotografía de la portada es de una playa muy cercana a donde nació mi padre, hay muchos versos y poemas con referencias a la región y a mi padre, y directamente muchos fueron escritos allí. El libro en sí está dedicado a mi padre.
¿Qué significado tienen los regates y besos en tu último poemario?
Desde niño soy muy aficionado al fútbol, y el regate es la parte que más me gusta, incluso más que el gol en sí. Mis jugadores favoritos siempre han sido los que me gustaba más como regateaban. Incluso yo cuando lo practicaba, la sensación de vértigo que sientes al hacer un regate, es muy bonita, muy especial. La metáfora llevada al plano sentimental sería el darle un beso a la persona que te gusta. Regates y besos, como palabras encajan muy bien. Y a lo largo del poemario aparecen numerosas referencias.
¿Qué mensaje esperas transmitir a tus lectores con tus obras?
Un universo personal y particular en donde tienen cabida muchos ingredientes.
Varios amigos cuando leyeron el primer poemario me dijeron que les había gustado, y que era muy yo… ¡no sé qué frase me hizo más ilusión!
Cuando me llamó Ismael de Ediciones Platero para interesarse por REGATES Y BESOS, les comenté que tenía un estilo muy propio, en el sentido que nombro muchas cosas muy personales, muchas referencias reales, al mundo del fútbol, del deporte en general, de la cultura pop. Se le escapó una sonrisa y me dijo “sí, por eso te llamo.”.
Por ejemplo, estos días se cumple el 13 aniversario del final de la serie Perdidos (LOST), y en Regates y besos hay un poema dedicado a la serie. Y varios guiños a series, películas y demás de los años 80.
¿Tienes algún proyecto literario en mente para el futuro?
Tengo un par de proyectos ya en mente, con algún boceto o esquema. Por un lado, tengo APNEAS que vendría a ser un diario de cosas que sueño, y que estaría relacionado con otros relatos que ya he publicado como “El tiempo es sueño” o “A destiempo”. O un libro que recogiera experiencias y anécdotas de viajes de los últimos años, cuyo título provisional sería Vuelo 1980.
Ahora mismo diría que esos son mis siguientes movimientos.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere iniciarse en la escritura?
Que escriba. Es la frase típica, pero no deja de ser verdad. Que escriba lo que siente, lo que le guste, lo que le mueva. Recuerdo hace unos años, igual 15, hablaba por Internet con Duende Josele, por aquel entonces cantante del grupo El desván del duende. Él ha publicado varios libros. Yo le comenté que también escribía, pero que yo lo hacía a otro nivel (más amateur). Y él me vino a decir que eso es muy relativo. Y me quedé con la respuesta. Hace un par de días, hablando con una compañera, fue esta quien me dijo “yo también escribo… pero a otro nivel”.
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