«Entre Jade y Esmeralda», primera novela de Seti Falcón.
Para quien no te conozca, ¿quién es Seti Falcón?
Aunque me cuesta mucho hablar sobre mí. Te diré que nací en La Habana, Cuba. Desde hace dieciséis años vivo en Cádiz, España, con mi esposo. Soy feliz y estoy muy satisfecha con la vida que llevo. Aunque tengo mis momentos de añoranza por mi familia a la que adoro y que, por circunstancias de la vida, viven lejos repartidos en diferentes países, incluso continentes. Así que cada año toca hacer maletas y viajar a visitarlos. Lo que además me abre un abanico de posibilidades para conocer lugares y relacionarme con otras culturas, lo que es un modo de enriquecimiento personal.
Soy una lectora voraz con una mente inquieta por donde siempre hay alguna historia pululando. Por mi formación en Derecho y Criminología, he visto mucho de la peor parte de la sociedad trabajando como instructor penal especializada en delitos contra la vida. A pesar de ello, o quizás motivada por ello, me gusta disfrutar de la mía compartiendo los buenos momentos con familia y amigos.
¿Cómo nace tu vena escritora?
Creo que fue una evolución natural. Recuerdo que de pequeña en mi casa había solo dos libros, que además compartía con mis hermanos, “Érase una vez” y “La edad de Oro”, de José Martí. Los leía una y otra vez, hasta me sabía los cuentos de memoria y fantaseaba con los personajes. En mi mente he sido desde una princesa hasta un conejo.
Empecé a leer libros de adultos con doce años y casi todos eran novelas policíacas. Nada apropiado para esa edad, pero era lo que había. No tenía opciones para escoger. Estudié internada toda mi adolescencia y solo iba a casa el fin de semana. Por aquel entonces era más tímida y algo introvertida, así que encontré en poner en blanco sobre negro mis pensamientos, una manera de evadirme. Siempre estaba con un bloc anotando todo lo que me pasaba por la cabeza. Me dije que algún día escribiría una novela, solo que pensé que sería algo de misterio o policíaca. Sin embargo, mi primera novela ha sido una historia romántica con relaciones no convencionales, algo de drama y crítica social.
“Entre Jade y Esmeralda” es tu primera novela, ¿por qué no habías publicado antes?
Pues porque permití que la vida y la rutina me fueran engullendo. Vivía muy metida en mi papel de madre, esposa y ama de casa hasta que mi hijo se hizo mayor, se independizó y se fue a vivir a EE.UU. Aunque no llegué a sufrir el síndrome del nido vacío porque dedicaba muchas horas a un trabajo que no me reportaba la gratificación que deseaba, pero tampoco me daba tiempo a pensar. Entonces llegó el confinamiento por la pandemia y, de pronto, casi sin quererlo, un día la idea que llevaba tiempo rondando en mi cabeza empezó a materializarse.
¿Qué es lo que más destacarías de tu obra?
Yo no soy objetiva con ella porque a mí me encanta. He escrito una novela como las que a mí me gustaría leer.
Pero si tengo que escoger algo para destacar sería el mensaje principal que he querido transmitir y es que, sin importar cuál es nuestra realidad, siempre hay otra posible. Cambiar nuestras circunstancias depende en gran medida de nosotros mismos, unas veces con trabajo, esfuerzo y constancia, y otras, como le pasó a Beatriz la protagonista, a través de las decisiones que tomamos.
¿Por qué ese nombre para tu novela?
Lo entenderás cuando la leas. No te lo puedo contar porque destriparía la sorpresa que tengo preparada en ella. Lo que coloquialmente llamaríamos: un espóiler como una catedral.
¿Qué es lo que más te costó a la hora de escribirla?
Algunas escenas de sexo. No todas, pero hay algunas que, por ser relaciones no convencionales, me sacaron de mi zona de confort.
¿Qué es lo que más satisfacción te aporta?
