Charlamos con el escritor David Guisado, autor de la obra “Iris. Primera novela escrita por una inteligencia artificial”
¿Cuál fue su papel en la creación de “Iris”, la primera novela escrita por una inteligencia artificial?
El 4 de enero a las 6:20, nada más despertar, una idea vino a mi cabeza. Había estado días atrás usando la herramienta ChatGPT, que era capaz de contestar preguntas de manera bastante completa, generar código de programación o inventar chistes con más o menos gracia. Ese día, vinieron a mi cabeza varias preguntas “¿Y si le pido a ChatGPT que me cuente una historia? ¿será capaz? ¿Y si con su respuesta y mínimos ajustes por mi parte publicamos un libro juntos?”. Le lancé una orden, “Escribe los capítulos que tendría un libro para adolescentes sobre una inteligencia artificial que se vuelve vergonzosa”. A esta orden, la herramienta arrojó un primer esqueleto de capítulos. El resto del libro fue formándose con respuestas a preguntas que fui haciéndole acerca de esos capítulos y la historia resultante.
Con todos los textos, tuve la labor de ordenarlos cronológicamente y maquetar el formato que mandar a impresión, portada y el resto del material alrededor de su publicación.
¿Cómo describiría el proceso de colaboración con la inteligencia artificial para crear la obra?
Fue un proceso muy sorprendente para mí. A medida que avanzaba en la historia a través de mis preguntas, aprendí como mejorarlas para que el resultado fuese de mayor calidad. Muchas de las respuestas además me resultaron muy curiosas por reflejar humanidad o deseos de la misma manera que un escritor humano los reflejaría.
¿Qué desafíos enfrentó en la colaboración con una inteligencia artificial en lugar de con otro escritor humano?
El mayor de los desafíos fue entender como preguntar a la herramienta para que no desvirtuase la historia que iba inventando, ya que mi intención era ser lo más aséptico posible.
Otro de los retos enfrentados fue conseguir encajar todos los textos contextuales que la IA arrojaba a mis preguntas, tuve que leer una decena de veces la obra para ir puliendo el orden óptimo para los textos que ChatGPT arrojaba alrededor de la trama de la obra. No imagino lo difícil que debe ser para un escritor/a profesional desarrollar esta labor sobre su propio material, ya que el trabajo debe ser doble.
¿Cómo contribuyó a dar forma a la historia y los personajes de la novela, considerando que fue escrita por una inteligencia artificial?
Como comento en el epílogo del libro, mi intención fue en todo momento ser lo más aséptico posible. Todos los personajes, tramas y escenarios fueron imaginados por ChatGPT en respuesta a preguntas sobre la obra o sobre los propios personajes que iban apareciendo en la obra. En ningún momento le pedí modificar, eliminar o añadir personajes o lugares a la misma. Lo único que quizá se puede considerar intervención, son aquellos casos en los que le pedí aclarar algún diálogo, extenderlo o contextualizar dónde se estaba produciendo.
¿Cuál fue su enfoque para trabajar con la inteligencia artificial en la edición y revisión de la obra?
Durante la edición y revisión de la obra, me apoyé en ChatGPT para pedirle aclarar algunos diálogos que habían tenido lugar en la obra o para pedirle detalles sobre alguno de los escenarios de la obra cuando consideraba que no estaban del todo completos. El resto fue una labor pura de edición.
¿Cuál fue su opinión sobre la calidad del trabajo de la inteligencia artificial en la creación de la novela?
Al analizar la calidad de Iris, es importante tener en cuenta que no podemos evaluarla con los mismos criterios que a un escritor humano. Aunque el resultado presenta ciertas limitaciones, como cierta simplicidad, repetición de palabras o frases y el uso ocasional de clichés, es impresionante el resultado considerando que fue escrita completamente por un modelo generativo de IA en respuesta a preguntas y solicitudes en lenguaje natural. Además, esta es la primera generación accesible para el público general de este tipo de modelos, lo cual hace que el resultado sea aún más sorprendente.
¿Cree que la inteligencia artificial tiene el potencial de revolucionar la industria editorial y la escritura en general?
La inteligencia artificial en general, y los modelos de IAs generativas en particular van a revolucionarlo todo. Es una revolución tan grande la que ponen sobre la mesa herramientas como ChatGPT, que no somos capaces de ver todo lo que van a provocar. La forma en la que consumimos, ordenamos y generamos información va a cambiar completamente en los próximos años, y me atrevería a decir en los próximos meses.
Si nos centramos en la creación literaria siempre contesto lo mismo. Los best seller de 2025 no serán escritos exclusivamente por una IA generativa, pero su escritor/a sí usará IAs generativas en el proceso.
¿Cuáles son sus pensamientos sobre el futuro de la colaboración entre humanos e inteligencias artificiales en la creación de obras literarias?
Igual que la llegada del ordenador facilitó mucho la labor de escritura o la llegada de internet la labor de documentación, las IAs generativas estarán integradas por completo en las herramientas que usemos para la creación literaria y se usarán con total normalidad. En pocos meses podremos pedir a nuestro procesador de texto cosas como “¿Podrías sintetizarme los rasgos de personalidad que muestra Pedro en el texto que estoy escribiendo? ¿Podrías buscar en internet algún personaje histórico que se asemeje a él e imaginar un párrafo en el que lucía se lo cuenta?”. El equipo editorial podría preguntar cosas como “¿Qué colores y motivos podría llevar la portada de este texto teniendo en cuenta los rasgos, ambientación y personajes?”. Con el resultado podrían ir a la herramienta de diseño y pedirle ejemplos para luego trabajar manualmente sobre ellos.
Las IAs generativas se integrarán en cualquier proceso creativo y en solo un par de años estarán tan normalizadas que las usaremos sin darnos cuenta.
¿Cómo espera que “Iris” sea recibida por el público y la comunidad literaria en general?
Espero que la reciban con curiosidad. El ánimo de esta obra no es más que mostrar el estado del arte de las IAs generativas a principios de 2023 y hacer a los lectores partícipes de esta revolución que viene.
¿Cree que la inteligencia artificial puede aportar nuevas perspectivas e ideas a la literatura?
Sin duda. No creo que las IAs deban sustituir a la creatividad, pero seguro que van a complementarla. Todas esas ideas que compartes con amigos o familia, que a veces tardan en salir o que muchas veces generan bloqueos y frustración, podrán compartirse con una IA conectada a todo el contenido de internet y con capacidad para complementar tus reflexiones. Se acabó la soledad de la página en blanco. Pero solo si quieres, nada nos impedirá perseguir a las musas como siempre se ha hecho, o buscar la inspiración en la etiqueta del champú.
¿Tiene algún consejo para otros escritores que estén considerando colaborar con una inteligencia artificial en futuros proyectos?
Que se animen, que experimenten y se atrevan. Seguro que todos ellos usan internet, leen a otros autores o comparten ideas con su entorno más cercano. Este tipo de herramientas no sustituirán eso, lo complementarán.
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