fbpx

Entrevistamos a Mónica Pablos, quien ha publicado recientemente de la mano de Círculo Rojo la obra “Carta al hijo”.

Entrevistamos a Mónica Pablos, quien ha publicado recientemente de la mano de Círculo Rojo la obra “Carta al hijo”.

En la sinopsis de tu libro, mencionas que “Carta al hijo” es un relato vivencial y subjetivo de cómo una madre ha vivido la maternidad. ¿Qué te inspiró a escribir esta carta y compartir tu experiencia de maternidad con otros padres y madres?

Escribir en términos de maternidad y crianza siempre fue una idea que rondaba mi cabeza desde que llegó mi primera hija a mi vida, pero lo que me dio el pistoletazo de salida creo que fue la petición que me hizo una compañera con la realicé una formación para acompañar el nacimiento de mi tercer hijo. Nuria Pozas, me pidió contar mi parto y el nacimiento de mi hijo y fue empezar a escribir y querer redactar también el nacimiento de mis otros dos hijos y de ahí casi sin premeditación, nació esta carta con la intención de llegar a más padres y madres que quieran sorprenderse del viaje que supone tener hijos.

Escribir sobre maternidad con este formato carta fue un guiño al conocido libro de Kafka “Carta al padre”. En este caso no es una crítica, sino todo lo contrario. Es una carta de amor, de admiración y de todos los aprendizajes que haces gracias a quiénes acaban de llegar a la vida. Por regla general tendemos a contar las cosas negativas, nos apoyamos en la queja y vivimos en la negatividad. Yo apuesto por enriquecernos de experiencias positivas, que inviten al descubrimiento y al querer hacerlo mejor. Sin embargo, no creo que esta carta esté edulcorada o pretenda hacer creer que la maternidad es maravillosa en todos sus términos. Este viaje tiene sus luces y sombras, pero la carta te hace conectar con la empatía, hay que entender los diferentes procesos y vivir este viaje con la consciencia y la positividad que merecen. Al fin y al cabo, nuestros hijos están aprendiendo a ser.

Describes el libro como un relato honesto y sincero que busca generar consciencia. ¿Cuáles son algunas de las reseñas y propuestas que esconde esta carta para transitar la maternidad de forma más consciente y respetuosa para toda la familia?

Es una obra sincera, porque todo lo que cuento es real. Me ha sucedido. Siempre intentando sacar el aprendizaje de los errores, y compartiendo los conocimientos que tengo sobre los comportamientos de nuestros hijos:

  • Entender los llantos y rabietas.
  • Empatizar con la infancia. Sus problemas son tan importantes como los nuestros, con el agravante de no tener herramientas suficientes para gestionarlos.
  • Gestión emocional.
  • Educar sin premios y castigos.
  • La importancia del ejemplo
  • La adolescencia como etapa de cambios y redefinición de la persona.
  • Entre otros temas que invito a los lectores que descubran por sí mismos.

En tu biografía mencionas que la escritura siempre ha estado presente en tu vida y que escribir libros era un sueño para ti. ¿Cómo ha sido el proceso de convertir ese sueño en realidad con “Carta al hijo”?

Pues con Carta al Hijo fue muy fácil. Tenía algunas ideas de lo que quería reflejar, puesto que pese a ser una carta, íntima y personal quería que tuviera contenido y transmitiera a padres y madres la voluntad de hacerlo diferente, de pararse a pensar cómo afrontar la crianza de sus hijos y no dejarse llevar por el día a día. Así que con esa intención, con las ganas de transformar un poco esa mirada y poniendo en el centro como destinatarios de esta carta a mis hijos, todo fluyó. La verdad es que, que mi primer libro esté dedicado a ellos, solo refleja el empuje que te insuflan los hijos, el empuje que he logrado por ellos y para ellos.

Además de tu experiencia personal, mencionas que te has especializado en formación de adultos y organizaciones. ¿Cómo ha influido tu formación en pedagogía y coaching en tu enfoque para abordar la maternidad en el libro?