Abrir mi ordenador y encontrar opiniones de gente a las que no conozco. Que mi madre, mis hermanas o mi hijo me digan que les ha gustado, por supuesto que me agrada, pero la sorpresa llega cuando esas opiniones vienen de la mano de personas que han leído el libro y sin conocerme de nada se toman su tiempo para dejar un mensaje. Unas veces por privado en Messenger, otras en mis redes sociales en abierto y las que más nos ayudan a los escritores, las opiniones que dejan en Amazon, Goodreads y otras páginas web especializadas.
Me sorprendió mucho recibir opiniones de lectores de Estados Unidos. Cuando se publicó la novela yo estaba allí de vacaciones visitando a mi familia, pude hacer algo de publicidad y el boca a boca funcionó muy bien entre la comunidad hispana. Hasta la fecha he vendido más en Estados Unidos que en España.
¿Qué pretendes provocar en el lector con la lectura de tu obra?
Además de entretener, mover conciencias. En esta novela hay drama y algo de crítica social. Siempre digo que lo que me gusta a mí no tiene por qué gustarle a los demás y, aun así, es totalmente válido. Deberíamos ser más tolerantes y no juzgarnos unos a otros, porque en este mundo tan grande y tan diverso, hay espacio para todos.
¿Tienes algún nuevo proyecto en mente que puedas adelantarnos?
En realidad, sí, tengo varios. Ya te dije que soy de mente inquieta.
Empecé a escribir la segunda novela en cuanto la primera pasó a imprenta. Aunque va lenta. No le estoy dedicando todo el tiempo que quisiera porque también estoy haciendo un curso de Escritura y otro de Marketing digital. Además, “Entre Jade y Esmeralda” ha tenido muy buena acogida y eso implica que muchas lectoras que viven relativamente cerca de mí me escriban para que les firme los libros y no hay nada que a mí me guste más que una buena charla con un café delante.
¿Qué opinas del papel del escritor en las redes sociales?
Las redes sociales son una buena herramienta para darte a conocer. Si se usan correctamente, pueden atraer a muchísimo público y eso compensa el esfuerzo. Sin embargo, yo tengo una relación amor-odio con ellas. Me resultan agotadoras y en ocasiones estresantes porque hay que estar muy activo y crear contenido. Todo esto quizás está motivado por mi desconocimiento. Siempre las utilicé para tener contacto con la familia y los amigos que, como ya conté antes, están dispersos por todo el mundo. Ahora que me he visto en la obligación de abrir mis redes, he pasado de menos de cien amigos en Facebook a más tres mil en poco tiempo, y eso asusta. También hay que filtrar mucho, porque no te imaginas las de cosas que llegan por Messenger.
¿Qué consejo te gustaría darle como escritor a tu yo de hace unos años?
Levántate, apaga el ordenador, coge el bolso y sal corriendo de ese trabajo que no te llena. Busca lo que te haga feliz donde quiera que eso se encuentre. Te sorprenderás, créeme.
¿Cuál es tu libro preferido?
Sin lugar a dudas, “Cumbre Borrascosas”, la única novela de Emily Brontë.
¿Qué estás leyendo ahora?
Estoy leyendo “No decepciones a tu padre”, de Carme Chaparro.
¿Cuál ha sido tu experiencia con la Editorial Círculo Rojo?
Estoy muy contenta. Son excelentes profesionales: resolutivos y competentes. Pero por sobre todas las cosas, debo señalar que todos con los que me ha tocado trabajar son extremadamente amables, y eso es un plus. A mí me ganó Carmen, mi editora, en la primera conversación que tuvimos.
Para terminar, ¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
El libro se puede comprar en las web de Amazon.es, Círculo Rojo, Casa del Libro, Fnac, El Corte Inglés y Agapea. También en cualquier librería que trabaje con Logista.
Los que viven en España y lo quieran tener dedicado, se pueden poner en contacto conmigo escribiéndome a través de mis redes sociales buscándome por Seti Falcón directamente en Facebook, Instagram o Twitter.
Y para compras fuera de España, en Amazon.com
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