Entrevistamos a Félix Mateo Cubo, que ha publicado “Las aventuras de Luna y Martín I. El misterio de la isla Kohola” con Círculo Rojo
Tu amor por la educación y la cultura parece haber sido una constante en tu vida. ¿Cómo influyeron tus experiencias de infancia en tu decisión de convertirte en maestro y escribir para niños?
Desde que era muy pequeño me ha encantado hablar y conversar con la gente. Mi madre siempre me dice que a los dos años ya intentaba dar conversación y contar cosas a los niños con los que jugaba en el parque. También me encantaba jugar a ser maestro; colocaba todos mis peluches en sillas y pasaba las tardes dándoles lecciones mientras dibujaba y escribía letras y números en mi pizarra de juguete. El hecho de que mi madre me leyera muchos cuentos y me llevara a la biblioteca a leer también contribuyó a despertar mi interés por aprender, pues la curiosidad por conocer y saber más es algo que me acompaña hasta el día de hoy.
Por eso me encanta enseñar a los niños y niñas, porque son curiosos por naturaleza, tienen un interés innato por aprender y descubrir todo lo que les rodea, en cierto modo los comprendo ya que compartimos esa curiosidad, es por ello que disfruto tanto enseñándoles a conocer y explorar el mundo que nos rodea.
Has tenido una trayectoria académica muy diversa, desde magisterio hasta psicología de la salud. ¿Cómo crees que tus estudios y experiencias previas han influido en tu enfoque como escritor?
Cada etapa de mi formación académica ha sido muy distinta en cuanto a sus contenidos de estudio, una muy centrada en la didáctica de la educación para ser maestro, otra muy orientada al conocimiento de la anatomía y fisiología del organismo, así como sus respuestas frente a la realización de diferentes tipos de actividad física y una etapa final totalmente orientada a la investigación sobre cómo influye la práctica de actividad física en la salud y bienestar de las personas. Pero en todas ellas ha estado presente mi interés por exprimir al máximo cada clase, cada explicación, y todo ello gracias a mi afán por aprender.
Considero que mi paso por la universidad fue bien aprovechado y tuve la oportunidad de escribir artículos, preparar presentaciones para ponencias en congresos nacionales e internacionales, organizar cursos y seminarios para estudiantes de máster, etc. Tareas que me han permitido esforzarme por redactar de forma clara y comprensible contenidos educativos y ahí surgió mi interés por comunicar, por explicar y redactar textos que fueran agradables y de ágil lectura para el estudiante, textos que les motivaran a seguir estudiando y aprendiendo.
“Las aventuras de Luna y Martín I: El misterio de la isla Kohola” es tu primera obra literaria. ¿Qué te inspiró a escribir esta historia en particular y a centrarte en las aventuras de Luna y Martín?
Tras finalizar mis estudios de doctorado, me di cuenta de que debía dedicarme a la educación primaria, pues tras haber tenido experiencias como docente con gente de todas las edades, supe que lo que más me hacía feliz era enseñar a aquellos cuyas mentes son más inquietas e imaginativas, aquellos que se atreven a criticar y juzgar de una forma noble y pura, pues son los más sinceros del mundo y el público más exigente. Como habréis podido comprobar me refiero a los niños y niñas.
Dando clase en el colegio descubrí que existe una gran falta de interés por la lectura, la cual ha sido sustituida por una amplia variedad de distracciones digitales que tienen como consecuencia problemas de fluidez y comprensión lectora, múltiples errores ortográficos y falta de hábitos de estudio. Por ello, me propuse el reto de crear una historia que fuera lo más divertida, motivadora y atractiva posible, cuya lectura despertara la curiosidad de los más pequeños por leer para descubrir qué le sucede a los protagonistas de mis aventuras. Todo un reto educativo que tiene como fin:
- Despertar el interés y la motivación por la lectura.
- Aprender contenidos propios del área de lengua castellana y literatura.
