Una charla con Ander López de Abechuco, que nos cuenta todo sobre su obra publicada con Círculo Rojo.
- Tu trayectoria en Cruz Roja abarca diversos campos, desde el voluntariado en emergencias hasta la presidencia en Vitoria-Gasteiz. ¿Cómo influyó esta experiencia en tu decisión de escribir “Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas”?
Durante mi voluntariado, en lo que entonces se dominaba: “Grupo de Montaña” de Cruz Roja en Álava, tenía la sensación que podíamos mejorar. Así que me puse a indagar sobre la búsqueda de personas desaparecidas o perdidas; pero en castellano no encontraba nada, así que empecé a estudiar cursos en inglés, leer libros en inglés y ponerme en contacto con autores y grupos internacionales. De todo aquello vi que había cosas que nos servían y otras que había que adaptarlas a nuestra realidad. Así que me pareció interesante darle forma para que se adaptase a nuestras necesidades; cosa que ya había hecho con otros temas para mis compañeras y compañeros de Cruz Roja en temas como la Protección Civil y otros. Le fui dando forma a un material formativo y cuando tuve algo que me parecía podía ser de utilidad a Cruz Roja, se lo entregué. Sin pasar mucho tiempo me empezaron a pedir que le diese difusión por otras asambleas de Cruz Roja. A aquellas charlas, talleres o cursos a veces se sumaba otros cuerpos invitados como bomberos. Y me expresaron su interés en los materiales. Así que finalmente me decidí a trabajar esos materiales para poder ponerlos a disposición del público en general. Cuando lo tuve lo ofrecí a diversas organizaciones, pero finalmente opté por autopublicarlo con Editorial Círculo Rojo. Y concretamente “Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas” es la evolución de los materiales originales a los que les he ido añadiendo y matizando materiales según veía como evolucionaba el mundo de las búsquedas en nuestro país.
- Has colaborado con diversas organizaciones y participado en proyectos innovadores, como la herramienta para la comunicación con personas sordas en situaciones de emergencia. ¿Cómo surgen estas ideas y qué impacto has observado en su implementación?
Esas ideas surgen de hablar con la gente y escuchar los problemas que tienen en ciertas situaciones. Ante eso no puedo evitar el ponerme a pensar y si se me ocurre una idea que igual puede servir, me pongo a trabajarla. Por ejemplo, el material para la comunicación con personas sordas en situaciones de emergencia surgió de una conversación con una persona. Posteriormente me puse en comunicación con varias asociaciones y una mostró interés, ASPASOR, y tuvimos varias charlas donde intercambiamos impresiones y de ahí termino naciendo el material que finalmente vio la luz. Acerca del impacto, por ejemplo, ese material sé que ha sido de utilidad en alguna ocasión, y con eso ya me doy por satisfecho. El poder ayudar a una persona en uno de sus peores momentos de su vida, para mí ya es suficiente.
- Eres especialista en búsqueda de personas perdidas y desaparecidas. ¿Qué te motivó a compartir tus conocimientos a través de un libro y cuál es el objetivo principal que esperas lograr con esta obra?
La búsqueda de una persona perdida o desaparecida es una labor de equipo. Y como cualquier otra cosa, si se quiere hacer bien y sin cometer errores, hay que prepararse adecuadamente. Por ello me decidí a compartir mis conocimientos. Opino que si no se divulga y aprovecha ese saber por el mayor número de personas y/o organizaciones, no tiene mucho sentido el esfuerzo de atesorar ese conocimiento. Cuanta mas gente se preocupe y se prepare adecuadamente ante esta emergencia, las consecuencias negativas de la misma serán menores. Al menos lo que se haga se realizará con una mayor probabilidad de éxito. Luego, es verdad que cada emergencia, y circunstancias que la rodea, es única y nunca se sabe cómo acabara. Pero si partes de una buena base, el resultado es más probable que sea mejor. Por ello me decidí a escribir este libro, para dar difusión a mis conocimientos y que sean accesibles y compresibles para toda persona que lo lea. Y con ello espero que su participación en una búsqueda sea lo más eficaz y sería posible.
Además, una enfermedad me ha afectado negativamente y me ha obligado a reducir mi actividad voluntaria. Y eso también me decidió a realizar la publicación y difundir lo que sé, pese a que ya no pueda hacer lo mismo que antes.
- “Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas” aborda tanto técnicas de búsqueda como la gestión de una búsqueda. ¿Cómo equilibraste la información técnica con una presentación sencilla y amena para el lector?
Todos los materiales formativos que he ido realizando con los años, siempre los he enfocado a que sean comprensibles para cualquier persona. Creo que cualquiera que tenga interés por realizar un voluntariado no tiene que encontrar en el conocimiento una barrera para poder realizarlo. Por ello me he esforzado mucho en hacer que lo que quiero divulgar sea de compresión sencilla y amena. Es cierto que eso hace que no incluya ciertas denominaciones y terminologías, sino que me centro en explicar la acción o herramienta. Las denominaciones, leyes y demás lo dejo para las personas que quieran profundizar, hay buenos materiales para ello. Pero yo busco que cualquier persona que quiera participar en una búsqueda, pueda hacerlo de forma eficaz y tratando de evitar fallos o errores; y para ello creo que la base es un lenguaje sencillo.
Y considero que tanto la persona que busca como la que coordina la búsqueda han de saber que esperar una de otra, y por ello aborto ambos aspectos en el libro. Para que ambas actividades sepan que necesita unos de otros y puedan ayudarse de una forma real y efectiva.
- El libro está dirigido a personas voluntarias o remuneradas que deseen adquirir conocimientos sobre búsquedas de nivel medio-avanzado. ¿Qué aspectos clave crees que deben conocer aquellos que participan en búsquedas de personas desaparecidas?
Primero conocer si la persona que va a participar está en condiciones para hacerlo, tanto física como psicológicamente; y obviamente poseyendo los conocimientos y habilidades necesarias para poder realizarlo de una forma seria y segura. Es importante que todas las personas que participen en una búsqueda hablen el mismo idioma y tengan las mismas referencias, por ejemplo, usen el mismo mapa. Es importante que nunca juzguen a la persona que busquen y traten con confidencialidad todo lo que conozcan durante su actividad. Es muy importante tomarse la búsqueda como una actividad seria y estar muy atentos para buscar pistas e información constantemente. Siempre insisto mucho en que nunca hay que nada por supuesto ni desechar información hasta que tengamos datos comprobados que nos ayuden a tomar decisiones, hay que estar atentos a todo y todos.
No es lo mismo buscar en un bosque, en un entorno urbano o alrededor de un rio, hay que adecuar las técnicas a cada entorno. Además, ante un mismo entorno; no es igual la búsqueda de una persona con demencia, un menor, o alguien accidentado; son perfiles muy distintos que hay que tratar de forma diferente. Y todo ello entremezclado e influenciado por muchas más cosas. O puede que tengamos que empezar a buscar, pero no tenemos información ¿qué hacemos entonces? En el libro se intenta explicar todo ello y dar diversas herramientas para ayudar a acometer la búsqueda terrestre de una forma adecuada.
- Hablas sobre la influencia de factores como el cansancio y la visión en una búsqueda. ¿Cómo exploras estos aspectos en tu libro y qué consejos ofreces para afrontarlos durante una operación de búsqueda?
Explico estos, y otros aspectos, analizando como pueden verse afectados por el entorno y sus posibles condicionantes; como puede ser la hora del día, la climatología, el estado mental, y otros. Ya que todo ello afecta a la percepción que se tiene de lo que nos rodea, tanto para la persona que busca como a la que se quiere encontrar. Y me parece relevante ya que ese cambio de percepción afecta a la búsqueda; y el conocerlo nos permite adaptar nuestra actitud y técnicas para que no nos dejemos nada sin comprobar ni cometamos errores. Sin olvidar nunca la seguridad de quienes participan en una búsqueda, ese es el primer factor a considerar siempre, y conociendo nuestras limitaciones evitaremos ponernos en peligro y a quienes nos rodean.
- Has compartido tus conocimientos en búsquedas tanto de manera presencial como online, recorriendo diversas provincias y participando en una misión humanitaria en Corea del Norte. ¿Cómo difiere la enseñanza presencial de la online en este campo específico?
La formación presencial es exigente. El tamaño del grupo que va a participar ha de limitarse, ya que el número de componentes ha de ser adecuado para poder interactuar y poder detectar qué cosas han de reforzarse. Y más especialmente a la hora de realizar la práctica, ya que ha de poder controlarse el grupo y que todos sus componentes puedan aprender. Además, yo siempre intento enfocar las prácticas a mostrar lo que no dominamos y que tenemos que reforzar.
Una formación online es igual de exigente, ya que la cantidad de participantes puede ser mayor, pero existe el peligro que personas acaparen la interacción; y online puede llegar a ser difícil controlar esto. Además, las prácticas no pueden ser iguales. Yo he desarrollado una serie de ejercicios teóricos donde lanzo situaciones y los participantes han de ir aportando hasta llegar a una conclusión; y online es mucho más difícil asegurarse que todo el mundo aporte.
Son dos tipos de formaciones que pueden ser complementarias y pueden adaptarse a lo que se necesita. En ambos casos es importante el trabajo previo y definir bien qué objetivos se busca cubrir con cada actividad.
- Colaboras en el grupo nacional de drones de Cruz Roja Española, a pesar de no ser piloto. ¿Cómo se integra la tecnología, como los drones, en las operaciones de búsqueda y qué beneficios has observado al utilizarla?
Los drones son una herramienta potente que permite amentar las posibilidades de actuación durante una búsqueda. Son un complemento muy deseable, pero también quiero aclarar que no sustituyen a ninguna otra herramienta. Hay que conocer bien sus capacidades, y limitaciones, y utilizarlos de forman que se complementen con otras herramientas y técnicas; maximizando así la eficacia general del esfuerzo de búsqueda. Por ejemplo, si está dotado de cámara térmica, conociendo sus limitaciones, puede facilitar la labor en ciertos lugares o situaciones. O por ejemplo, si se llega a un precipicio, puede usarse para realizar una rápida comprobación de la pared y/o su base, sin tener que realizar actividad de escalada. Son dos ejemplos, hay muchísimos más. Un buen equipo de drones sabrá colaborar con el esfuerzo general de búsqueda y aprovechar sus capacidades al máximo.
- En tu experiencia, ¿cómo se relacionan la prevención y las emergencias en el ámbito de la búsqueda de personas desaparecidas?
La prevención siempre es una apuesta segura, ayuda a reducir los daños y los problemas. Si bien la prevención perfecta no existe y las cosas pueden fallar: una puerta se puede quedar abierta, el aparato localizador puede quedarse sin batería, e infinidad de otras situaciones distintas pueden hacer que sea necesario iniciar una búsqueda.
Si se han tomado las medidas preventivas adecuadas, la mayoría de las veces se solucionará el problema de una forma rápida y segura.
Pero no siempre es así. Ser consciente de ello es importante y esa toma de conciencia es el primer paso para una buena prevención y una mejor intervención en emergencias.
Conocer porqué se ha perdido una persona y tomar las medidas para que no vuelva a ocurrir, es un mayor éxito que volver a repetir una búsqueda por las mismas circunstancias en el mismo lugar.
- Hablando sobre la publicación de tu libro con la editorial Círculo Rojo, ¿cómo ha sido tu experiencia con la editorial en el proceso de lanzar “Fundamentos para la búsqueda terrestre de personas desaparecidas”? ¿Qué destacarías de esta colaboración?
Son un equipo fantástico, grandes profesionales. Con su experiencia en la auto publicación el proceso es llevadero. Aclaran todas las dudas y se esfuerzan por lograr que el libro que se publique sea lo mejor posible. El quipo de la editorial Círculo Rojo siempre me ha ayudado y estoy muy contento con su trabajo. Como resumen, aunque me repito, destacaría su profesionalidad y atención.
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