¿Por qué seguimos necesitando mundos imaginarios en tiempos reales? | Por Teresa Valencia del Rincón
En un mundo dominado por el estrés y la hiperconectividad, los mundos imaginarios no son una vía de escape, sino una herramienta poderosa para comprender la realidad. La literatura de fantasía permite explorar emociones profundas, enfrentar miedos y descubrir respuestas a través de lo mágico. Iris, la última novela de la autora, fusiona lo fantástico con lo humano, demostrando que las historias con luz y sombra no solo entretienen, sino que también sanan, despiertan y transforman.