“El Misterio de Pozales”, obra más reciente de José Antonio Garzón
¿Quién es José Antonio Garzón?
Difícil pregunta. Pienso que describirse a uno mismo debería de ser una tarea delegable a la gente que me conoce o con la que he tenido algún tipo de relación. Supongo que soy yo mismo, ni más ni menos, una persona a la que le gusta escribir al margen de todo, de cualquier convencionalismo y cualquier predisposición a hacer de la escritura, cualquier otra cosa que no sea pasar un buen rato a pesar de las dificultades que ello entraña. Por lo demás, soy alguien que nació en Granada hace ya muchos años, en 1976, algunos dirían que por suerte después del fin de una dictadura, pero a veces pienso que en efecto es cierto: no hay nada más sano para el ser humano que haber nacido y vivir en libertad. La literatura me llena mucho pero también he hecho “ pinitos” en la universidad con mi licenciatura en Sociología que terminé hace algunos años y con mi afición también más recientemente por el Derecho que me encuentro estudiando a distancia. Nada de esto me ha permitido vivir con una persona más o menos decente( lástima en cierto modo) por lo que he trabajado desempolvando expedientes en la administración pública, y volando de un lugar a otro del mundo como auxiliar de vuelo. A pesar de todas estas vicisitudes laborales, he de decir que Granada es mi ciudad y gracias a ello y a otras circunstancias, en la actualidad trabajo en el Ayuntamiento de la ciudad; reencontrarme con mi trabajo de oficinista me ha gustado tanto como volver a leer un libro olvidado que en su momento, te gustó mucho.
¿A qué edad sientes la necesidad de empezar a escribir?
Bueno, no sabría decirlo a ciencia cierta. La verdad es que siempre, desde muy pequeño, he sentido una gran predilección por el lenguaje, la literatura y las letras en general, aunque no descarto la fascinación por aspecto científicos de la vida que no rodea. El mundo de las letras ha sido el origen y el final de mi mundo como estudiante hasta llegar a la Universidad, y a lo largo de todo ese periplo, siempre me gustó bastante expresarme con libertad a pesar de los dogmatismos académicos que he circundado. Escribir en serio( si se me admite la imprecisión entrañable del término), ha sido algo reciente, fruto de mi interés por la literatura desligada de todo tipo de dogmas academicistas o encorsetados en las directrices de cualquier ámbito formativo, a pesar de que debo confesar he participado en varios talleres de escritura creativa online, y la experiencia, ha sido más que interesante, clarificadora puesto que me ha permitido entender que el estilo literario, es tan personalista, tan de cada uno, como la propia persona, y eso, me hizo escribir hasta el final mi primer libro con tintes autobiográficos y con resonancias novelescas que han gustado a alguna gente.
¿Cuántos libros has publicado desde entonces?
De manera oficial como se suele decir, a través de editorial como es el caso de Círculo Rojo, tan solo El Misterio de Pozales, a pesar de que debo admitir la existencia de otros libros que andan por ahí y que corrieron la suerte de una autoedición de tirada muy escasa como fue el caso de “ Samarcanda el sociólogo que soñaba con las estrellas y un uniforme azul”, una disparatada referencia biográfica a mis desbarajustes emocionales con el ya extinto servicio militar. Por lo demás, estoy terminando otra novela corta, de temática totalmente diferente a lo publicado con anterioridad: un relato de ficción sobre vivencias de jazz, violencia y drogas en el San Sebastián de los años ochenta, con el terrorismo y el miedo generalizado como telón de fondo.
¿Qué es lo que más destacarías de cada uno de ellos?
