Reseña de «Acacias de lirio rojo» | Por Susana Santana
Acacias de lirio rojo es una obra que nace desde lo más íntimo y espiritual de su autor, ofreciendo un refugio en el que la poesía se entrelaza con la fe. Los versos de este libro están impregnados de una profunda devoción hacia Dios y una reflexión sobre la vida, el amor y la esperanza. A través de un lenguaje sencillo y sereno, el autor nos guía por un camino de autoconocimiento y conexión con lo divino, mostrándonos cómo fortalecer nuestros lazos con esa parte intangible de nuestro ser.
La obra tiene una clara influencia de poetas como Federico García Lorca y Antonio Machado, quienes también supieron capturar en sus escritos la belleza de lo espiritual. En Acacias de lirio rojo, el autor sigue esa tradición, pero añade su toque personal, logrando que sus poemas no solo se sientan como una oración, sino como un diálogo sincero entre el ser humano y Dios. Es un libro que invita a la introspección, a mirar hacia adentro para encontrar la paz y la serenidad en medio de las preocupaciones cotidianas.
Uno de los aspectos más valiosos de esta obra es su capacidad para transmitir calma y esperanza. Los poemas fluyen con suavidad, y cada verso parece diseñado para infundir al lector una sensación de tranquilidad, de que nunca estamos solos si aprendemos a mirar más allá de lo material. Es un libro para aquellos que buscan respuestas en la espiritualidad y quieren reconectar con su esencia.
Acacias de lirio rojo es una joya para quienes disfrutan de la poesía con un enfoque espiritual, una obra que no solo se lee, sino que se medita, ideal para aquellos momentos en los que necesitamos una palabra de consuelo y paz.
Sinopsis de la obra:
Nacido del lado mas intimo y personal de su autor, este libro brota para acercarnos a la esperanza y el amor con nosotros mismos y con Dios. Con sus versos, nos transporta a una paz sosegada, llena de amor y cariño por la vida terrenal, unida inexorablemente a la vida espiritual. Un viaje en el que, si sabemos dónde mirar, nunca estaremos solos. Un camino en el que, verso a verso, fortalecer los lazos con nuestra parte más intangible y emocional.