Dentro de las diferentes herramientas que existen hoy en día para la formación de adultos, una de las que más éxito tiene es la formación a través historias. El storytelling está a la orden del día en las organizaciones, tanto en la medida que pueda ser introducido en formaciones, como para llegar como marca a clientes. El mensaje se torna memorable, la conexión con la historia se hace plausible y el mensaje sea publicitario o formativo llega con mayor fuerza. En este caso, no es una historia cualquiera porque es la historia de una madre contada a su hijo, por lo que la conexión emocional es aún mayor.

Además, desde el coaching siempre se busca cambiar el observador. Poder aportar otra mirada a la historia que trae el cliente a una sesión es el trabajo de un buen coach, hacerse replantear su historia, su narrativa, hacerle reflexionar. Creo que “Carta al hijo” permite con su historia que cambies un poco ese observador, que mires con otros ojos tu propia historia, porque irremediablemente los ejemplos que se cuentan los has vivido como madre/padre, incluso como hijo/a, o son fácilmente trasladables a tu propia experiencia.

¿Qué te llevó a escribir este libro en formato de carta? ¿Qué impacto esperas que tenga este formato en el lector?

Quería escribir un libro de maternidad diferente. Hay multitud de manuales de esta temática y muy buenos. Sin embargo, yo quería llegar más profundo. Quería tocar las almas de los lectores, generar consciencia y creo que esto solo es posible cuando te abres y cuentas tu propia experiencia. Las historias generan una mayor conexión como decía antes y creo que de esta forma el lector puede dar sus primeros pasos en hacer un cambio de modelo. También considero que el formato carta te hace sentir que eres un poco destinatario de la misma. Por lo que me han trasladado algunos de mis primeros lectores, no hay forma de escapar, conectas enseguida y te lo llevas a tus propias vivencias, generando una consciencia mayor.

Cuando leí hace muchos años a Kafka y su Carta al padre me impactó. Me impactó el dolor y el rencor que puede sentir un hijo hacia su padre. Cuando fui madre pensé nuevamente en esta obra, en que no quería que mis hijos pudieran devolverme comentarios como los que Kafka traslada en su obra. No hay conexión más profunda, genuina y sincera que la que se establece entre padres e hijos. Por ello, aunque haciéndole un guiño al título de la obra de Kafka, Carta al hijo no se parece en nada. No es una crítica a los hijos. Es un libro para hacer consciente lo inconsciente. Un libro que nos invita a parar y reflexionar. Un libro que te anima a cuidar esa relación tan profunda que tenemos con nuestros hijos.

La portada del libro son tres dientes de león; esa flor que seguro la mayoría de nosotros cuando éramos niños soplábamos pidiendo un deseo. Pues bien, admito que yo traigo mi propio deseo con este libro; Deseo que Carta al hijo te inspire, que abra un bonito camino de transformación. Para abordar la maternidad y paternidad como merecen los niños y niñas de hoy, necesitamos transformar nuestra mirada, necesitamos transformarnos nosotros mismos. Somos hijos del conductismo y está más que probado que esta corriente psicológica no sirve. Hay multitud de investigaciones, de literatura que apoya que el conductismo en la crianza no funciona y que puede reportar consecuencias poco deseables en el desarrollo psicológico de quién es objeto de esta manera de hacer: indefensión, baja autoestima, baja motivación intrínseca, disminución del pensamiento crítico, etc. Por eso creo tan profundamente en que un enfoque democrático de la crianza es lo que necesitan los niños y niñas de hoy, es lo que necesitamos como sociedad. Carta al hijo te hace ver que ese cambio es posible. Difícil pero posible y necesario.

Sigue las publicaciones de Mónica en instagram: @mamamorfosis_3.0
Consigue tu ejemplar: https://monicapablos.com/

En el libro, buscas empoderar a padres y madres, mostrar lo mágico y maravilloso que hay en la crianza de los hijos. ¿Puedes compartir alguna experiencia específica que destaque este lado positivo de la maternidad que deseas transmitir?

