¿Los potenciales clásicos de hoy serán los de mañana? El desafío contemporáneo de los nuevos autores y artistas | Por Lucía Rodríguez Hermida
En el panorama de la era digital actual, los autores noveles nos encontramos ante una encrucijada que va más allá de la creación de historias cautivadoras y potenciales clásicos: el sendero hacia la publicación y el reconocimiento.
Si bien la creatividad y la destreza literaria siguen siendo la esencia de la escritura, con el avance tecnológico y, por supuesto, la visibilidad en internet que eso puede o no conllevar, suponen en muchos casos un obstáculo difícil de superar. La excesiva cantidad de contenido que hay en las redes sociales, sumada a los constantes cambios en las preferencias de la audiencia, ha convertido el camino hacia el reconocimiento en un gran desafío: cualquier artista o emprendedor primerizo y con escasos recursos luchará por destacar entre la multitud porque lo cierto es que el hecho de crear una obra maestra no augura el éxito.
Actualmente vivimos en una era frenética en la que cada vez hay menos tolerancia a la paciencia: escuchamos los audios a mayor velocidad, preferimos los vídeos cortos y resumidos… Vivimos en una inmediatez antinatural para el propio humano. Y este es otro de los obstáculos de la publicación y promoción independientes: la presión para producir más y mejor constantemente y que muchas veces no se ve recompensado por la propia sobreabundancia de contenido, el algoritmo de la red social, el rechazo por parte de editoriales… Si sentarse a leer un libro ya puede ser una tarea difícil, puede ser aún más complicado intentar convencer de que algo, por muy poco conocido que sea, vale la pena.
El camino hacia la publicación editorial tampoco es sencillo: en muchos casos, las puertas de las editoriales se abren con mayor facilidad a aquellos que ya han dejado su huella en el mundo literario o en internet. Como estrategia comercial en un mercado saturado el acercamiento a autores o influencers reconocidos supone un terreno más firme que en principio asegura lectores y reducen el riesgo económico de la empresa. Lo mismo sucede con muchos concursos, en los que ganan aquellos con mayor bagaje o reconocimiento, con más edad y en muchas ocasiones más títulos.
Me pregunto con cuántas editoriales podría contar y cuántos concursos habría ganado ya si tuviera 200 mil seguidores en lugar de 200; si tuviera un empleo reconocido o “más interesante” que vender ropa o servir cafés, si a mi nombre le siguiera un “licenciada en” o si simplemente fuera masculino y no femenino.
Porque esto último también es un hecho: aún existe un trato desigual hacia las autoras españolas con respecto a las estadounidenses, por ejemplo. Si vas a cualquier librería, el mayor peso lo siguen teniendo los mismos autores de siempre, que generan muchísimas ventas y siguen llevándose la mayor parte del presupuesto.
En una época en la que la atención está en todas partes e irónicamente es más bien escasa, optar por colaborar con un nombre conocido es un movimiento lógico. Sin embargo, plantea preguntas incómodas pero fundamentales como: ¿se está sacrificando la creatividad, la innovación y la evolución en favor de la familiaridad y lo tradicional? Al publicar, de vez en cuando, a un puñado de noveles en sellos demasiado pequeños dejando que caigan en el olvido a los dos meses (y el autor sin obtener realmente una recompensa por su trabajo). Por supuesto que los clásicos seguirán y deberán seguir siendo clásicos, pero es aquí donde surge otro planteamiento: ¿cuántos potenciales clásicos del mañana podrían dejar su huella si se les diera esa oportunidad hoy?
Nos guste o no la suerte es también una gran parte de todo este proceso, aunque cabe mencionar que entre todos estos inconvenientes existe un pequeño rayo de esperanza: algunas plataformas digitales y blogs literarios especializados, revistas, periódicos y pequeñas editoriales tradicionales que aceptan la novedad y están dispuestos a arriesgar; a desafiar esa corriente principal de artistas reconocidos para dar la bienvenida a nuevas voces.
La lucha por la visibilidad es intensa y los obstáculos pueden parecer más grandes que uno mismo o misma. Me cuesta decir que no por ello hay que dejar de intentarlo, porque sé lo difícil que puede ser. Pero a veces el desafío radica en explorar nuevas vías y comprender que camino hacia el éxito puede adoptar muchas otras formas, y por supuesto depende de lo que signifique el éxito para cada uno.
Al igual que todo el arte, la escritura sigue siendo un acto de valentía, de reivindicación y de expresión y cada libro contribuye al proceso literario, uno que está en constante evolución y los autores emergentes desempeñan un papel crucial al dar forma a ese futuro a través de la literatura y la imaginación.
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