Víctor Delegido publica su obra “Cuentos de lo mágico y lo real”
Para quien no te conozca, ¿quién es Víctor Delegido?
Soy un joven valenciano de 33 años con orígenes manchegos que ha transitado por diversos caminos; estudiando música y saxofón en mi época adolescente, formándome como médico en mi etapa universitaria y embarcándome por las sendas de la literatura en el momento actual.
¿A qué edad empezaste a escribir?
No recuerdo con exactitud cuál fue la edad con la que comencé a escribir. Creo que más importante que la edad con la que se comienza a escribir es la edad con la que se comienza a leer, y esto lo recuerdo bien; Astérix y Obélix, Tintín y Mortadelo y Filemón fueron los que me introdujeron en el mundo de la ficción en la niñez. Cada domingo mi padre me compraba un cómic en un kiosco de la plaza del Ayuntamiento de Burjassot. Ahí empezó esto, pues no concibo la buena escritura sin una base lectora sólida.
Más tarde, en la época adolescente, recuerdo un libro que me descubrió todo un mundo nuevo cuando debía contar con unos trece años; Un viejo que leía novelas de amor, del chileno Luis Sepúlveda. Fue una especie de revelación, mi primer contacto con la literatura latinoamericana. A partir de ahí, comencé a empaparme de esta y las ganas por conocer aquel continente que estaba al otro lado del Atlántico no hicieron nada más que crecer. Pocos años después y para optar a la Ruta Quetzal, escribí un libro titulado Leyendas andinas, tres relatos cortos ambientados en la América precolombina. Por aquella época ya me nacía la escritura y tenía un cuaderno donde transcribía textos y escribía algunas cosas.
Hablemos de tus obras. ¿Cuántos libros has publicado ya?
Hasta la fecha me han publicado tres cuentos como finalista de algunos concursos literarios pero esta es mi primera publicación como tal, mi primer contrato editorial. Llevo poco más de dos años escribiendo de una manera más seria, revisando textos y dedicándole tiempo, participando en algunos concursos e intentado meter cabeza en el mundillo editorial. Esto es mi nacimiento como escritor, el salto a la piscina, mi bautismo. La literatura es una carrera de fondo y apenas estoy buscando un estilo propio, imitando a mis referentes, explorando. Cuentos de lo mágico y lo real es el resultado de esta búsqueda.
¿Qué es lo que más destacarías de Cuentos de lo mágico y lo real?
Es un viaje exploratorio, una inmersión en el vasto mar de la escritura. En estos dos últimos años he escrito relatos bastante diferentes entre sí, yendo desde un realismo mágico más clásico hasta una especie de realismo mágico más distópico, moviéndome por un realismo más sucio, de periferia y de suburbio hasta la crítica social y la narrativa contemporánea. De ahí las dos vertientes de este libro, una más mágica y otra más realista, no solo en el contenido sino también en el estilo; uno más expresivo y recreacionista, otro más sobrio y ligero.
¿Por qué apuestas por el realismo mágico en una época en la que el realismo mágico está pasado de moda?
Pienso que en el arte siempre hay cierta mirada permanente al pasado sin abandonar el presente. Es una especie de dicotomía espaciotemporal, un estar en dos sitios a la vez. Las modas son cambiantes y hay mucho de renacimiento en el arte, más aún en una época de crisis como la que vivimos. No hay temas nuevos en la literatura, desde siempre han sido tres: el amor, la vida y la muerte. No hay más. Lo que sí cambian son las voces y los tiempos, pero los temas vertebrales de la literatura siguen siendo los mismos.
Y respecto al realismo mágico, básicamente es lo que me nace. Y uno tiene que escribir desde el corazón, desde la emoción. Pienso que la máxima expresión de la literatura es la creación de mundos, ambientes y personajes. Y esto al realismo mágico se le da muy bien. También veo que hay un gran nicho por explotar en España en este sentido. A la literatura de aquí le enriquecería una apertura en esta dirección, expandirse y expresarse con fuerza, abandonar cierta sobriedad gris. El castellano tiene una riqueza expresiva brutal y sería bueno para la literatura española que adoptara algunos recursos literarios de ese mundo que se levanta al otro lado del Atlántico y al cual estamos unidos por no pocos lazos culturales e históricos.
La materia prima está ahí, España es variopinta, tiene una historia y unas singularidades únicas. Es el punto de encuentro de tres continentes y la vía de entrada al mar que dio origen a la civilización occidental. Sus gentes son una mezcla abigarrada de culturas y pueblos, tiene mar y bosques, montañas y desierto, llanuras y sol. Cuenta con cinco lenguas oficiales y hay costumbres que se remontan a los tiempos prerromanos. Tiene una riqueza cultural que por su diversidad es única en el mundo en un espacio tan reducido. Solo hay que sentarse a escribir sobre esto.
Hablemos ahora un poco sobre ti. ¿Crees que ahora los escritores lo tenéis más fácil para triunfar gracias a las redes? ¿O que precisamente eso hace que haya más competencia y cueste más diferenciarse?
Creo que las redes sociales son una buena herramienta para darse a conocer y brinda oportunidades a autores nóveles como yo. La posibilidad de publicar el libro con la editorial Autografía me llegó por esta vía. Si no hubiera sido por esto, difícilmente hubiera podido publicar con tanta facilidad. Estoy agradecido en este sentido.
También considero que la irrupción de las redes en el mundo editorial ha ocasionado que las editoriales tradicionales se abran y publiquen cosas que antes eran impensables que pudieran llegar a ser publicadas. Esto es bueno. Ya se ven cambios al respecto y están saliendo a la luz autores jóvenes con voces frescas y estilos nuevos, dejando atrás ese estilo predominantemente gris y parco del que veníamos hablando.
Y respecto a la competencia es verdad que hay cierta explosión de autores en las redes sociales, que por otra parte no quiere decir que sean autores de calidad, es más, posiblemente esto haga que los escritores buenos (si es que están en las redes sociales, muchos de los cuales no lo están) se diluyan entre tanta marea de likes y algoritmos. Pero sinceramente no lo considero una competencia, es un buen síntoma. Escribir requiere de cierto retraimiento, de capacidad reflexiva, de una base cultural mínima. Que cada vez haya más escritores es bueno, más aún en unas sociedades en las cuales la reflexión y el pensamiento crítico son fundamentales para los problemas que deben enfrentan, problemas que son, por su magnitud, cruciales incluso para la propia supervivencia de la especie humana. Ojalá todo el mundo tuviera la capacidad y la determinación de sentarse a escribir, seguro que el mundo sería un lugar mejor.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
Han sido tres: Hemingway, Saramago y García Márquez. Hemingway por su espíritu aventurero y viajero, el escritor de mundo, de acción, el marinero aguerrido y el bebedor insuperable. Saramago por su lucidez y su compromiso social, su estilo parabólico y su vasta cultura, su pensamiento crítico y su humanismo. García Márquez por muchas cosas; su capacidad narradora y su talento inmenso para crear todo un universo macondiano, su estilo refinado, su vocación periodística y su pasión por la literatura, la fascinación que tenía por la vida…
Estos han sido mis autores de cabecera desde siempre, aunque uno anda buscando continuamente nuevas voces y lecturas.
¿Dónde se puede conseguir tu libro?
Hasta el 30 de octubre en la web de la editorial Autografía. También se podrá conseguir próximamente en el catálogo on-line de FNAC, el Corte Inglés y la Casa del Libro. Tengo pensado publicarlo en formato ebook en mi perfil de Instagram en los próximos meses.
¿Estás trabajando en algún proyecto nuevo?
Estoy trabajando en mi primera novela, una novela corta, un relato histórico ambientado en un monasterio de los Pirineos a finales del siglo XVIII, en el contexto de la Revolución francesa. Estoy apenas empezando, documentándome y armando la trama, dedicándole el escaso tiempo que el trabajo me permite.
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
Recomiendo leer. No existen personas a las que no les guste leer, esto es una falacia. Existen personas que no han descubierto que aquello que les interesa está en los libros. Todo el mundo tiene inquietudes y gustos. Y todo el mundo humano, absolutamente todo, está en los libros. Les invito a indagar en ellos.
Recomiendo tres de las lecturas que me han impactado en los últimos meses y que ejemplifican cierta tendencia de cambio y apertura de la que veníamos hablando: Feria, de Ana Iris Simón, un retrato excelente de la idiosincracia manchega, esa tierra con tanto potencial literario; Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, una historia trágico-cómica de un antihéroe narrada con un estilo muy personal y Canto yo y la montaña baila, de la catalana Irene Solà, un relato tierno y mágico ambientado en los Pirineos donde cada elemento (las nubes, las piedras, los payeses, los animales…) tiene su propia voz personal.
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