Pues que si te dejas sorprender, observas con los ojos curiosos que tienen nuestros hijos en sus primeros años de vida, te das cuenta de lo mucho que aprendes gracias a ellos. Que lo realmente maravilloso de la vida ocurre saltando sobre los charcos. Y no se trata de tomarse esto literal. Lo que quiero decir es que tener hijos te obliga a parar en muchos momentos para poder gestionar y si consigues parar con consciencia la aventura es mágica.

Las múltiples enseñanzas que te trasladan esos pequeños seres que están empezando a vivir es abrumadora y mágica a la vez. Como un niño de 4 o 5 años te está aportando grandes lecciones a ti con tus 30 y muchos o 40 años de vida. Es alucinante. Salir al jardín en un maravilloso día de primavera, con el único pensamiento de que tu hijo corra y se desfogue, porque es lo que hacen los niños ¿no? Y ver como tu hijo abre los brazos y cierra los ojos para notar el aire y el sol en su cara, en su cuerpo. ¿Qué te está trasladando? ¿Cuánto hace que no disfrutas en silencio de que el aire toque tu cuerpo? Parece una tontería, pero esa sensibilidad existe. Está ahí. Algunos más y otros menos. Sea en la medida que sea, lo cierto es que la mayoría de nosotros ha ido perdiendo esa sensibilidad con los años, por poner un ejemplo.

Además, la ma/paternidad genera un punto de inflexión y es una oportunidad maravillosa para autoconocerse mejor y para crecer mucho personalmente.

Vives en una época en la que muchas personas se sienten abrumadas y no logran disfrutar plenamente de la crianza de sus hijos. ¿Cómo abordas este desafío en tu libro y qué consejos o reflexiones compartes para ayudar a los padres a encontrar un equilibrio y disfrutar más de la experiencia?

La maternidad es el mayor viaje que vamos a realizar en nuestras vidas. Sin embargo, vamos corriendo todo el día, tirando de nuestros hijos para no llegar tarde, para hacer el sinfín de cosas con el que tenemos lleno nuestro día a día. Cuando nos vamos de viaje, ¿cómo nos tomamos esa experiencia? ¿Corriendo de un lado a otro viendo monumentos, comiendo a destajo para no llegar tarde al museo que hemos decidido visitar? ¿o nos tomamos los paseos con calma, admirando los detalles del nuevo lugar que estamos visitando? Dicho esto ¿cómo vivimos hoy en día el viaje que supone la maternidad?

Y es complicado, no tengo la receta mágica. Ojalá la tuviera. De hecho, tampoco creo en las recetas mágicas, cada familia cada persona tiene su propia receta, pero tienen que tomarse un tiempo para saber cuál es. Por eso, invito a los lectores a que se lo planteen. A que piensen de qué forma quieren vivir a sus hijos. Y que tomen las acciones necesarias dentro de sus posibilidades para parar y disfrutar de este viaje. A veces será aparcando el móvil al llegar a casa, a veces será ofreciendo a sus hijos un día del sí al mes. Quizás recogiendo la cocina mañana y yendo a la cama con sus hijos a contarles un cuento, o viendo una peli juntos. Cada uno encontrará cuál es esa marcha más lenta, más disfrutona y conseguirá encontrar su propia receta para vivir conscientemente del mayor viaje de nuestras vidas.

Aunque no es un manual de crianza, mencionas que “Carta al hijo” podría serlo, ya que contiene reseñas sobre crianza respetuosa. ¿Puedes compartir algunas de las principales ideas o enfoques de crianza que destacas en el libro?

El libro está cargado de una visión democrática de la crianza. Rehúye del clásico conductismo donde se premian o castigan las conductas en función de si quieres que la acción se repita o no se repita. Y no defiende un enfoque permisivo en donde el control parece estar en manos de los niños, donde no existen normas ni límites. La visión democrática para mí es educar desde la coherencia, ofreciendo ejemplo, donde el poder lo tenemos todos, donde se resuelven los problemas de forma conjunta, se atienden las necesidades de todos y se atienden las emociones. Donde hay límites que sostienen y ofrecen cuidado hacia todos los miembros de la familia.

