Alexis de Brabante, nos cuenta todo sobre “La Antártida de los sentidos y otros relatos indómitos”.
Cómo surgió la inspiración para crear una colección de relatos tan variados y sorprendentes como los que encontramos en “La Antártida de los sentidos y otros relatos indómitos”?
Es el resultado de mucho tiempo acumulando ideas, junto con algo de disciplina, trabajo diario y, evidentemente, el favor de las musas. No puedo quejarme, acudieron cuando las necesité. Aunque, como dice el refrán, “que te coja la inspiración trabajando”.
• Al utilizar un seudónimo, has optado por mantener tu identidad en secreto. ¿Cómo crees que esta elección afecta a la percepción de tus lectores hacia tu obra?
Influye, estoy seguro. Al hacerlo así, elimina de esta percepción cualquier otra consideración ajena a los mismos textos. Quiero, quería, que fueran juzgados por su intrínseca calidad, no por factores distintos, relativos a mi personalidad o fama. El relato es igual de bueno —o de malo—, ya sea yo una joven saxofonista o un maduro político, blanco o negro, ya tenga miles de seguidores o sea un asceta solitario. Y con el anonimato consigo esta “objetividad” del lector.
• En tu biografía, se plantea la pregunta de si eres un autor consagrado, una joven promesa, alguien con relevancia pública o simplemente alguien corriente. ¿Qué te llevó a jugar con la identidad y el misterio en tu presentación como escritor?
No deja de ser una continuación del juego que establezco con los lectores en todos y cada uno de los relatos. En ellos intento sorprenderlos, despistarlos, que no den nada por seguro, que comprueben que las cosas pueden ser muy diferentes de lo que se imaginaban de buen principio. Aquí, el juego es que ellos puedan “adivinarme” como si fuera un relato más, quizás el más difícil.
• La diversidad de géneros en tu colección es notable, desde historias terroríficas hasta relatos eróticos. ¿Cómo abordas la creación de mundos tan diferentes en cada uno de tus cuentos?
Se trata de que el “puzle” que yo propongo en cada relato tenga la ambientación más interesante, más adecuada. Y a veces esto lo consigo con el ritmo de un thriller, a veces con la atmósfera sórdida del terror, a veces mezclando en el relato erotismo e historia o suspense. Cada relato, cada sorpresa, pide algo diferente, y nunca me niego nada ni me acobardo, o al menos eso creo.
• “Relatos indómitos, impúdicos, implacables, aciagos, sublimes, inesperados, canallas…” ¿Cómo seleccionaste estas características para describir tu obra y qué mensaje esperas transmitir a tus lectores con ellas?
Ja, ja, ja, buena pregunta. La verdad es que me sometí a una lluvia de ideascuando buscaba el adjetivo perfecto para el título y me di cuenta de que no existía, de que cada uno de ellos aportaba algo diferente y merecía la pena mencionarlos todos. Desgraciadamente, no cabían todos en la portada y solo pude escoger unos cuantos, de entre los que establecí como primero el de “indómitos”, ya que, si algo tienen estos relatos, es que son completamente fieros, ingobernables, están lejos de cualquier sensación de control o docilidad.
• Cada relato en tu libro parece ser una experiencia única. ¿Cómo abordas el proceso creativo para mantener la frescura y originalidad en cada historia, especialmente considerando su brevedad?
Efectivamente, escribir relatos, cortos o no tan cortos, es una experiencia muy diferente de la de escribir novelas. Tiene unas características propias de concentración del conflicto, perfilado de personajes y trama que le dan un sabor y, como bien dices, “frescura” propios y distintivos, ya que solo lo esencial aparece y se pierde toda la “grasilla” que en muchas novelas rellena páginas y más páginas —de descripciones, distracciones, digresiones, excursos—. Respecto del proceso creativo, no es diferente del de cualquier artista, es natural y forma parte del trabajo del escritor de relatos cuando es tratado con benignidad por las musas. Además, la vida es tan rica en conflictos que basta que no estemos ciegos y que no seamos hipócritas para hallar una fuente inagotable de ideas originales.
• ¿Hay algún relato en particular que consideres tu favorito o que haya sido especialmente desafiante de escribir en “La Antártida de los sentidos y otros relatos indómitos”?
¡Uy! Qué difícil es escoger entre tus hijos un favorito. Por alguna razón, que tampoco tengo clara, cuando alguien me pregunta por un primer relato queleer, suelo escoger Alter ego, ya que inquiere sobre quiénes somos en realidad y hasta dónde estamos dispuestos a llegar para mantener las máscaras que vestimos para vivir. Pero también en Vuelo a San Franciscopodemos aprender las trampas que nos ponen los dilemas a los que nos vemos sometidos en momentos críticos de nuestra existencia y que a veces parecen capaces de justificar las mayores fechorías humanas. Por solo mencionar dos relatos. Cada lector suele tener unos favoritos muy diferentes porque, en el fondo, se apela a aquello que cada uno no conoce de sí mismo.
• La idea de provocar al lector y desafiarlo a aceptar o rechazar tus sorpresas es fascinante. ¿Cómo buscas involucrar activamente a tus lectores en la experiencia de tu obra?
Basta con una lectura activa, donde el lector no se deje llevar mansamente y vaya especulando sobre cómo va a desarrollarse la acción y qué final va a tener el relato. Solo hay sorpresa si el lector ha sido capaz de adelantarse, de imaginarse el final, y estoy seguro de que mis lectores no aceptarán pasivamente cualquier cosa y estarán pendientes de los personajes y de los giros de la trama, al menos eso deseo.
• ¿Qué papel juegan la sorpresa y la imprevisibilidad en tus relatos? ¿Es una característica que buscas deliberadamente incorporar en tu escritura?
Así es. La vida cotidiana de todos está llena de rutinas, de costumbres, de hábitos, y cuando alguien quiere “escapar” del sopor insoportable de esta vida leyendo, lo último que desea es seguir igual, vivir cada día el día de la marmota. Yo planteo que, para situaciones en que todos nos podemos ver envueltos, existe el mundo de lo imprevisible, de la alternativa vital, del asombro, de lo extraño. Y eso lo cultivo, lo mimo, hasta conseguir que la sorpresa sea mayúscula. Sin lo inesperado solo queda el aburrimiento.
• Finalmente, quisiera saber tu experiencia al publicar con la editorial Círculo Rojo. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos y cómo crees que han contribuido a la presentación y recepción de tu obra?
La verdad es que ha sido muy fácil trabajar con ellos. Todo ha sido muy transparente y la comunicación ha sido fluida. La gran dificultad para los autores noveles como yo es alcanzar una suficiente promoción o distribución de tu libro, en un mercado muy saturado. Pero eso es consecuencia de que el mercado de la edición se ha democratizado. Hace solo veinte años, yo aún estaría buscando editorial, “arrastrándome” servil detrás de editores que,como dioses, se creían con el poder de decidir qué se publicaba y qué no, a quién permitían llamarse escritor y a quién no. Editoriales como Círculo Rojo han llegado para cambiar esto. Afortunadamente.
Sigue toda la información del autor y su obra en su web: http://www.alexisdebrabante.es
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