Entrevistamos a Javier Muñoz, cuya obra “Desaparecido Abel”, ha sido publicada por Círculo Rojo.
“Desaparecido Abel” es tu primera novela de una saga de investigaciones protagonizada por el detective privado Rafael Suero. ¿Qué te inspiró a crear este personaje y qué puedes contarnos sobre su desarrollo a lo largo de la serie?
Me inspiró mi pasión por los thrillers, por las historias donde el espectador o lector se siente investigador, paso a paso. Soy un apasionado de las historias negras, del cine negro de los cincuenta, de ese personaje perdedor que es el detective privado, a veces sin escrúpulos, algo violento pero que en lo profundo tiene un buen corazón. Rafael Suero que es el detective de mis narraciones ha aparecido en mi primer libro y también está protagonizando el segundo que espero terminar y publicar cuanto antes. De alguna forma quiero dar continuidad a este personaje en mis próximas novelas, creo que esta fidelidad hará que el público sea fiel también y acabe identificándose a veces, y odiando otras, pero creo que merecerá la pena que el lector realice este viaje con nosotros.
La historia de “Desaparecido Abel” se sitúa en Málaga y abarca varios lugares, incluyendo Madrid, Sevilla y África. ¿Por qué elegiste estos escenarios y cómo influyen en la trama y en los personajes?
Son lugares mágicos para mí, zonas que conozco muy bien, en las que he vivido gran parte de mi vida, donde he conocido a personajes muy peculiares que me han inspirado para escribir. En estos espacios he conseguido crear un universo muy especial, zonas cotidianas donde ocurren cosas que no son habituales, que no se suelen ver a simple vista, hay que implicarse, hay que perderse en la noche, hay que llamar a puertas oscuras, a zonas secretas que nos permitirán entender y entendernos a nosotros mismos.
La obra parece explorar temas como la culpa, las contradicciones y la sospecha. ¿Qué te llevó a abordar estos temas en tu novela y cómo los desarrollas en la historia?
Esta es una buena pregunta, quizás la respuesta no sea fácil. Lo intentaré. Este libro parte de un guión teatral que escribí durante la pandemia o el guión parte del libro, la verdad ya no lo tengo claro. Pero en esta contradicción tienen mucho que ver el guión teatral. La obra es un thriller de una desaparición, la de Abel, pero en el teatro los personajes deben tener una gran fuerza, una connotación a veces efímera y llega un momento en el que se te olvida como escritor la trama y empiezas a desarrollar cada personaje, buscas la humanización y su perversión. Realmente la contradicción, son personajes poliédricos, gente normal que paga hipotecas y tiene hijos, que cometió un gran error en su juventud que son incapaces de superar. Digo lo del teatro porque en el teatro los diálogos y características del personaje son lo fundamental, al desarrollarse en el aquí y ahora en un espacio de treinta metros cuadrados.
El libro invita a los lectores a interactuar y a formarse sus propias opiniones sobre los personajes y sus acciones. ¿Qué esperas que los lectores saquen de esta experiencia de lectura interactiva?
He dotado en ocasiones a los personajes de esta historia de la posibilidad de atravesar la cuarta pared y comunicarse con el lector. Más bien intentan justificarse, intentan confesarse de alguna forma, como si a través de este hecho consiguieran un perdón imposible. Entiendo que es un detalle original que da mucha fuerza a los monólogos de los personajes que se desarrollan en esta historia negra.
Como autor de guiones teatrales, ¿cómo difiere tu proceso de escritura al crear una novela? ¿Hay aspectos de tu experiencia en las artes escénicas que influyen en tu escritura de novelas?
Indudablemente, como escritor teatral que trabaja a pie de escena, suelo utilizar un método que me gusta mucho, en el que mis guiones los desarrollo en función de las cualidades que va adquiriendo el personaje en función de las que tiene el actor y a partir de ahí hago que el personaje crezca. Lo mejor de escribir novela es que los escenarios son infinitos y eso me da mucha libertad creativa, en el teatro la fuerza principal son los diálogos y esta es una gran diferencia. En la novela puedes profundizar en detalles del personaje que en el teatro no puedes, ya que es muy difícil plasmar en hora y media los pensamientos ocultos de los mismos. Pero concretándote te digo que mi escritura novelesca tiene influencias teatrales, pero creo que es muy bueno ya que al dominar las artes escénicas creo que consigues enriquecer un texto con figuras que normalmente no se utilizan en la escritura, como por ejemplo los monólogos o los largos diálogos. Debo mucho a la interacción con los intérpretes de mis obras de teatro, como director escénico, ellos me hacen crecer cada ensayo, cada actuación y los tengo en mi mente cuando escribo novela, mencionar a mi equipo de actores que es fundamental en todo este proyecto son grandes intérpretes: Alejandro Díaz, Darien Herrera, Elena de Haro, Laura López y Carmen Palacios, entre muchos otros de otros tantos proyectos.
La historia comienza con la desaparición de Abel en una moraga en la playa de la Araña en 1998. ¿Cómo desarrollas el misterio a lo largo de la narrativa y qué desafíos enfrenta la inspectora Remedios Ruiz al reabrir el caso?
Intento imprimir buen ritmo, procuro no aburrir al lector, el argumento va cambiando de ciudades, de personajes evitando regocijarme en las escenas al menos al principio. La inspectora se encuentra con un caso al que la unen experiencias personales del pasado con los otros protagonistas. El ser designada para la investigación pese a estar relacionada con los investigados, es una anomalía que a ella le cuesta superar.
¿Puedes compartir algunos de los aspectos más interesantes o sorprendentes que los lectores pueden esperar encontrar en “Desaparecido Abel” sin revelar demasiado de la trama?
La novela es en sí un viaje en el tiempo, realmente una metáfora de la vida de los personajes cuyas mentes están ancladas en el pasado y también en el futuro. Pierden la noción de la realidad y en ocasiones piensan que están en el pasado aún. Los lectores deberán estar atentos a todos los detalles del libro desde prácticamente la solapa y contraportada para entender lo que parece que ocurre.
“Todo en una combinación hacia el cambio” es una afirmación que mencionas en relación a tu enfoque artístico. ¿Cómo aplicas esta filosofía al proceso de escritura y creación de tus obras literarias?
En el teatro procuro no aburrir, en el teatro se piensa en el público de una forma más directa, en la literatura hay más intermediarios, primero tienes que convencer a la editorial, con lo que hay una diferencia importante. Así, mis obras y mis escritos intento que transmitan ritmo, además procuro que por el simple hecho de definir un personaje aceptemos el cambio, todos cambiamos, nuestro cuerpo cambia, nosotros aprendemos diariamente y ya nos somos los mismos que ayer. Me gusta que el público y el lector se planteen al finalizar las lecturas ¿Quiénes son realmente estos personajes? Creo que esa es la misión de los que escribimos, debemos hacer recapacitar hacer pensar, donde nada es lo que parece. ¿Cuál es la pregunta?
Hablemos un poco sobre tu experiencia como autor publicando con la editorial Círculo Rojo. ¿Qué tal ha sido esa experiencia y cómo ha impactado en tu carrera como escritor?
La verdad que de momento bien, se están cumpliendo todos los plazos marcados. Todavía nos queda ver que aceptación tiene el libro a través de redes sociales y librerías y así plantearnos futuras ediciones del libro si fuera necesario.
Como autor, ¿tienes proyectos futuros en mente o planes para continuar desarrollando la saga de Rafael Suero u otras obras literarias?
Sin duda es un personaje que no tiene fin, que en el fondo su bondad le permite participar en cualquier tipo de investigación. En cuanto a otros proyectos estamos desarrollando un proyecto para unir teatro y literatura. Así promover la lectura, que tanto nos cuesta. De momento vamos a realizar la presentación teatralizada del libro de Abel el 18 de Noviembre en el teatro de la Caja Blanca de Málaga.
¿Qué mensaje o impresión esperas que los lectores se lleven después de leer “Desaparecido Abel” y las futuras entregas de la serie?
Espero que sepan apreciar la fuerza de la obra, la diversidad emocional de los personajes, contradictorios pero humanos, personajes que de alguna forma piden perdón, que quieren ser entendidos. Me gustaría que el lector deseara leer la siguiente obra de la saga de Rafael Suero, “La Proposición”, que estoy escribiendo ahora.
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