Ainhoa Bueno, autora de “Cuentos, poesía y mucho más”, nos da mucho más detalles de su obra publicada con Círculo Rojo.
Combinas una carrera exitosa en comunicación corporativa con tu pasión por la escritura. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre estos dos mundos y cómo crees que influye tu formación en periodismo e historia en tu enfoque literario?
Efectivamente, en la actualidad trabajo como consultora de comunicación en ILUNION Comunicación Social y, en concreto, como responsable de prensa del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad también conocido por sus siglas CERMI. De modo que, esta responsabilidad, que también es pasión, ocupa gran parte de mi tiempo. En mi caso, la fórmula para encontrar el equilibrio entre estos dos mundos ha sido la organización y la paciencia, la constancia y el no desfallecer. Para ello, creo que es importante marcarse objetivos y metas.
En cuanto a cómo influye mi formación de periodista en ambas esferas, debo decir que bastante teniendo en cuenta que en ambas, tanto en mi trabajo como en mi faceta de escritora, me valgo de la carrera que estudié para saber transmitir. En el ámbito laboral la rama de la historia no la he podido explotar mucho, salvo cuando trabajé como documentadora en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, y sí pude conjugar ambas profesiones “periodista e historiadora”.
Además de tu trabajo en comunicación, también eres locutora profesional y tienes un compromiso valioso con la Fundación ONCE del Perro Guía. ¿Cómo influyen estas experiencias adicionales en tu perspectiva como escritora?
Mi faceta como locutora profesional de anuncios y spots, y como actriz de doblaje creo que me ha servido no solo para dar “cuerpo” y personalidad a mi voz, también me ha servido para ganar confianza y acometer con seguridad situaciones en las que debo exponer o hablar públicamente, por ejemplo, en recitales de poesía.
Por otro lado, ser familia de acogida de Futuros Perros Guías, me ha llevado a descubrir una manera de amar diferente. El amor hacia los animales, que hasta entonces no había experimentado, ha sido todo un hermoso aprendizaje que me ha acercado a nuevas emociones, y, por lo tanto, a nuevas fuentes de inspiración para crear textos y versos.
Tu libro, “Cuentos, poesías y Mucho más”, abarca una variedad de géneros literarios. ¿Qué te inspiró a crear una obra tan diversa y cómo lograste unificar estos elementos en una experiencia para el lector?
Me confieso amante de la poesía, de los versos, su rima, su capacidad para transmitir emociones. Al mismo tiempo, la prosa es para mí, una ventana hacia la expresión más natural y sencilla, más directa y clara. La poesía, el alma; y la prosa el cuerpo. De modo que, no entiendo uno sin el otro. Y es precisamente, esa fusión la que creo que hacen que la lectura de mi libro sea “mucho más”.
Utilizas el seudónimo “Doceletras”. ¿Puedes compartir con nosotros cómo surgió este nombre y por qué decidiste utilizarlo para publicar tu obra?
Sinceramente, el seudónimo DoceLetras no surge de una idea original, ni siquiera interesante. Simplemente, decidí usar ese sobrenombre porque provengo de una familia muy numerosa. Somos 12 hermanos y yo soy la 2. De pequeña, y sobre todo, durante la adolescencia, intentaba ocultar y esconder esa información porque me daba vergüenza. Sin embargo, cuando crecí, me sacudí las alas del barro en el que yo misma me había bañado y, no solo ya no me escondía, sino que presumía de mi familia. DoceLetras es un homenaje a mi familia, a mis hermanos, a mis abuelos, a mis padres y a su valor de romper con lo establecido. Ahora luzco con orgullo la bandera de los “12” y no me pesan las alas. Vuelo libre.
Tu libro explora temas universales como el amor, la esperanza, la pérdida y la resiliencia. ¿Cómo logras conectarte emocionalmente con estas temáticas y transmitirlas de manera auténtica a través de tus versos?
A veces responden a sentimientos propios que he experimentado. Otras veces, me sirvo de la empatía para crear, es decir, si por casualidad o no, llega a mis oídos una historia de amor eufórico o un drama desolador, me empapo de las emociones del protagonista del relato y lo hago mío, mudo mi piel por la suya, camino con sus zapatos, y escribo. A través de una escucha activa y cercana, y teniendo como aliada a la empatía, se consigue transmitir y conectar con los demás.
Como consultora de comunicación y responsable de prensa, estás acostumbrada a comunicar mensajes claros y efectivos. ¿Cómo se traduce esta habilidad en tu poesía y en la forma en que eliges tus palabras?
Efectivamente, como consultora de comunicación mi deber es comunicar mensajes claros y efectivos. Tengo que utilizar palabras y mensajes que lleguen con claridad a la sociedad. Quizá por eso la poesía la utilizo como canal para “desplegar mi yo” en todo su esplendor, sin límites, ni cotos. Con máximo albedrío. Porque creo sinceramente que la poesía “no necesita traducción”.
En tu recopilación, “Cuentos, Poesías y Mucho Más”, ¿hay algún poema o cuento en particular que tenga un significado especial para ti? ¿Puedes contarnos sobre su inspiración?
El poema titulado ¿habéis visto alguna vez el dolor? Habla sobre Raquel, la sexta de mis hermanos que en 2015 tuvo un accidente de tráfico en la que, durante unos minutos que parecieron horas, temimos por su vida. Quizá es uno de los poemas que más significado tienen para mí. Aunque, debo reconocer que “Mi refranero” o “De pétalos y porcelana” están en mi lista de favoritos.
Has sido elogiada por tu estilo lírico y distintivo. ¿Cómo desarrollaste tu voz poética y qué consejo le darías a los escritores que están buscando encontrar su propio estilo?
Desde mi experiencia personal, el consejo que daría a aquellos que quieren desarrollar su voz poética sería que sean críticos consigo mismos y que relean y revisen sus textos, que cuando den a luz a una idea, no se queden con lo primero que salga, que, desde luego, es la mayor esencia y magia. Sin embargo, el ejercicio de repasar lo escrito permite analizar el texto escrito desde otra mirada y darle profundidad, fuerte, empaque. En definitiva, moldearlo a nuestro antojo.
Trabajas en el campo de la comunicación corporativa y también has dado a conocer tu obra literaria. ¿Cómo crees que la comunicación escrita en ambas facetas se complementa o difiere?
La comunicación corporativa responde a un propósito y cuenta con unos mensajes definidos que tienen que ser claros, concisos, efectivos, potentes. En las obras literarias la pluma es fluida, espontánea, independiente, subjetiva. Las obras literarias y, en especial, en la poesía, es en mi opinión la máxima expresión de belleza por medio de la palabra.
Has decidido autopublicar tu obra. ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo?
Definiría mi experiencia con Círculo Rojo como fácil, ágil, rápida, sostenible y metódica. Círculo Rojo ha hecho posible mi deseo de escribir un libro antes de los 30 años. Quizá señalaría como principal óbice la gestión de la distribución.
Para finalizar, has lanzado tu libro bajo el pseudónimo Doceletras, lo que agrega un elemento de misterio. ¿Qué impacto esperas que tenga este enfoque en la experiencia de lectura de tus lectores?
Espero que tenga un impacto positivo y sea uno de los “factores sorpresa” que les motive a comprarlo en cualquiera de las plataformas en las que la obra está disponible (Amazon, Casa del Libro, FNAC). Y, digo uno de los factores sorpresa, porque en el interior del libro, en sus páginas, sin duda, hay “muchos más”
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