¿Cómo esperas que los lectores se sientan al leer “Carta al hijo” y cuál es el mensaje principal que esperas transmitirles?

Espero que hagan consciente lo inconsciente. Que conecten con el amor profundo que sienten por sus hijos y que esto les lleve a querer salvaguardar esa conexión para siempre. Que sean conscientes de que la gran mayoría de las veces el problema no radica en el niño o niña, sino que está en nuestra mirada, o en cómo está pintado de base nuestro día a día. Y ese día a día, no tiene en cuenta a los niños.

Obra de Mónica Pablos. Carta al hijo.

Has mencionado la importancia de comprensión y amor hacia madres y padres que quieren hacerlo lo mejor posible, pero a veces yerran o simplemente no pueden hacerlo. ¿Cómo abordas esta comprensión y amor en el libro y cómo puede ayudar a los lectores a aceptarse y perdonarse a sí mismos?

Hoy en día contamos con infinidad de información con la que no contaron nuestros padres. Esto acompañado de las redes sociales en las que desgraciadamente se suele mostrar el lado bonito de las cosas, nos pone a veces en una posición de querer hacerlo así de perfecto como vemos en los manuales o en Instagram. La vida no es eso. La vida es una montaña rusa. Por regla general, nos han enseñado a ser exigentes y perfeccionistas, y nos autoexigimos ser perfectos y cuando erramos aparece la culpa como compañera de viaje, nos autoboicoteamos y el malandrín que tenemos todos dentro de nosotros, empieza a hacer de las suyas, a decirnos que no somos suficientemente buenos, que no sabemos, y así aparece la frustración, el abandono, o el vivir anestesiados parece que se tornan caminos más llevaderos.

En el libro se acepta el error como parte de la vida, como parte de nuestro aprendizaje como madres y padres. Se naturaliza y te hace entender que es normal errar a veces, y que el valor está en darse cuenta para seguir mejorando, y que ofrecerle a tu hijo ese ejemplo, es una de las mejores lecciones de vida.

¿Cuál ha sido la respuesta de los lectores hasta ahora? ¿Has recibido algún testimonio o reacción que te haya impactado especialmente?

Hasta el momento la reacción de los lectores ha sido inmejorable. Destacan la sensibilidad que desprende el libro en cada una de las historias que cuento. También agradecen la cercanía y la generosidad por compartir las experiencias y vivencias siempre contadas desde el amor y la admiración, aunque sin caer en “todo es color de rosa”. Y lo que más me impacta es que me escriban diciéndome que el libro les ha emocionado en muchos momentos.  

¿Tienes planes de escribir más libros en el futuro? ¿Nos puedes adelantar algo sobre tus próximos proyectos literarios?

Sí. Ya tengo en mente futuros libros. Empecé a escribir en el verano del 2020 un libro que no tiene que ver con la maternidad… aunque la idea sí fue fruto de todos los aprendizajes que estaba abordando yo misma tras ser madre y experiencias cercanas a la mía. Tras la publicación de Carta al Hijo he retomado aquel manuscrito y espero pueda ver la luz pronto.Además, quiero abordar otros libros sobre maternidad. Mi idea es algo más estructurado. Más manual de crianza.

Mis hijos me piden un cuento. ¿Quién sabe? Escribir me encanta. Solo tengo que ir encontrando ratos para hacerlo y a veces encontrar esos ratos es difícil.  


¿Te gustaría conocer las apasionantes historias de escritores modestos, pero no por ello menos buenos?

Únete a nuestro canal de Telegram (es gratis) para ayudarnos a darles voz a esos escritores que necesitan un empujón. Sus vivencias e historias para publicar sus libros, su pelea para hacerse un hueco y su mensaje es igual o mejor que el de cualquier top ventas. Únete a nuestro canal para descubrirlos y apoyarles.

https://t.me/elescritor_es

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *