La verdadera salud frente a la verdadera enfermedad.- Inmunoenergética- | Por Emilio Jiménez
Casi todos los profesionales proveedores de la salud y el bienestar de diferentes disciplinas, desde la medicina clásica hasta la naturopatía, terapias holísticas, energéticas e integrativas, trabajan atendiendo y guiándose por diferentes factores como son: los signos, síntomas, síndromes, descripciones anatómicas, estudios de laboratorio, por las imágenes sugestivas de las enfermedades. Es decir, por lo que se ve y también según lo que diga o crea el consultante «paciente» qué es lo que le sucede, y sobre todo por lo que piense, intuya o crea a nivel mental o intelectual el profesional o practicante de la terapia o disciplina en cuestión «debido a lo que crea que tal vez le sucede a la persona que padece el problema, por lo que le hayan enseñado sus maestros o por la experiencia de cada uno de estos profesionales de forma individual».
Para mí esa forma de actuar es incorrecta en la mayoría de los casos.
No es mi intención juzgar ni desprestigiar a ningún terapeuta ni las técnicas que practican, pues hasta en esta disciplina energética que enseño, Inmunoenergética, insisto siempre al alumnado en la necesidad de evitar estos factores que he expuesto.
Lo que sucede es que, para empezar, cada caso es diferente. Cada persona es un mundo. Cada terapeuta es distinto. Cada enfermedad o problema se puede manifestar de formas distintas en diferentes individuos. Diversos elementos dañinos (como son los microorganismos patógenos) pueden expresar manifestaciones similares que confunden y yendo más allá, está el factor de la posible asociación entre diferentes causas que manifiestan cuadros difusos que pueden confundir al profesional o a quien los sufre, pudiendo ser valorados como enfermedades raras o síndromes. Sin contar con que una persona puede tener cualquier patología (por ejemplo) sífilis congénita, que es contraída por bebes nacidos de mujeres que tienen esa infección, lo sepan o no y esta puede estar en etapa oculta (latente) durante 5, 10, 20, 30 años, asintomática sin manifestar la enfermedad o con síntomas leves de ella, pasando desapercibida la enfermedad o confundiendo al profesional al no ver el cuadro más florido de la patología como para ser capaz de buscarla o diagnosticarla eficazmente.
Desde mi punto de vista con esta disciplina inmunoenergética, he comprendido que la información de lo que le sucede de verdad a cada ser humano (ya sea a nivel físico como emocional, energético y hasta espiritual) reside en su interior. En su ADN, membrana celular, en su ser o esencia. No importa tanto en donde resida esa información, lo importante es que… ¡Ahí está! De la misma forma que existen dentro de nosotros células de memoria (llamadas así por la ciencia médica).
Por consiguiente, no es tanto lo que los consultantes, terapeutas o yo mismo creamos a nivel intelectual/mental, qué es lo que les sucede en realidad a las personas que sufren. Es ahí, en el interior de cada una de ellas, donde reside esa verdad. Y entonces -¿qué hay que hacer?- ¡Es obvio! El primer paso es buscar la verdad. El porqué. El origen del problema y como segundo paso, procurar movilizar «frente a la etiología» las energías y mecanismos internos de sanación que todos poseemos por herencia (lo cual es innegable y es una evidencia) como lo es nuestro grandioso sistema inmunitario natural, el cual se compone de una compleja organización de células, tejidos, órganos y estructuras, y que en condiciones normales (sin necesidad de ayudarlo mediante factores externos) está trabajando para sanarnos aunque no seamos conscientes de ello. Aunque desconociéramos su existencia, este sistema inmunitario sanador, estaría haciendo su trabajo.
Me atrevo a decir todo esto porque con la disciplina natural inmunoenergética lo he podido llegar a justificar en mi práctica profesional «les guste o no a algunos, puedan creer o no» mediante demostraciones efectuadas incluso frente a grupos de profesionales de la salud y el bienestar. Dichas demostraciones, mediante las sesiones, justifican de sobra la veracidad de lo que he expuesto y de esta metodología energética, inmunoenergética.
Emilio Jiménez
Descubridor de la técnica: inmunoenergética y el mundo emocional ®
Docente de la técnica inmunoenergética.
Director del centro de inmunoenergética.
Naturópata.
Escritor.
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