Charlamos con Mar Veiga y Pilar Jurado, autora e ilustradora de “El eco de tu voz”.
- Para empezar, Mar, ¿qué te inspiró a escribir “El eco de tu voz” y cómo surgió la idea de esta novela ilustrada?
“El eco de tu voz” surgió de una ilusión y una necesidad el mismo tiempo… Pilar buscaba alguien que le diese aporte literario para sus ilustraciones y yo necesitaba ilustrador para mis cuentos infantiles. El trabajo comenzó con varias ideas y bocetos para los dos géneros, pero, nos dimos cuenta enseguida que teníamos entre manos algo muy bonito que merecía toda nuestra atención y decidimos centrarnos en este proyecto.
- Pilar, ¿puedes contarnos un poco sobre tu proceso creativo para tus ilustraciones? ¿Qué te inspiró?
Antes de “El eco de tu voz” ilustré dos libros de retratos, básicamente, y me apetecía hacer algo que transmitiera fantasía, magia y sensualidad para dar un vuelco a lo que había hecho hasta ese momento. Comencé a dibujar figuras femeninas porque en todas ellas veía algo de mí, de mi situación en ese momento, valentía, sumisión, inquietud, deseo, esperanza o incluso miedos. Reuní un número considerable de dibujos y decidí que podía convertirlos en un libro acompañados de un texto.
- Mar, ¿cómo influye tu tierra natal, Galicia, en la ambientación y los temas de tus novelas, en especial en esta obra?
Todos los lugares que he visitado y en los que he vivido, todas las personas que conocí, y continúo conociendo, me aportan mucho y sobre ello escribo; esas personas y espacios nutren y suman. Sin embargo, mi tierra es mi ADN, es mi manera de abrazar la vida con mi acento. Ese estado de introspección que regala Galicia es el que me enseña a crear la diégesis de personajes y escenarios para mis textos en escenarios paradisíacos que invitan a la reflexión y el autoconocimiento.
Con tu permiso, Carlos, te contaré una anécdota: Hace años, viviendo en Cartagena, hice varias exposiciones. En una de ellas, mostré una extensa colección de óleos junto a dos compañeras. Cada una teníamos una sala para nuestras obras. La víspera de la inauguración visitó la exposición un prestigioso y anciano pintor y, al visualizar cada uno de mis cuadros preguntó si todos pertenecían a la misma pintora. Respondieron que sí. El buen hombre esperó a que yo llegase para preguntarme en qué épocas y lugares había pintado cada uno. Le expliqué cuáles eran los cuadros pintados en Galicia y los que provenían de otros lugares. Me respondió (literal): “Neniña, sigue pintando con la luz de tu tierra, la que tú llevas dentro.” Él, que también era gallego, me mostró el camino que debía seguir, no tan sólo en la pintura.
Puede parecer que, aunque intente desarrollar otros estilos (ahora hablo de la escritura) no sea capaz de llegar al lector si no muestro mi querencia, relatando sobre una tierra rica en misterios e intimismo y con un lenguaje de prosa poética. Puede ser… pero, cuando me propongo estilos diferentes, al instante me acuerdo de aquel consejo y continúo fiel a la misma línea. Quizás sea un error…no sé.
- Mar, ¿cómo fue el proceso de escribir la historia partiendo de los dibujos de Pilar Jurado? ¿Te resultó desafiante adaptar tus palabras a las ilustraciones?
Sí, lo fue, porque me encontré con unos dibujos con mucha fuerza y de cada uno de ellos necesité atrapar una historia. El reto consistió en relatar una escena creíble partiendo de la fantasía. Creo que lo he conseguido…el lector tiene la última palabra.
- Nos gustaría saber la opinión de ambas, por lo que ¿cómo fue la coordinación entre ambas para aseguraros de que la narrativa se complementaba perfectamente con las ilustraciones?
Pilar: Después de varias reuniones intentando buscar una idea para agrupar los dibujos que había y después de llegar a varias soluciones para que los dibujos que no tenían que ver se pudieran juntar en un relato, a Mar se le ocurrió la idea de crear a Lía. Desde el principio nos compenetramos muy bien para enlazar dibujos y texto.
Mar: Así fue. Al comenzar el proyecto nos reunimos varias veces y planteamos una idea inicial. A partir de ahí el proceso de escritura se desarrolló casi en solitario. Viajé a Galicia y las ideas que me llegaban se adaptaban paso a paso a las ilustraciones. En ocasiones trabajé sobre el dibujo y en otros momentos que conseguí escribir un relato sin conexión alguna con el guion de las ilustraciones, le pedí a Pilar que dibujase algo con unas características específicas y ella lo hizo magistralmente. Sí, fue un buen trabajo en equipo.
- Mar, la protagonista de la obra tiene un don extraordinario. ¿Qué te llevó a crear un personaje con estas habilidades y qué papel juegan en la trama?
El papel que juega Lía en la trama es principalmente engarzar cada relato y cada dibujo para que no quedasen textos aleatorios, para conformar un contexto. De otro modo quedaría como un libro de relatos y al crear a Lía he conseguido estructurar un eje en la novela.
El “don de Lía” solamente, y no es poco, reivindica esas capacidades o habilidades que todos llevamos dentro escondidas y tan necesario es sacarlas fuera y desenvolver para nuestro desarrollo personal y, ya de paso, mostrar o ayudar con ellas a los demás. El “don de Lía” es la metáfora de la voz que todos llevamos dentro. Es nuestro eco interior, esos miedos que nos asaltan en ocasiones y nos hacen dudar…y ahí el título de la obra.
- Pilar, cada dibujo en este libro es una historia en sí misma. ¿Tienes algún dibujo favorito o alguna ilustración que consideres especialmente significativa?
Todos son mis favoritos, todos forman parte de mí de alguna manera. Quizás el dibujo de Lía sentada en el Café Turquía dibujando puede significar más para mí por varias razones: porque me identifico con la protagonista, porque la pose del dibujo fue inspirada en una foto que hice a mi nuera para inspirarme, porque a través del ventanal pasean mi hijo y mi fiel mascota…es un dibujo hecho a conciencia.
- ¿Cómo pensáis que enriquece la experiencia del lector el hecho de que la novela esté ilustrada?
Pilar: Creo que es muy positivo, tras una narrativa que te hace reflexionar y sentirte a gusto, encontrar una imagen que también te hace disfrutar la vista y perderte un rato observando los detalles, es una combinación de “sabores” que hacen una lectura amena y bella visualmente.
Mar: Están llegando los primeros feedback de los lectores y por sus comentarios, en algún relato demasiado onírico o abstracto, la ilustración les ha servido para determinar el motivo de tales reflexiones. Así que yo creo que, para este tipo de lenguajes, el dibujo es muy importante porque siempre complementa. Casualmente hoy me llegó un comentario de una persona que compró el libro y antes de leerlo admiró los dibujos…Sí, creo que le primer impacto visual de las ilustraciones enriquece la lectura.
- Mar, has escrito cuentos infantiles, relatos y novelas. ¿Cómo ha sido la transición entre estos diferentes géneros y formatos? ¿Qué retos y satisfacciones has encontrado en cada uno?
Carlos, comienzo por la satisfacción, porque esta es la que me lleva a escribir a diario. Escribir para mí es casi terapéutico, necesito hacerlo cada día un poquito, aunque sea solamente un párrafo… aunque no lo utilice en ninguna historia a posteriori, lo escribo y lo guardo.
El momento de tener el libro ya publicado en mis manos es muy gratificante; otro es cuando los lectores te escriben contándote sus opiniones con las que aprendo muchísimo. También hay otra sensación muy bonita, cuando los libreros recomiendan nuestros libros. Eso es importantísimo para nosotros como autores y creo que no agradecemos suficiente que nos elijan en un mercado actualmente saturado de publicaciones.
En los cuentos o novelas ilustradas el gran reto es tener las mismas afinidades con tu ilustrador. En los trabajos creativos de cualquier ámbito todo lo que se hace es muy emocional desde la primera letra o pincelada. Todos le ponemos pasión, pero lo complicado es enfocar el mismo objetivo siguiendo unas directrices cuando tenemos diferentes ideas sobre el proyecto. Puede enriquecer o por el contrario dificulta conseguir un término medio para estar de acuerdo en el resultado final.
Normalmente escribo relatos y alterno con novela. Ambos géneros no se importunan entre ellos. El lenguaje o la trama puede ser muy semejante con la particularidad de que escribir un relato es mucho más intenso, visualizas principio y fin al mismo tiempo que lo estás escribiendo. Acotar una historia en quince o veinte páginas es un trabajo muy interesante y que me agrada realmente. En la novela puedo tomarme otros tiempos más relajados.
Si todos los géneros requieren atención, en todos tenemos la responsabilidad de hacerlo bien, en los cuentos infantiles el reto es mayor. El lenguaje y el mensaje para los niños ha de ser más esmerado y responsable. Es un trabajo muy enternecedor porque es necesario sacar el niño/a que llevamos dentro para entretener y sobre todo educar, y ha de hacerse analizando cada palabra.
- Para finalizar, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo?
Pilar: Ha sido una gratísima experiencia que nos ha hecho sentirnos apoyadas y muy bien aconsejadas por profesionales que han convertido el proceso en algo ameno y fácil. Un trato amigable que sin duda repetiremos.
Mar: Trabajar con Círculo Rojo no ha sido una decisión aleatoria. Nos informamos con escritores que habían publicado con esta editorial y consultamos foros. El abanico de editoriales es inmenso, pero, arriesgamos y decidimos firmar con ellos con total acierto.
Desde Alicia, nuestra editora, pasando por Yaricsa, Madeleine Sánchez Dpto. de Comunicación, Maite Martín Dpto. de Distribución, y las dos agentes de la editorial que conocí en Sant Jordi en Barcelona, en el primer contacto visual de la editorial (perdón por no recordar sus nombres). Todas y cada una de ellas estaban ahí al teléfono, o vía mails, para responder a cualquier duda nuestra; gracias también a todo el equipo que hay detrás, interno y externo.
Y ahora a vosotros, encargados del marketing de “El eco de tu voz” Pilar y yo, solamente podemos estar inmensamente agradecidas.
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