De “Samarcanda” guardo un recuerdo muy grato puesto que su génesis y puesta en escena tuvo que ver mucho con mis andanzas en los cursos de escritura creativa que realicé en varias escuelas de escritura online. No es que me sirvieran para mucho desde una perspectiva de capacitación narrativa, al contrario, me hicieron falta para darme cuenta de que el elemento motriz del oficio de la escritura no es más ni menos que la libertad para contar aquello que a uno de le parezca menor, sin directrices ni artimañas de ninguna clase para hacer literatura. Por eso, decidí abordar la escritura de una experiencia biográfica en primera persona, sin tapujos de ninguna clase y con la sinceridad y la soltura narrativa por bandera; disfruté mucho con su escritura, lo edité de forma muy económica y lo distribuí entre gente muy allegada, más o menos que con mi siguiente obra algo más elaborada y madura desde la intencionalidad creativa y del estilo que no resulta fácil de fraguar: me refiero a “El Misterio de Pozales”, una novela que combina misterio, intriga, terror y fuertes dotes de autobiografía camuflada en uno de los protagonistas de la acción.
Se trata de una novela que se gestó durante mucho tiempo a nivel inconsciente y a la que por fin logré dar forma, y del resultado, la verdad es que no me puedo quejar, no tanto del tirón comercial sino por la acogida de gente que se ha interesado por la misma desde el mismo momento que supieron de su existencia. Se trata sin duda, de un paso más en la libertad creativa y estilística que espero ir puliendo cada vez más.
Hablemos de tu obra más reciente. ¿Cómo nace la idea de escribirla?
“El Misterio de Pozales” es una novela que tiene muchos puntos cardinales, muchas radiales que confluyen en un solo punto: mi pasión por la narrativa de misterio y su impregnación en la vida de las personas, o mejor dicho, de cómo los aspectos más supuestamente anodinos de la existencia de las personas, pueden estar revestidos de los más insospechados de todos los misterios. He de confesar en este sentido que la idea no es mía en exclusiva, sino que surgen de una proposición argumental planteada en numerosas obras de uno de mis escritores favoritos, Stephen King y que plantea un dilema tan simple y tan completo de originalidad como es preguntarse : ¿ qué ocurriría si mezclamos dos cosas en apariencia inconexas y dan como resultado un efecto maravilloso e intrigante que pueda atraer al lector y seducir de igual forma al escritor? King se preguntaba en una sus novelas que para mí resulta fantástica, qué ocurriría si en un pueblo normal de remota geografía en el estado de Main, comenzaran a ocurrir desapariciones de personas sin ningún motivo aparentemente plausible. Por aquella época de mi vida en la que estaba enganchado a las novela de Stephen King, el destino azaroso de mis vivencia como funcionario de pobre cualificación, me llevaron hasta un pueblo situado muy al norte de mi provincia, Granada y no tanto su aspecto, como su ubicación y la forma en la que me convertí sin quererlo en una figura enigmática para la mayoría de la gente con la que me topaba a diario, hicieron que me plantease escritor una historia que combinara elementos de ficción con grandes dotes de realismo para crear una trama de terror y misterio, pero a la vez de lo más creíble; y creo que ha funcionado.
¿Qué pretendes conseguir en el lector con su lectura?
Por encima de todo, aunque suene a tópico maniqueo, lo que quiero es que disfrute con su lectura, tan simple como eso, creo que la labor del escritor si tiene algún sentido, es esa. Sufro mucho la verdad cuando escucho decir a alguien que ha comenzado a leer una obra que tal o cual escritor es un latazo, que nos e entera de nada o que simplemente no le atrae la trama. Por supuesto, depende mucho del modo y del tono en el que se escriba, a igual que ocurre con la música, pero siempre hay que mantener el ritmo y pensar en el lector como primera y última partida de todo. Por supuesto, si el escritor no disfruta haciendo lo que hace o al menos reconoce a cierto punto que lo que está escribiendo puede fascinarle para no hay nadie que pueda sentir un mínimo de querencia por ello, es a mi modo de ver como empeñarse en poner en funcionamiento un tren en una vía muerta.
Debo decir en este sentido que por lo que he podido comprobar hasta el momento, que las personas a las que le he hecho llegar “ El Misterio de Pozales” han mostrado una muy buena acogida, incluso se han leído la novela del tirón en algunos casos esperando encontrar página tras página la clave a la solución del enigma y de la trama de misterio con la que fue concebida la novela. Si es cierto también que después de una lectura pausada, sería necesario mejor el ritmo intermedio de algunos pasajes y librar al texto de un exceso de sobre escritura, no muy exagerado pero que siempre viene bien para mejorar la agilidad narrativa. Por lo demás, estoy muy contento por parte de la acogida de los lectores que se han mostrado muy intrigado por la trama y sorprendidos al final por el desenlace y la trama oculta que encierra todo el texto desde el principio.
¿Eres un escritor ambicioso de los que quiere llegar lejos, o te conformas con escribir lo que quieras y publicar a tu ritmo, con diferencia del éxito que puedas conseguir?
Para mí llegar lejos, es publicar lo que me apetezca en cada momento sin esperar complacer a nadie ni inscribirme dentro de ningún circuito de eso que se podría llamar lo “ literariamente correcto”; de hecho, pienso que la función de la escritura es precisamente esa, la de romper barreras y la de lanzarse a la piscina, sin pensar que haya agua o no. En este sentido, me siento muy cómodo escribiendo sobre lo que conozco de muy primera mano como mis tribulaciones con “ Samarcanda” o con “ El Misterio…” con suntuosos tintes autobiográficos a pesar de que se trata de una obra de ficción. En la actualidad, estoy enfrascado en otra novela corta que tiene como protagonista a un personaje que coincide sospechosamente mucho con un buen amigo al que le fascina mucho la escritura y la música.
Me siento muy libre escribiendo aquello por lo que siento cierta fascinación y eso, la verdad, me ayuda mucho a “ perforar el papel” en palabras de John Gadner. Sé que no es fácil la este oficio, que sin intención de añadir una nota de cursilería a su caracterización más realista, es o deber de ser una pasión más que una profesión, y eso en mi opinión, facilita mucho las cosas. A menudo la gente me pregunta de donde saco tiempo para escribir y suelo responder que de cualquier momento y lugar aunque el verdadero foro de la creatividad es sentarse cada día, sin excusa alguna frente a la pantalla en blanco; el resto, puede o no llegar, pero el momento en el que las palabras fluyen y la trama cobra vida y me siento a gusto con lo que hago, es algo que no tiene precio.
No me gustaría ser un escritor de fama puesto que al final, es algo que siempre inhibe a mi modo de ver mucho la creatividad. En este sentido, me gusta mucho la similitud metafórica en el mensaje de “Misery” de Stephen King en la que la presión que sufre del fuera el escritor puede llegar a convertirse una obsesión para sus lectores y para sí mismo. Me da mucho vértigo pensar en premios, en reconocimiento y críticas; me gusta escribir y basta, a ser posible, de la forma más libre que pueda en cada momento. No es un argumento de falsa modestia: ni tan siquiera me considero escritor, solo soy una persona a la que le gusta escribir y que procura hacerlo todos los días, y a cada página que voy dejando atrás, me pregunto si lo soy en realidad o no puesto que me parece la de ser escritor, una categoría o algo demasiado serio como para dejarlo en manos de cualquiera.
¿Cómo ha sido tu experiencia sobre el proceso de publicación?
Ha decir verdad, algo estresante en un principio pero al final, muy satisfactoria. Ajustarse a lo requerido tanto por uno mismo como por los criterios editoriales a menudo, no resulta fácil.
¿Hay algún consejo que puedas dar a los que ahora están escribiendo algo con la idea de publicarlo algún día?
Sí, desde luego: que no piensen tanto en el éxito comercial como en disfrutar con la escritura. Ya sé que es una argumentación clásica que rallar en el convencionalismo creativo de hacer las cosas por amor al arte y nunca mejor dicho, con tal de desligar el impulso creativa de cualquier tipo de compensación social de reconocimiento o económica, pero pienso que debe de ser así. El estado natural del escritor es a mi modo de ver la soledad, la incertidumbre y lo que yo llamo la “ indefinición sustancial” de su obra, es decir, el hacer algo sin pensar más allá de cualquier tipo de logro. La verdad que a mí me ha servido para avanzar en la escritura con el único propósito de terminar la novela, donde mi mayor satisfacción ha sido la de que las personas interesadas en el proceso, hayan visto al final el libro entre sus manos, y espero hayan disfrutado con su lectura.
¿Cuál ha sido tu experiencia publicando con la Editorial Círculo Rojo?
Todo un reto, desde el principio.
Se trataba de la primera vez que publicaba con ellos no solo en lo que respecta a la publicación de mi primera novela, sino también al contacto con una editorial para la difusión de una obra desde un punto de vista comercial. Si es verdad que durante el proceso de corrección he encontrado algunos inconvenientes puesto que el autor debe de trabajar codo con codo con el corrector y no siempre se pule el texto todo lo bien que a uno le quisiera tener en cuenta para que no aparezcan erratas de última hora que comprometen al autor y a la editorial en cuanto al producto final. Por lo demás, todo ha sido fantástico y respecto al diseño de portada, el trabajo final ha sido espectacular. En cuanto a una reedición, estoy trabajando en ello y en breve verá a la luz una versión mejora de la primera obra; incluso tengo en mente mandar una nueva obra para su publicación, con un estilo y una temática radicalmente diferente a la anterior.
¿Qué autores te han inspirado más a la hora de escribir?
La verdad es que siento una gran predilección por las novelas de Stephen King, que me han fascinado desde el momento que tuve la suerte de hacerme con algunas de sus obras primeras que para mí, son las mejores como “ El Resplandor”, “ El Misterio de Salem´s lot” y “Cementerio de animales”, por citar algunas aunque como digo, todas me parecen sencillamente fantásticas por esa magistral mezcla de ficción con grandes dosis de realidad. De otro lado, me gustan muchos los autores españoles como Antonio Muñoz Molina puesto que sus novelas son algo muy nuestro con una combinación de la entrañable cultura campesina andaluza y de exotismo cosmopolita. Las novelas de Benito Pérez Galdós han comenzado a gustarme mucho, como “ La Fontana de Oro” de cuya existencia tuve conocimiento a partir de la magistral obra de Televisión Española sobre la muerte de Prim en “ El asesinato de la calle del turco”, y alguno de los episodios nacionales en los que ando enfrascado. En general, me gusta un ámplio rango de autores y no por aquello de que de cada uno se cada algo, sino porque son únicos en su género y en su forma de contar las cosas y eso siempre es una aliciente para leerlos sin pretensiones literarias que vayan más allá de su narrativa; o al menos eso es lo que pienso respecto de cómo un escritor en ciernes debe de admirar lo ya escrito por los maestros de la literatura de un origen u otro. Para mí leer no debe de tener funcionalidad creativa alguna en aras de copiar un estilo o una forma de contar las cosas, sino que es un ejercicio de enorme admiración y respeto por el oficio de escritor que no siempre es fácil.
En este sentido, me gustan mucho los libros que hablan de escritores, sus experiencias creativas y cómo se enfrentan a la jungla de lo cotidiano con su especial don para ver el mundo desde una perspectiva que se nos pasa desapercibida la resto de personas, o que exige un nivel de capacitación creativa que a mí personalmente, me resulta fascinante. Se lee y se escribe no para contar el mundo, sino para desbaratar las angosturas de su existencia tal y como se nos presenta.
¿Dónde se pueden conseguir tus libros?
En Círculo Rojo principalmente aunque también he hecho una distribución entre amigos, conocidos y toda aquella persona que se ha interesado por mi primera novela. En breve, llevará a cabo una reedición y estará disponible en librerías cercanas a mi domicilio y en general, para toda persona que quiera adquirir online el ejemplar. De todas formas, adelanto que en sí, la publicación de la obra ya es para mí un logro; el resto, el tirón comercial o el conocimiento más allá de mi círculo íntimo de personas, me resulta tan improbable por ahora como innecesario. Escribir para mí, es lo primero, lo demás, si tiene que venir, vendrá.
Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?
Esta pregunta es como un arma de doble filo a mi modo de ver: si por un lado hay libros que a mí personalmente me han gustado bastante, no por ello tiene que gustarle a otra persona. Pero sí, me gustaría destacar algunas novelas que me han aportado buenos momentos de lectura como “ Sin novedad en el frente” de Erick María Remarque que relata en primera persona las terribles vivencias de un joven soldado alemán en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, con un alegado anti belicista de una brillantez excelente y que bien se puede aplicar a nuestros días donde la guerra sigue estando por desgracia, presente en muchos escenarios de la vida social cotidiana en países como Ucrania, el Yemen, por no decir de las guerras olvidadas en el continente Africano. Me gustó también mucho la segunda parte de la novela: “ El Regreso” y que relata las dificultades de adaptación a la vida cotidiana de los soldados que sobrevivieron a la guerra. “ Volver a donde” de Muñoz Molina, salvando las distancias cronológicas, me proporcionó también grandes momentos de lectura, ya que relata las vivencias en primera persona del confinamiento durante la crisis del COVID y que bien puede servir de ejemplo para identificarnos en lo esencial con las experiencias que en lo fundamental, hemos vivido las personas que hemos tenido que pasar por ese trance identificativo. En relación con esta lectura, me parece muy acertado echar un vistazo a la novela “ Apocalipsis” de Stephen King que habla allá por los inicios de los noventa, de una sugerente pandemia a nivel mundial provocada por una gripe muy contagiosa…Resulta fascinante pensar en las secretas redes de conexión entre los libros y las historias en ellos contadas que a menudo se tejen de forma inconsciente y que tienen como resultado, buenos momentos de lectura y de reflexión. Misery también me parece una obra fascinante para todo el mundo en general y en especial para quienes quieran adentrarse en la locura de la escritura, y nunca mejor dicho lo de locura, puesto que en una novela que describe el proceso por el que una lectora fan número uno, llega hasta el extremo de querer matar a un escritor que admira profundamente por el hecho tan simple de que no le da lo que quiere en cada momento; me parece que la obra encierra una reflexión de tipo freudiana sobre la presión a la que el escritor se somete a sí mismo a riesgo de conformar a su posible público.
En general, suelo enfrascarme en la lectura de aquellos libros que de forma inopinada caen en mis manos, y más recientemente, me ha gustado mucho una novela que encontré en un rastro benéfico y que debió de pertenecer a una persona muy aficionada a la lectura: “ La isla de delfines azules” de Scott O´dell y que según consta en el reverso de la obra, se consideró un libro de lectura obligada en Estados Unidos para los estudiantes de secundaria. Se trata del relato de una joven indígena de una isla cercana a las costas de California a donde llega un barco cargado de hombres de las Aleutianas con intención de hacer negocio con las abundantes nutrias de la isla; el amor por su isla y por los animales que allí habitan, convierten a la protagonista en una testigo sin igual de la barbarie y la codicia humana, todo un arquetipo atemporal aplicable a la sociedad en la que vivimos.
En definitiva, recomiendo a cualquier persona que leyera lo que le apetezca en cada momento, y que se aleje de los estereotipos temáticos y de las modas literarias que aglutinan la curiosa paradoja de que desaparecen y siempre están ahí para rescatarlas en cualquier momento; por eso me gusta tanto leer libros pasados de moda y romper los esquemas de esnobismo temático que siempre circunda la profesión de la escritura y su correlato más noble y entrañable como es siempre la lectura.
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