Entrevistamos a Rodrigo Fernández Baón, autor de la obra que ha publicado recientemente con Círculo Rojo, “La cerilla”.
“La cerilla” explora el futuro próximo en Nueva York, abordando temas de tecnología, música y la dualidad en las relaciones. ¿Cuáles fueron tus principales inspiraciones al escribir esta novela corta de ficción?
Diría que una combinación entre experiencias propias, experiencias compartidas y experiencias imaginadas. Aunque un elemento decisivo fueron mis viajes a Nueva York, el último en 2022. La propia ciudad es un personaje dentro de la novela debido al peso que tiene y lo sugerentes que son sus calles. No podía suceder en otro lugar que no fuese Manhattan. Y he de decir, que la novela me ha permitido seguir viviendo allí entre los grandes recuerdos que conservo. Por otra parte, las fiestas de techno a las que asiste Rom tienen una clara inspiración en fiestas reales a las que he ido. Este género pienso que tiene un trasfondo mayor del que solemos pensar y un gran potencial para la expresión artística y creativa.
Como licenciado en Estudios Internacionales y con un máster en Comunicación Corporativa, ¿cómo ha influido tu formación académica en la creación de “La cerilla”, especialmente en la exploración de temas tan diversos como tecnología y relaciones sociales?
Siempre he sido una persona muy curiosa, con bastante interés por la tecnología pero también por un amplio abanico de temas. Mi formación por un lado en Estudios Internacionales ha motivado algunas de las ideas sobre la situación política y social en este futuro próximo. Por su parte, mi formación en Comunicación Corporativa motiva el aspecto laboral presente en la obra. El trabajo de Rom no deja de estar inspirado en lo que suele realizar un Director de Comunicación de una empresa multinacional. La diversidad de temas presentes en la novela indudablemente responde a la gran variedad de temas que me resultan interesantes y sobre los que he investigado. El proceso de creación de la novela también ha sido un estímulo enorme para investigar y aprender más sobre los temas que trata.
Tu experiencia profesional y académica abarca áreas como Comunicación Corporativa y Estudios Internacionales ¿Cómo ha influido tu conocimiento en estas áreas en la construcción de la trama y los elementos corporativos que se exploran en la novela?
Como he dicho, hay una influencia clara en el transcurso de la trama por parte de los temas que he estudiado y que me interesan. Creo que de esta forma puede estar la novela lo más próximo a la credibilidad del lector. Suceden eventos y situaciones perfectamente plausibles, lo cual aporta a la sensación desconcertante ante lo que puede pasar el día de mañana. Aun así, diría que hay un trasfondo crítico sobre los riesgos que potencialmente presenta la política y el mundo corporativo a la sociedad. Por desgracia, la historia nos ha demostrado en muchas ocasiones que los intereses ocultos en la sombra existen y configuran muchos aspectos del mundo en que vivimos.
Se menciona que eres un ávido lector desde una temprana edad. ¿Hay algún autor o género literario que haya tenido una influencia significativa en tu estilo de escritura y en la temática que abordas en “La cerilla”?
Hasta cierto punto, en “La cerilla” busco encontrar un estilo propio que se adapte a mi generación y mi forma de ser. Pero evidentemente ha habido grandes influencias en mi forma de escribir y de pensar, que en muchos casos trato de enumerar a lo largo de la obra. Herman Hesse por ejemplo, es un referente por su talento a la hora de plasmar los pensamientos internos de un personaje. En “El lobo estepario” hace una magistral muestra de ello y sin duda ha sido fuente de inspiración. La temática futurista surge en parte a raíz de leer a Yuval Noah Harari y cuestionarme cómo será el mundo dentro de unos años. Pero también responde al interés por la ciencia ficción que han motivado mis lecturas de los maestros del género: Aldous Huxley, Arthur C. Clarke, George Orwell, Orson Scott Card y Ray Bradbury entre otros.
Rom, el protagonista de tu novela, se enfrenta a una crisis de reputación relacionada con algoritmos que causan muertes. ¿Cómo exploras en la trama la responsabilidad ética de las empresas en la era de la tecnología y la inteligencia artificial?
Actualmente soy redactor para Marketing4all y suelo tratar muchos temas sobre la Inteligencia Artificial y la actualidad tecnológica más puntera. Vivo con cercanía y preocupación el futuro incierto hacia el que nos dirigimos, con el peligro que puede suponer para nuestra sociedad el uso inadecuado de la tecnología. Pienso que las grandes empresas tienen una responsabilidad directa para evitar los escenarios más oscuros en el futuro más inmediato, y esto hasta cierto punto está presente en el desarrollo de la novela. Mediante ejemplos concretos de lo que puede suceder sin un adecuado control de la IA, creo que es posible mostrar a la mayoría de la población la importancia que hay de actuar. Porque todavía es posible cambiar nuestro camino, y Rom es la mejor prueba de ello.
La novela aborda la modernidad líquida en las relaciones y la sociedad. ¿Cómo abordas este concepto en tu obra y qué mensaje esperas transmitir a los lectores al respecto?
Tengo la certeza de que los lectores han percibido y vivido de muchas formas la modernidad líquida. La novela pienso que trata muchos aspectos y experiencias de cómo han cambiado nuestras relaciones. Los sentimientos encontrados de Rom ante estos cambios pueden resultar familiares e incluso hirientes, pero son la mejor forma de plasmar la realidad en que vivimos. La tecnología es parcialmente culpable del individualismo y egoísmo desenfrenado, pero principalmente lo somos nosotros. El mensaje, lejos de ser abrumador y deprimente busco que sea esperanzador y que nos empuje a cambiar. Yo mismo me he replanteado mi forma de ver muchas cosas a raíz de escribir “La cerilla”, y espero invitar a la reflexión con algunas de sus ideas.
Como persona apasionada por el cine, la música y el arte, ¿cómo se reflejan estas pasiones en la narrativa y el tono de “La cerilla”?
La novela está llena de referencias cinematográficas, musicales y artísticas. Entre cada capítulo aparecen cuadros que invitan a pensar y buscar su conexión con la trama, algunos de forma no tan evidente. También animo a consultar la playlist de “La cerilla” que se puede acceder desde un código QR impreso en la novela, para poder escuchar la música que llena muchas de las escenas del libro. Sinceramente, he buscado reflejar mi pasión por estos campos de tal forma que la mayoría pueda entender muchas de las referencias, pero con suerte también pueda descubrir obras nuevas.
Hablas de la dualidad en la vida del protagonista, Rom. ¿Cómo trabajaste el desarrollo del personaje para que los lectores puedan conectar con sus emociones y experiencias en una sociedad acelerada y superficial?
Como un amante de la ficción de calidad, siempre me han fascinado los arcos de los personajes que evolucionan a lo largo de una historia. Al fin y al cabo, las personas atravesamos cambios importantes en nuestra forma de ser y de pensar a lo largo de nuestras vidas, por lo que es realista que suceda lo mismo con un personaje. En el caso de Rom, su arco evoluciona a través de sus experiencias hacia replantearse sus valores y prioridades. Creo que los lectores podrán conectar con sus emociones según se desarrolla la novela porque se vuelve cada vez más humano y cercano. Las reflexiones personales sobre Rom harán que gradualmente el lector le conozca mejor e incluso le tome cariño. La sociedad a la que se enfrenta este personaje, no es tan distinta del presente, por lo que será un espejo para muchos.
Tus vivencias personales y tu entorno familiar han sido fuentes de inspiración. ¿Puedes compartir algún episodio o experiencia personal que haya dejado una huella particular en la trama o los personajes de la novela?
“La cerilla” no podría existir si no hubiese podido tener la suerte de viajar a Nueva York en dos ocasiones. La primera vez, con tan solo 12 años, la ciudad me causó una impresión inolvidable. Algunas de las sensaciones que conservo de ese viaje se entremezclan con los recuerdos del propio Rom. Pienso que es un lugar que te atrapa, y cuyas calles se quedan grabadas en tu retina. Y esto lo confirmé la segunda vez que fui hace poco más de un año. En cuanto a mi entorno, la increíble relación que tengo con mis padres está plasmada en la novela, al igual que lo importante que son mis amigos en mi vida. Todas estas personas a las que tanto estimo se corresponden con los sentimientos de añoranza que tiene Rom desde Manhattan.
Finalmente, ¿puedes compartir tu experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Cómo ha sido el proceso y cómo crees que ha afectado la recepción de tu obra?
Con el proceso de edición y maquetación, han sido muy agradables y comprensivos. Los ejemplares han llegado antes de lo esperado y la calidad de impresión es óptima. Si las circunstancias lo permiten, repetiría con ellos.
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