- Trabajar los valores que rigen la personalidad de los protagonistas del libro.
- Generar interés y motivación por el respeto y cuidado de nuestro planeta, así como de los seres vivos que habitan en él.
La temática medioambiental y de conciencia social es un aspecto fundamental en tus historias. ¿Cómo esperas que estas aventuras inspiren a los jóvenes lectores a cuidar y proteger nuestro planeta?
Tanto en clase como en mis historias está muy presente el respeto a la naturaleza pues, en realidad, sin ella nuestra existencia corre un grave peligro. Considero que debemos cambiar el enfoque ya que estamos centrados en concienciar a grandes mandatarios y población adulta en general sobre las terribles consecuencias medioambientales que tiene la acción humana. Pero cambiar la mentalidad de la población es complicado, es triste, pero vivimos en un mundo competitivo en el que todos queremos escalar, progresar, llegar más lejos, ser más que el de al lado, pero no miramos atrás, no miramos hacia abajo para ver lo que estamos pisando y abandonando. Por mucho que nos hablen de los peligros que conlleva esta vertiginosa forma de vida, no queremos creerlo y pensamos que no será para tanto cuando, por desgracia, ya estamos sufriendo los efectos del cambio climático.
Pero hay una solución: la juventud, las mentes despiertas, las que se dejan enseñar y las que están dispuestas siempre a escuchar. Considero que el futuro de nuestro planeta está en sus manos y lo sé porque cada vez que cuento los peligros a los que se enfrentan a diario muchas especies en peligro de extinción, veo en sus rostros la pena, el miedo y las ganas de ayudarles. Recuerdo un día en clase, en plena pandemia, que tuve que cambiarme de mascarilla y, antes de tirarla a la papelera corté las gomas, entonces una niña me preguntó que por qué hacía eso, yo le respondí que era para evitar que, si esa mascarilla acababa en el mar o en algún entorno natural, quedara enredada en el cuello de algún animal. Desde aquel día todos y cada uno de mis alumnos y alumnas de segundo de educación primaria cortaban las gomas de sus mascarillas antes de tirarlas a la basura sin que yo tuviera que recordárselo. Por eso sé que aquellos niños y niñas que lean las aventuras de Luna y Martín, podrán aprender lecciones vitales para muchos otros seres vivos.
El protagonista, Martín, recibe un regalo especial el día de su sexto cumpleaños que cambia su vida. ¿Qué simboliza Luna, su mochila mágica, en el contexto de la historia y en tu mensaje más amplio?
Luna representa la amistad, pero no la que recae sobre un grupo de amigos o compañeros de clase o trabajo, sino aquella que recae sobre la persona a la que siempre recuerdas en los momentos difíciles. Representa el hombro en el que nos apoyamos cuando necesitamos consejo y ayuda. De ahí que Luna sea una mochila con mucha experiencia y sabiduría ya que es ella la que guía a Martín en todo momento, la que soporta el peso de la misión.
Al igual que Martín, todos necesitamos una Luna en nuestras vidas, es por ello que diariamente cargamos con una mochila en la que llevamos todo lo necesario para sentirnos cómodos y realizar nuestras actividades cotidianas; desde que somos pequeñitos, los seres humanos guardamos en ella el almuerzo, la cartera para hacer la compra, llevamos productos de higiene personal, medicinas, libros, agendas, listas de tareas, teléfonos móviles y una infinidad de cosas más.
Luna simboliza la protección, la seguridad y la ayuda que nos ofrece a lo largo de nuestras vidas una mochila. La cual siempre nos acompañará hasta el fin del mundo si se lo pedimos.
“El misterio de la isla Kohola” enfrenta a Luna y Martín a varios desafíos, desde una ballena gigantesca hasta una tribu enigmática. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre la emoción de la aventura y los mensajes importantes que deseas transmitir?
Considero que la clave de todo aprendizaje no reside en el contenido, sino en la forma de comunicarlo. Para mí, lo más importante es que el mensaje se transmita utilizando un vocabulario que pueda ser entendido por todo el mundo independientemente de su edad; desde un niño o niña de 4 años al que sus padres le leerán cada noche parte de la historia, pasando por jóvenes y adultos que disfrutarán leyendo en su tiempo libre y hasta ancianos y ancianas que volverán a imaginar ser niños y niñas mientras disfrutan de una lectura ágil, sencilla y divertida.
La forma de escribir es muy personal, es por ello que existen múltiples formas de expresión y todas son respetables, pero a mí personalmente me gusta que exista emoción, intriga e interés por conocer más sobre la aventura y los personajes desde el capítulo uno, esa sensación de querer descubrir lo desconocido es la que nos mueve a seguir conectados con la historia, pero también es necesario que el ímpetu, el interés por resolver los misterios y problemas que recaen sobre Martín y Kai en esta historia, sea frenado en múltiples ocasiones por Luna o el señor Kekoa para generar momentos de pausa a la aventura y aprovechar para dar lecciones y mensajes educativos.
La educación y el entretenimiento parecen entrelazarse en tus escritos. ¿Cómo abordas la tarea de enseñar a través de tus historias sin perder la atención y el interés de los jóvenes lectores?
La educación de los jóvenes nunca debe recaer únicamente sobre el docente, debemos dejarles experimentar y formar parte del proceso de enseñanza. Una de las estrategias que mejor funcionan es la de contar historias, bien sea de forma oral, escrita o visual. Esto permite al alumnado conectar con el contenido que pretendemos enseñar, pues para ellos todo lo relacionado con la magia o la fantasía es motivador y esto hace que el aprendizaje sea más divertido.
También es importante utilizar personajes que sean de su interés a la hora de dar forma a la historia, deben ser elementos cotidianos, como Luna, una mochila similar a la que llevan cada día al colegio. Del mismo modo, los escenarios en los que se desarrollará la aventura deberán ser divertidos, misteriosos y con elementos novedosos e impactantes para ellos, ya que todos saben lo que es una isla, pero si esa isla está rodeada de piedras afiladas, custodiada por una ballena gigantesca y poblada por una extraña tribu legendaria… la situación cambia ¿verdad?
¿Cómo ha sido tu experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Qué aspectos destacarías de trabajar con esta editorial?
Círculo Rojo ha sido un descubrimiento maravilloso. Desde que contacté con ellos para que me dieran una opinión sobre mi obra, su fantástico equipo de profesionales me atendió con un gran cariño y educación. Me han apoyado durante todo el proceso de diseño y maquetación del libro, respetando siempre mi opinión y superando en muchas ocasiones mis expectativas. Además, siempre han respondido de forma rápida y eficaz todas mis dudas y preguntas.
Trabajar con Círculo Rojo ha sido una experiencia muy motivadora para mí, me han hecho sentirme valorado, dándome ánimo constantemente para promocionar mi obra y seguir colaborando con ellos. Estoy seguro de que juntos seguiremos sacando adelante más aventuras de Luna y Martín.
Las aventuras de Luna y Martín tienen el potencial de resonar en niños de diferentes edades y culturas. ¿Cómo te acercas a la creación de personajes y situaciones que puedan ser universales en su atractivo?
Desde el principio ese fue mi propósito: crear personajes universales, que por sí mismos pudieran ser reconocidos por niños y niñas de cualquier parte del mundo. Unos personajes en los que el lector pueda verse reflejado e incluso sentirse partícipe de la aventura.
Sé que suena ambicioso, pero para mí sería algo precioso conseguir que las enseñanzas y valores que acompañan a Luna y Martín en sus viajes, pudieran ser conocidos por niños y niñas de diferentes culturas y de diferentes países del mundo.
No hablo de éxito personal, sino del éxito educativo y medioambiental que conllevan “Las aventuras de Luna y Martín”. Para mí, ese “sueño o ambición” supondría ayudar al futuro de nuestras próximas generaciones y como consecuencia, al futuro de nuestro planeta.
¿Tienes planes para continuar la serie de “Las aventuras de Luna y Martín”? ¿Puedes adelantarnos algo sobre las próximas historias que planeas compartir con tus lectores?
Tengo en mente muchas ideas para continuar con “Las aventuras de Luna y Martín”, de hecho, el segundo libro lo tengo terminado a falta revisar algunos detalles y estoy empezando a esquematizar la tercera historia.
Es mucha la ilusión y la fe que he depositado en esta serie de aventuras. Tengo tanto cariño a Luna y Martín que no estoy dispuesto a dejarlos guardados en casa, estoy convencido de que tienen muchos valores y enseñanzas por mostrarnos.
No quiero desvelar muchas ideas de la segunda aventura de Luna y Martín pero en esta ocasión, nuestros amigos van a viajar a un precioso y mágico lugar, uno de los pocos rincones salvajes del planeta, un lugar en el que Luna y Martín deberán aprender a convivir con el hielo y el fuego.
Como maestro, entrenador y autor, estás en una posición única para influir en las vidas de los jóvenes. ¿Qué consejos o mensajes quisieras transmitir a los padres y educadores que buscan fomentar la pasión por la lectura en los niños?
Mi experiencia como maestro me ha permitido darme cuenta de la importancia y el respeto que merece esta profesión, ya que somos los responsables de sentar las bases educativas de los niños y niñas. Es nuestra misión la de ser capaces de hacer entender a la sociedad que la escuela no es un edificio al que los niños y niñas van a aprender mientras los padres trabajan. La educación va más allá del colegio.
Necesitamos que toda la sociedad, y especialmente las familias, se involucren en el proceso educativo de los niños y niñas, pues un maestro puede crear los cimientos del conocimiento, pero es la familia y la sociedad la que debe crear espacios que motiven el interés de los jóvenes por ampliar sus aprendizajes y despertar su curiosidad, la cual será fundamental para su futuro.
Por ese motivo, además de ser maestro, en la actualidad colaboro como voluntario dando clases de actividad física a mis queridas chicas de UDANA, una ONG que ofrece a un grupo de chicas de Nepal, en riesgo de exclusión social, la oportunidad de tener un hogar, unos estudios y una forma de vida saludable que les permita conseguir un gran futuro y llegar a ser todo lo que se propongan.
Como podéis ver, mi vida gira en torno a la educación, ámbito en el que me muevo con la seriedad y la responsabilidad que se merece, pues a través de mis lecciones y mis libros, tengo la gran oportunidad de influir en las vidas de mi alumnado, intentando siempre favorecer un clima agradable de diálogo con las familias para que aporten su granito de arena y dediquen tiempo a realizar tareas con sus hijos, a leer con ellos, pues a los niños y niñas lo que más les gusta es sentirse arropados y queridos en su proceso de aprendizaje, tal y como Luna apoya y enseña a Martín. En definitiva, disfrutar en familia del maravilloso proceso de educar al futuro de la sociedad.
Finalmente, ¿cuál es tu mayor esperanza para el impacto que tus libros puedan tener en la próxima generación de lectores?
Soy una persona muy optimista, por ello estoy convencido de que “Las aventuras de Luna y Martín” pueden ayudar a muchos jóvenes a: descubrir su interés por la naturaleza, amar y respetar todas las formas de vida y contribuir con pequeñas acciones a proteger y cuidar del medio ambiente.
Ojalá algún día pueda encontrarme con alguien que me diga que gracias a Luna y Martín ahora trabaja dedicando su tiempo a mejorar las condiciones de vida en nuestro precioso planeta, que por si no lo tenemos en cuenta, es el único lugar en el que podemos vivir.
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