fbpx

Una charla con la autora de “Julia y otras ideas impares”

Una charla con la autora de “Julia y otras ideas impares”

Naiara, ¿qué te inspiró a escribir ‘Julia y otras ideas impares’? ¿Hubo algún momento decisivo que te llevó a plasmar esta historia en papel?

“Julia y otras ideas impares” no ha sido una obra calculada y pensada. Ni si quiera sabia que la iba a terminar publicando, pues la motivación por la que escribí era utilitaria. Es decir, un medio por el que me desahogaba y ponía nombre a aquellos pensamientos que no quería contar a nadie. Sin embargo, cuando me di cuenta del reparo e inseguridad que me causaba reconocer mi  ingreso psiquiátrico, decidí publicar la historia. Nunca me había considerado una persona ni perjuiciosa ni estereotipada (más bien todo lo contrario), pero cuando me tocó ser  la que tenía que mostrarme con cierta vulnerabilidad es cuando reconocí lo limitantes que pueden ser nuestras propias etiquetas. Decidir publicarla era y es una manera de demostrarme que no tengo nada que esconder ni nada de lo que avergonzarme. Algo así como poner en práctica todo lo que he predicado en contra de los estigmas sociales y ese tipo de cuestiones que, desgraciadamente, siguen estando un poco en la sombra a pesar de su aparente actual visualización. 

Por eso la novela alterna fragmentos ficticios y personales, ya que cuando quise ponerla en manos de una editorial, tenía muchas hojas escritas, pero no había una trama ni un hilo conductor. 

La novela aborda temas complejos y delicados relacionados con la salud mental. ¿Cómo fue el proceso de documentarte y profundizar en estos temas para escribir tu libro?

Esta pregunta me hace gracia. Sin querer, lleve a cabo una excelente investigación de campo. Me convertí en Samantha en su programa de “21 días…”. 

Es cierto, que, gracias a mi carrera de Criminología, tenía nociones básicas y cierto conocimiento sobre  psicología y psiquiatría. Pero, nada en profundidad. También me manejaba, gracias a la lectura, en hábitos que favorecen o no al bienestar de las personas y ese tipo de cuestiones que se engloban en lo que llaman “psicología positiva”. No obstante, la información real respecto a la salud mental, sobre todo esa salud mental más apartada, no la tenía. Ósea, no me refiero a la depresión y ansiedad, que son patologías frecuentes e importantes tal y como demuestro en la obra. Si no, a la salud mental más inusual como la esquizofrenia, el suicidio, conductas autolesivas, paranoia, psicosis … Patologías que consideramos lejana la posibilidad de padecerlas. Por lo general, ni si quiera conocemos los primeros síntomas, o las señales de alerta … Gracias a mi propia experiencia en la unidad de agudos de psiquiatría y el contacto con otros ingresos me permitió cambiar parte de mi visión con respecto a estos temas. Y, bueno, también inspirarme para esta novela. Sin embargo, el verdadero conocimiento (si lo puedo llamar así) me lo aportaron mis dos psiquiatras (Eduardo y Marcos) y las psicólogas que me trataron desde el principio, especialmente Vanesa.

Olivia, la protagonista, ingresa en un centro psiquiátrico debido a indicaciones de la luna. ¿Qué simbolismo tiene la luna en tu historia y qué representa para la protagonista?

Es uno de los elementos principales de la historia. Yo diría que es la clave para entender y reflexionar… En un primer momento, la protagonista, puso en un pedestal a la luna. En cierta medida había sido su luz, su forma, llámalo x lo que le había ayudado a pedir ayuda. Sin embargo, esta posición privilegiada se va desgastando a medida que la protagonista consigue mejorar su estado de salud. Un tanto amor odio ¿no? Significó el camino correcto, pero, al mismo tiempo  lo alejada de la realidad que estaba la protagonista en ese momento. 

¿Cómo ha sido tu experiencia personal con la salud mental y de qué manera influyó en la creación de los personajes y la trama de ‘Julia y otras ideas impares’?

Las primeras experiencias pues un poco lo “típico”, aunque suene mal. Psicoterapia porque tenía algun traumita que me limitaba y cosas así. Pero no era nada grave. Si importante, pero no grave. Eran bajones frecuentes y ansiedad que no sabía gestionar. Siempre pensé que si iba a tener algo psíquico sería depresión, pero no le di importancia  para tratar de manera adecuada estos cuadros. Sin darme cuenta, en mi cabecita se iba fraguando otras ideas de entender el mundo y, finalmente, entre síntomas no atendidos, cuestiones mal gestionadas, desconocimiento personal y otros muchos factores, terminé siendo ingresada por un cuadro “pseudosicótico” que es de lo que trata la historia. 

En tu libro, también exploras los primeros síntomas de patologías como la vigorexia y los trastornos de conducta alimentaria. ¿Qué mensaje esperas transmitir a los lectores sobre estos temas?

Considero que, desgraciadamente, son temas demasiado frecuentes. Y el modo en el que sigue desarrollándose la vida social, parece apuntar a que cada vez serán más repetidos. Todo el mundo de las redes sociales en el que tiene tanto peso la aceptación externa multiplica los riesgos de padecer alguna de estas patologías o similares. En eso no he sido conejillo de indias, por así decirlo. Pero las pinceladas sobre estos temas que intento expresar en “Julia y otras ideas impares” no van más allá de atender sus primeras manifestaciones. Es decir, las primeras conductas que suelen pasar desapercibidas como mirarte al espejo continuamente, tener atracones, cambios en la menstruación sin ningún motivo, necesidad de gustarle a los demás para sentirte bien, … No me gustaría mandar un mensaje extremista, de que cualquier mínima acción similar a las que acabo de describir sea un indicio de TCA, pero sí que debemos cuidar estos detalles, tratar de conocer qué pensamiento hay detrás. Nadie empieza una bulimia vomitando, hay mucho líquido en el vaso hasta que cae la última gota que lo derrama. Y es cuando nos empezamos a preocupar. 

Naiara L. M. posando para Elescritor.es.

Olaya, Paula y Valentina son personajes que ofrecen diferentes perspectivas sobre la protagonista. ¿Podrías hablarnos más sobre cómo construiste estos personajes y qué papel juegan en la historia?

Olaya tiene el papel más importante, después de la protagonista. Ella es su hermana y es un personaje muy interesante ya que muestra cómo una enfermedad o trastorno mental afecta indirectamente a los familiares y seres queridos del paciente. Olaya es un chica con gran fuerza y determinación, pero en este caso, se muestra completamente rota. Expresa el sufrimiento de la impotencia de no poder hacer nada para ayudar, de no haberse dado cuenta antes para frenar a tiempo lo que sea que le pase a su hermana, de moverse en aguas desconocidas y de estar viviendo experiencias que ni había podido imaginar. Personalmente, Olaya me encanta, tal vez por lo parecida que es a mi hermana Yaiza, a la que quiero y admiro cada día. 

Con respecto  a Valentina y Paula, buscaba incluir otras perspectivas y también mostrar cosillas comunes que nos suele pasar a muchas chicas. Como por ejemplo: la presión laboral, la incapacidad de poner límites, la dependencia, la necesidad de control… Son dos chicas que consiguen hacer de la novela una obra cercana y natural. 

¿Qué retos enfrentaste al escribir sobre temas tan íntimos y personales, y cómo los superaste?

Escribir sobre estos temas no fue ningún reto, más bien una ayuda. Si no hubiese escrito habría sido mucho más difícil recuperarme. Deshacerme del peso de mis pensamientos, por muy surrealistas e imaginarios que fueran, depositándolo sobre una hoja en blanco a través de letras, palabras y frases lo considero parte del tratamiento. Escribir me ayudaba a reconocer ciertas emociones y sentimientos, a captar comportamientos contradictorios o inusuales y otras muchas cuestiones. A modo de resumen, escribir cuando estoy perdida, enferma o desgarradamente rota, es mi manera de pedir ayuda. Y, no sabéis el esfuerzo que me cuesta pedirla, a pesar de que sea necesaria. Por eso, esta novela tiene un gran valor sentimental. Escribir “Julia y otras ideas impares” fue la mejor amiga. Nunca fallaba, siempre estaba disponible para que le hablase más y más. Sin juzgar ni aconsejar conseguía encontrar tantas cosas en mi interior, en mi cabeza … Esas cosas que yo no conseguía ni reconocer ni pronunciar. 

