«Un viaje por la infancia», última obra de Alejandra Plaza Rodríguez
Para quién no te conozca, ¿quién es Alejandra Plaza Rodríguez?
La oficial o la de andar por casa? jeje. La verdad es que creo que solo hay una Alejandra Plaza para todo. Existe la observadora incansable del mundo, emprendedora, sensible y práctica y la periodista, escritora ocasional y fotógrafa. Tengo 47 años y soy oriunda de Cabana de Bergantiños, un rincón precioso de A Costa da Morte en Galicia al que invito a todo el mundo para que lo conozca y pueda descubrir las maravillas que tan orgullosa promociono por el mundo. Desde el año 96 vivo fuera de España, en Suiza y Alemania
(Zúrich y Fráncfort paralelamente). Soy una orgullosísima madre de dos hijos (Nerea de 22 y Aitor de 24). Mi familia es el motor de arranque de mi vida. Adoro recopilar historias de la emigración y ejercer como embajadora de mi tierra y de mi gente. Adoro a los niños y estoy muy implicada con las causas sociales a las que dedico todo el tiempo que puedo aportando mi granito de arena e intentando sumar sonrisas.
¿Cómo nace tu vena escritora?
Yo no me considero escritora pero esa vena ha sido por casualidad. Cuentos pequeños para gente menuda fue mi primer hijo literario aunque lo más importante es que fue mi terapia. Después de un tiempo con problemas de salud que me mantuvieron apartada de muchas cosas, este libro me ayudó a no volverme loca y mantener la cabeza ocupada. Estuve enferma bastante tiempo y no fue agradable. Me privó de muchas cosas hasta el punto de hacer mella en mi estado de ánimo y personalidad. Tras pasar una dura fase de pruebas, tubos, sondas, medicamentos de erradicación y una engorrosa operación empezó una lenta mejoría que me frenaba el ritmo de vida al que estaba acostumbrada y eso me volvía loca. Necesitaba hacer algo y desempolvé algunos de los cuentos que creaba para que mis hijos aprendieran el español. Cuentos pequeños para gente menuda fue mi salvación. Así surgió todo. El segundo libro “Si fuese fácil, lo haría otro” es una deuda pendiente con todos esos emigrantes esparcidos por el mundo que me abrieron las puertas sin condiciones y me brindaron un maravilloso trabajo de campo. Creo que después me convertí en una adicta y llenar las hojas en blanco de mis libretas me saciaba. Me siento escritora por casualidad aunque es algo que engancha.
¿Cuántos libros has publicado ya?
He publicado tres libros y los tres con la editorial Círculo Rojo. Cuentos pequeños para gente menuda fue mi primer libro e infantil, el segundo trata sobre la emigración del siglo XXI, Si fuese fácil, lo haría otro y el último, que ha salido recientemente, es también infantil y se llama Un viaje por la infancia. Aparte tengo colaboraciones en otros libros donde la emigración y el mundo asociativo son los temas a tratar.
¿Qué es lo que más destacarías de “Un viaje por la infancia”?
Creo que es un libro de fácil lectura, con unas ilustraciones preciosas y muy actuales en el que se tratan problemas reales de la vida cotidiana que sufren muchos niños los cuales tienen una capacidad para afrontar este tipo de situaciones mejor que la de los adultos.
¿Alguna anécdota que puedas contarnos?
La verdad es que alguna que otra hay. En mi primer libro hay un cuento que se llama El congelador lleno de besos. Ha sido un cuento que me ha regalado muchas sonrisas, satisfacciones y me ha invadido las redes sociales y el whatsapp. Trata sobre una vivencia real con mi hija Nerea. En ese cuento se habla de llenar dos cajitas, una más grande y otra màs pequeña con un montón de besos de mamá o de papá y ponerlas en el congelador para que se mantengan fresquitos y cuando uno de ellos esté ausente se puedan tomar y así no sentir esa falta tan necesaria. Pues los padres me enviaban fotos con los botes en el congelador y las ingeniosas ideas que se les ocurrían para guardar los besos. Algunas mamás tenían que pintarse los labios para poner los besos en los botes o cajitas.
¿Qué pretendes provocar en el lector con la lectura de tu obra?
Un viaje por la infancia es una explosión de emociones y sentimientos donde los pequeños grandes lectores podrán distinguir entre el bien y el mal, apreciar el valor de una mascota, la importancia del fomento a la lectura,la lucha contra el despoblamiento rural, superar crisis y adversidades con solidaridad, humildad, unión y compañerismo y disfrutar del Camino de Santiago y del Carnaval en tiempos de pandemia a través de historias cotidianas. Me gustaría que todos esos futuros lectores emprendan este viaje y, quién sabe, quizás estas historias ayuden a despertar al escritor que llevan dentro y, por qué no, les anime a escribir su propia historia.
¿Qué consejo te gustaría darle como escritor a tu yo de hace unos años?
Que “el no se puede” no existe. Las barreras, en la mayoría de las ocasiones, las levantamos nosotros mismos. Hay que dejar los miedos y los prejuicios de lado para poder avanzar. Siempre hay que intentarlo. Es bueno tener un reto al que enfrentarse y es una gran satisfacción cuando se consigue. Siempre habrá cosas buenas y malas durante el camino pero ese trazado es una escuela a nivel personal y emocional que merece la pena.
¿Cuál ha sido tu experiencia con la Editorial Círculo Rojo?
Mi experiencia creo que se describe perfectamente con tres libros publicados con ellos y quién sabe si no habrá alguno más en el futuro. Siempre ha habido un trato directo, cercano y muy acogedor. Les agradezco la confianza que han depositado siempre en mi trabajo. Un gran equipo, sin duda.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
Cierto es que no tengo ningún referente en ese sentido. Escribo libros por casualidad pero siempre desde el corazón.
¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
Dentro de la web de la propia editorial Círculo Rojo, a través de las distintas plataformas como Fnac, Amazon, libros.cc, en las distintas librerías de España como la librería A Nasa, en la Casa del Libro…En Suiza pueden encontrarlo en la librería- escuela Ibercultura…
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
Además de las mías? jeje. La verdad es que me gusta descubrir cosas nuevas, incluso de escritores desconocidos pero un libro que guardo desde pequeña es El Conde Lucanor pero estoy enganchada a los libros de Rosa Montero.
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