Entrevistamos a Edgar Castellanos, que nos cuenta mucho más sobre su obra publicada con Círculo Rojo “Destino Sukhadhara”
Habiendo sido un apasionado lector desde joven, ¿cuáles fueron los momentos o autores que más influyeron en su decisión de comenzar a escribir su propia novela?
De joven siempre me encantó Julio Verne, mi madre me compró la colección completa de sus obras y acabé leyéndomelas todas. Supongo que por eso he contado un viaje de aventuras. Si a esto le sumamos una pizca de vikingos, un poquito de juego de tronos y algunas series, libros e historias más de este tipo, pues acabó saliendo esta novela.
Como trabajador a tiempo completo, ¿cómo logró encontrar el equilibrio entre su trabajo, sus responsabilidades y su pasión por la escritura? ¿Tiene algún consejo para otros escritores que también tienen horarios ocupados?
Yo creo que cuando alguien tiene ganas de hacer algo de verdad, acaba sacando tiempo de donde sea. Complicado, con trabajo, hijos y demás, pero un ratito por las mañanas cuando trabajo de tarde, si trabajo de mañana, pues un ratito antes de ir a dormir cuando has terminado con las obligaciones diarias, otro ratito el sábado… Sobre todo, me parece importante no ponerse fechas para que no se convierta en una obligación. Así, poco a poco fue fluyendo y sin apenas darme cuenta y a pesar de que se tarda mucho tiempo en hacer algo así llegué hasta el final.
La novela se desarrolla en un contexto histórico intrigante, la Edad Media. ¿Qué tipo de investigación realizó para capturar la autenticidad de ese período y cómo lo incorporó a la trama?
Es una época que siempre me ha gustado. Seguro que difícil de vivir, sin las comodidades a las que hoy estamos acostumbrados. Hoy en día gracias a internet puedes ver e imaginar lugares que por aquellos entonces ya existían. Todos los escenarios que aparecen en la novela son reales. Algunos he tenido la suerte de poder visitar antes de escribir sobre ellos, otros no, pero bueno, conforme los protagonistas avanzan en el viaje han ido apareciendo dichos lugares.
Los protagonistas de su historia se embarcan en un peligroso viaje hacia la isla de Sukhadhara. ¿Cómo se relaciona este viaje con las propias experiencias y desafíos que enfrentamos en la vida real?
Pienso que en esta vida tenemos que luchar por las personas a las que amamos. Al final las personas son las que te hacen que seas feliz o no. Más que el dinero, las propiedades o los caprichos, las personas que están a tu lado son las que te hacen sentir bien. Si para cuidarlas y protegerlas las circunstancias te obligan a tomar decisiones como cruzar medio mundo, pues adelante.
“Destino Sukhadhara” presenta elementos de aventura y peligro. ¿Existen momentos o situaciones en la novela que estén inspirados en sus propias vivencias o emociones personales?
Bueno, realmente no, nunca he viajado en un galeón, ni he tenido que cruzar un desierto, ni me he enfrentado a piratas. Por suerte tampoco he tenido que intentar curar a un ser querido a toda costa. Te influyen libros, películas y todo este tipo de cosas, pero al final acabó siendo producto de mi imaginación.
Como lector, menciona su aprecio por autores como Dan Brown, Stephen King y Roberto Saviano. ¿De qué manera cree que estos autores han influido en su estilo de escritura y en el tono de su novela?
Creo que todos los libros que lees en general contribuyen a tú estilo. Cuando dije esos tres nombres fue por reducir un poco la lista. Katherine Neville, por ejemplo, con su misterio histórico, la intriga de Agatha Christie o tantos otros que podría nombrar. En definitiva, todos los que te gustan te acaban influyendo.
Como autor de “Destino Sukhadhara”, ¿cómo espera que los lectores se sientan después de leer su novela? ¿Hay algún mensaje o emoción en particular que le gustaría que los lectores se lleven consigo?
En principio, mi objetivo principal era que toda persona que leyera el libro, una vez terminado, no pensara que había tirado el dinero o que había sido una pérdida de tiempo. Que la sensación final fuera que había pasado un buen rato, que le había entretenido y que había merecido la pena invertir su tiempo en leer. Pero la verdad es que todos con los que he hablado después de que leyeran la novela me han mejorado ese objetivo. Me comentan que les ha encantado, que les ha enganchado desde el principio y que si escribiera una segunda parte lo comprarían sin dudar. Cosas que me hacen sentir muy bien ya que sobrepasan mi objetivo principal.
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