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Hablamos con Miriam Herrera Lozano, que nos habla sobre “Mi gran golpe de mala suerte”.

Hablamos con Miriam Herrera Lozano, que nos habla sobre “Mi gran golpe de mala suerte”.

· ¿Cómo surgió la inspiración para escribir “Mi gran golpe de mala suerte” y qué elementos de la vida real influyeron en la historia?

La idea de la novela surgió a causa de una época de muchos cambios emocionales en mi vida, en la que necesitaba conectar con una protagonista intensa y con toques muy humanos y divertidos que, en cierto modo, me recordase a mí misma y a muchas personas de mi alrededor a las que quiero y admiro. A través de la historia, pude desconectar de la realidad en muchos momentos para conectar conmigo misma y el gran abanico de emociones por el que caminé durante esos meses. 

En mi caso, por ejemplo, me dejo empapar mucho por momentos que observo y siento en el día a día. Situaciones que vivo, anécdotas de amigos y conocidos, rasgos de personalidad que me llaman la atención… Incluso con series, películas y canciones. También soy muy fantasiosa e imaginativa, así que de una situación cotidiana de dos minutos puedo acabar formando una historia de veinte páginas en mi cabeza. 

· Melissa y Max tienen una conexión muy especial en tu novela. ¿Qué aspectos del amor quisiste explorar a través de su relación?

Lo que más quise que se entendiera fue que, a veces, no hace falta ser el primer amor de alguien en orden cronológico en su vida como para sentir que es la primera persona para ti en muchos aspectos. Sentimientos y sensaciones desconocidas, situaciones que no habías vivido antes… Tu propia percepción del amor y de tu manera de hacer y experimentar con el otro. Quise que ellos mismos se formasen dentro de la propia burbuja que creaban poco a poco y que fuesen conociéndose sin prisa, pero sin tratar de aparentar que no se gustaban desde el principio. 

Y también quería recalcar que, por mucho que nos empeñemos en medirlo todo en tiempo, hay conexiones que son prácticamente instantáneas. Tanto en el amor, como en la amistad, como en muchas otras situaciones. ¿O no has coincidido nunca con alguien y, en un par de días, has pensado que era como si lo conocieras de mucho más tiempo? Porque, a mi parecer, las conexiones funcionan así. Tanto para lo bueno como para lo malo. 

· La idea del destino y las coincidencias que cambian vidas es un tema central en tu obra. ¿Por qué te atrajo este tema y cómo lo abordaste en la historia?

Soy una persona muy creyente de que todo pasa por algo y que las coincidencias no lo son tanto, al fin y al cabo. La de cosas que tienen que suceder para que dos personas se conozcan, a veces son tan disparatadas… Tengo amigas con historias de amor tan especiales y poco probables que muchísima gente no se las creería. Pero cuando la vida lo tiene para ti, siempre acabas chocándote con ello. De una u otra forma. Yo misma he vivido situaciones y he conocido personas de formas que podrían salir en una película de Netflix, jajaja. 

Para Melissa, que Max apareciera después de tanto tiempo, y de una forma tan poco probable, fue una señal de que estaban destinados a conocerse después de todo. Que las cosas salieran bien o no era otro tema, pero ella sentía que aquello era un toque de atención por parte de la vida. Ya no era una niña, así que estaban en igualdad de condiciones. Al igual que la noche en la que presiente que algo malo está sucediendo. Su intuición la acompaña durante la novela, aunque ella decida hacerle más o menos caso, dependiendo de lo que también le dicte el corazón. 

Al fin y al cabo, es un tema del que me gusta mucho escribir, porque me llama mucho la atención y baso parte de mi forma de pensar y de vivir en estas creencias. El destino, la intuición, las energías… Creo que, en mayor o menor medida, casi todos nos movemos entre estos temas gran parte de nuestras vidas. 

· ¿Qué desafíos enfrentó Melissa como personaje principal y cómo crees que evolucionó a lo largo de la novela?

Melissa es una protagonista que, a pesar de verse a sí misma como alguien que no conecta con las personas tanto como debería o que cree vivir el amor desde un punto más pasivo al comienzo de la historia, cuando se topa con Max y su forma de ser ante ella se deja llevar rápido. Más deprisa de lo que imaginó en un momento, y lo disfruta. Siente que, por fin, las cosas marchan como ella siempre ha querido. 

A sus veinticuatro años, también se enfrenta a los cambios que comporta el hecho de transformarse poco a poco en adulta: independizarse, trabajar, relacionarse con el mundo mientras busca encontrar su hueco en él… Es una chica que, junto a su romance con Max, también debe luchar contra sus propias emociones, decantándose por lo que piensa y siente hacia él y hacía esos meses que han vivido juntos y poniendo en la balanza el hecho de que las personas no somos siempre blanco o negro y que, cuando idealizamos mucho a alguien, acabamos por olvidar que estamos llenos de matices. 

Creo que su evolución se centra bastante en encontrarse a sí misma y reconectar con partes de ella que tenía olvidadas, como su pasión por cantar, salir a dar largos paseos con Dexter… Y perseguir su sueño de ser profesora hasta el final, por mucho que la comodidad y la rutina en la librería le guste también. Aprende a no conformarse y a sobrellevar el dolor y la tristeza, enfocándose en lo que quiere y necesita ella para salir adelante. 

La autora posando con su obra para Elescritor.es.

· Como escritora, ¿cómo describirías tu proceso creativo al escribir “Mi gran golpe de mala suerte”? ¿Tienes alguna rutina o hábito de escritura que sigas?

Como ya he comentado, es una historia que surgió de un momento complicado. Tenía a estos personajes en la cabeza desde hacía tiempo y, poco a poco, se fueron formando en mi cabeza. No es mucho más que eso, en realidad, ya que luego apunté algunas cosas personales de cada uno y puntos importantes de los que quería hablar en la novela y comencé a escribirla. Suelo acompañarme de una libreta donde apunto ideas, posibles escenarios y personajes que luego uso en esta u otras historias, pero de las que no quiero olvidarme. 

Como rutina, no podría decirte algo en específico. No tengo un horario fijo ni me preparo realmente antes de ponerme a ello. Simplemente, me siento frente al ordenador cuando tengo un poco de tiempo y escribo tanto como puedo. Como dato curioso, quizá, es que me gusta ponerme música o alguna serie o película de fondo mientras escribo. 

· Esta es tu segunda novela después de “Tú y yo en la ciudad de las estrellas”. ¿Qué diferencias y similitudes encuentras entre ambas obras en términos de estilo y temática?

Creo que ambas novelas son bastante parecidas en términos de estilo y temática, ya que me decanto mucho por el género romántico y busco darles un toque divertido y ligero a mis historias. 

También trato de que mis protagonistas sean cercanas, con problemas que pudiera tener cualquier otra mujer de su edad y trabajar en el hecho de que, a veces, tampoco saben muy bien cómo solucionarlos para seguir adelante. Aunque, como diferencia entre ellas, si que podría decir que a Alba la imagino siempre como alguien más adulta y segura en su personalidad, con una mentalidad mucho más cuadrada en sus decisiones. 

· ¿Qué esperas que los lectores se lleven después de leer “Mi gran golpe de mala suerte”? ¿Hay algún mensaje en particular que quisieras transmitir?

Sobre todo, quiero que el lector pase un buen rato con mi novela, dejándose llevar por los distintos estados de ánimo que transmito a través de sus personajes y que pueda sentirse identificado con ellos, encontrando en su personalidad rasgos o pensamientos de sí mismo. Y que pueda terminar sus páginas con una sonrisa, habiéndose empapado del cariño que he querido transmitir en cada uno de los capítulos.

Busco que sea algo que a mí me gustaría leer también; entretenida y amena, con una historia romántica llena de otros matices como la importancia de las amistades sanas y persistentes, la evolución personal a través de un trance complicado y doloroso, el amor hacia los animales y su peso en nuestras vidas, las segundas oportunidades… Y el peso de nuestros propios deseos y metas a futuro sobre todo lo demás. 

Obra de Miriam Herrera Lozano.

· ¿Cómo ha influido tu formación en l’Ateneu Barcelonés en tu desarrollo como escritora? ¿Crees que la educación formal es crucial para los escritores o es más importante la experiencia personal?

Me ha ayudado mucho a tener más claras mis ideas, a aprender un poco mejor lo que es relevante para la historia y lo que no lo es tanto. He descubierto autores y novelas de géneros a los que no me había acercado antes y me he interesado por muchos clásicos y posibilidades dentro de la escritura. 

He podido ver la forma de escribir de otros compañeros y trabajar con ellos en las correcciones de nuestros textos, aprendiendo los unos de los otros y de las diferentes formas de poner el foco en la historia y narrar. 

No creo que la educación formal sea 100% obligatoria, pero ayuda muchísimo. Ves mucho más claros tus fallos y donde debes mejorar, al igual que descubres estilos, géneros, narradores… etc. que te gustan y con los que te atreves a profundizar tras muchas de las clases. Así mismo, compartir pasión durante unas horas a la semana con un escritor y profesor como lo es Robert Juan-Cantavella y compañeros que hablan el idioma de la literatura como tu es genial. Así que animo a todo el mundo que le guste (y que pueda, claro) a apuntarse a talleres, escuelas o cursos de escritura de todo tipo. Al final, como me apasiona todo lo que tiene que ver con la escritura y la lectura, todo lo que sea aprender y disfrutar de ello tiene luz verde para mí. 

Además, l’ Ateneu Barcelonés es precioso, para quien no haya tenido la oportunidad de pasearse por sus pasillos y su estupendo patio interior. 

· Como joven autora, ¿cuál ha sido tu mayor logro o momento más gratificante en tu carrera hasta ahora?

El hecho de haber dado el paso de autopublicar, en sí, para mí ya es el mayor de los logros. Soy una persona muy exigente conmigo misma y que siempre piensa que puede haber hecho esto o aquello mejor de lo que está, ya sea por detalles en una escena, por la forma de hablar de un personaje o por erratas que luego me encuentro y que me hacen plantearme el que puede haber sido un error lanzarme de cabeza a esto de la auto publicación. Me he pasado años dándole vueltas a historias en las que he trabajado durante meses y que no han salido porque mi mente siempre es un arma de doble filo con este tema. 

Aunque, de todos modos, en la balanza siempre acaba pesando más lo orgullosa que estoy de no dejar esta pasión de lado y seguir, poco a poco, haciéndome un huequito en el mundo editorial. Me siento muy feliz cuando escribo y es algo que me ha gustado desde pequeña, junto a la lectura, por eso tampoco me imagino no haciéndolo ni dedicándome a seguir creando historias que vayan saliendo a la luz. 

Al final, si no perseguimos nuestros sueños, ¿qué nos queda? 


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