Has mencionado que escribir este libro te ayudó a interiorizar ciertas experiencias. ¿Podrías contarnos más sobre cómo la escritura ha sido un aliado para ti en este proceso?

En la línea de lo que he desprendido en preguntas anteriores. Sobre todo, el tema de los juicios de valor con los que mi cabeza me bombardeaba continuamente. De hecho, incluso con el contrato de la editorial ya firmado, estuve a punto de echarme para atrás y no publicar nada. A medida que iba consiguiendo mayor conciencia sobre lo que me había sucedido, crecían mis prejuicios y etiquetas. En verdad, la mayoría de las personas que conocieron por lo que pasé, no mostraron ningún cambio en absoluto. Siguieron relacionándose conmigo de la misma manera que antes, lo cual a veces provocaba falsas interpretaciones del tipo “¿ni si quiera me preguntan sobre esto? ¿no tienen interés en cómo llegué a desarrollar un cuadro semejante? ¿Por qué ni si quiera me preguntan que tal las citas médicas, la medicación …?” 

Pero bueno, todo se pasa y se supera. Como también superas, en mi caso gracias a escribir esta novela, desprenderte de las etiquetas que solo tu mismo te pones. Parece que si estás enferma de x tienes que comportarte, vestir, hablar, relacionarte como nos han hecho creer que se comporta una persona con esa enfermedad. Por eso, sin querer haces cosas que ni te salen porque te sientes encasillada. Te vas limitando porque no es que una persona te rechace sino que eres tu que ya ni te atreves a acercarte a esa persona desconocida porque adelantas el resultado de rechazo. 

Al final, con “Julia y otras ideas impares” me aseguro de concienciarme de que no soy solo una chica que tuvo ideas un tanto alejadas de la realidad. No busco tanto la aceptación sino más bien la autoaceptación. 

¿Cómo fue tu experiencia al mudarte a Salamanca y estudiar Criminología? ¿Hay elementos de tu formación en criminología que se reflejen en tu novela?

La mudanza no me supuso mucho cambio. Salamanca y Zamora son ciudades muy próximas y, además, mi grupo de amigas también se fue a estudiar allí. Lo que si me cambio la forma de pensar en innumerables aspectos, fue la Criminología. Es una carrera que toca derecho, psicología y sociología por lo que te aporta una visión global de cualquier hecho. Te impulsa a diseccionar cada uno de los factores que pueden influir en cualquier comportamiento o circunstancia, te aproxima a la imprevisibilidad de la conducta humana… Bueno, podría estar un largo tiempo hablando de esta materia. 

Y respecto a cómo pudo influir mis conocimientos criminológicos en la redacción de la novela, creo que en los últimos capítulos se hace mas fehaciente. Quizás no tanto la influencia de la Criminología, sino más bien la actitud crítica en algunas de las reflexiones. La criminología crea personas críticas, inconformistas, analíticas … De ahí que “Julia y otras ideas impares” desprenda un discurso un tanto reprochable hacia la sociedad. 

Para finalizar, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo?

Teniendo en cuenta que no estoy capacitada para realizar una comparación de editoriales, puesto que soy escritora nobel, el trabajo de Círculo Rojo con la literatura me parece admirable. No solo ofrece la oportunidad de publicar obras de todo tipo, sino que además, emplea un gran equipo y trabajo, para que todas las obras cuenten con cierto rigor. Creo que he acertado en elegir una editorial de autoedición para esta primera novela, no solo por la libertad con la que conté, sino también por las orientaciones que recibí en cada fase y en cada departamento. 

Un primer contacto con el mundo editorial que ha satisfecho mis expectativas gracias a su paciencia, compromiso y responsabilidad con el escritor. 


¿Te gustaría conocer las apasionantes historias de escritores modestos, pero no por ello menos buenos?

Únete a nuestro canal de Telegram (es gratis) para ayudarnos a darles voz a esos escritores que necesitan un empujón. Sus vivencias e historias para publicar sus libros, su pelea para hacerse un hueco y su mensaje es igual o mejor que el de cualquier top ventas. Únete a nuestro canal para descubrirlos y apoyarles.

https://t.me/elescritor_es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *