Una charla con el autor Kike Ferrer Moncayo
- Kike, ¿podrías contarnos un poco más sobre tu infancia en Cádiz y cómo esa experiencia ha influido en tu forma de ver el mundo y en tu escritura?
Estudié en San Juan Bosco Salesianos y allí tuve la suerte de tener un profesor de lengua, D. Juan Manuel, que nos inculcó mucho la lectura. Entre ellos Miguel Delibes con Los Santos Inocentes, Edgar Allan Poe y Kafka. Además, en casa mi padre era muy aficionado a la lectura y nunca faltaba nada que leer, sobre todo, temas de historia y de actualidad de aquella época.
- ¿Qué te llevó a mudarte a Barcelona a los 18 años y cómo influyó tu primer trabajo en una editorial en tu pasión por la lectura y la escritura?
En Cádiz mi juventud coincidió con la reconversión naval y la vida allí era difícil a nivel laboral/económico. Y mi intención era ir a Barcelona a hacer algo de dinero porque me tocaba hacer el servicio militar, pero me libré por excedente de contingente y justo en ese momento había encontrado un trabajo en una editorial como plegador de hojas.
Allí, trabajaba de 12h de la noche a 12h de la mañana, y todo lo que hacia lo revisaba como control de calidad, así que al final acababa leyéndolo todo y, además, llevándome ejemplares defectuosos a casa. Allí conocí a Alberto Vázquez Figueroa, cuyas novelas me cautivaron.
- Tu biografía menciona que eres observador y crítico con la política social en España. ¿Cómo se refleja esto en tu obra “Una casa okupada”?
Es habitual escuchar y leer continuamente en las noticias el tema de las ocupaciones, así como los problemas que los propietarios tienen para recuperar su propiedad. Incluso teniendo una única vivienda para residir y que es la que han ocupado. La política actual trata como delincuentes a los propietarios que intentan recuperar su vivienda fuera de los cauces oficiales. Sin tener en cuenta que esos cauces oficiales no son eficientes y, a mi entender, acaban protegiendo más al ocupante sin derecho que al propietario, y más si dependiendo de la provincia en la que se encuentre la vivienda puedes tardar años en recuperar la posesión si vas por vía judicial.
De esta forma en el libro e intentado plasmar, con un poco de humor negro, que ocurriría si los propios propietarios y vecinos se encargasen de solventar esa problemática, sin dejar pistas para que actué la administración o la ley en apoyo a los ocupantes.
- ¿Cómo describirías la influencia de Tiana, el municipio donde resides, en la creación y desarrollo de “Una casa okupada”?
Resido en dicho municipio desde hace más de 20 años y es el que mejor conozco como comunidad vecinal. Es una población pequeña y muy unida que intenta ayudar en todo lo posible a sus habitantes. No me ha sido difícil imaginar, desde la ficción, que un grupo de vecinos se una para defenderse y apoyarse unos a otros.
- La sinopsis de tu libro habla sobre la ocupación de viviendas y la reacción de los vecinos. ¿Qué te inspiró a escribir sobre este tema y qué mensaje esperas transmitir con esta historia?
Porque es un problema muy importante de actualidad, y que la unión entre los vecinos es importante para solventarlos, sobre todo, cuando la administración lo que hace es acrecentar el problema.
- Tus personajes y diálogos han sido destacados por su realismo y detalle. ¿Podrías hablarnos sobre tu proceso creativo para desarrollar estos aspectos de tu narrativa?
Realmente, algunos son personas que están en mi vida o han pasado por ella, y los personajes los he ido adaptando a unas características concretas, dándoles mayor fuerza a aquellos aspectos que necesitaba para ellos. Si bien, también algunos personajes han sido creados expresamente para la novela.
- En “Una casa okupada” se mencionan problemas sociales y políticos actuales en España. ¿Cómo equilibras la ficción con la crítica social en tu obra?
No existe equilibrio. Es una obra totalmente de ficción donde queda al margen la política. He querido reflejar que si bien los vecinos toman la decisión de, entre comillas, tomarse la justicia por su mano, lo hacen movidos por un tema que también va más allá de la política de ocupación de la vivienda, pues también existe un problema de justicia social que lleva a provocar dichas ocupaciones.
- La descripción de los espacios y escenarios es otro punto fuerte de tu novela. ¿Qué técnicas utilizas para lograr tal nivel de detalle y precisión en tus descripciones?
Imaginación y al tocar temas que para mi son interesantes me ha llevado a realizar un pequeño trabajo de campo para profundizar más en ellos, por ejemplo, el tema de los aerotóxicos y el captagón.
- ¿Podrías compartir con nosotros algún desafío particular que enfrentaste durante la escritura de “Una casa okupada” y cómo lo superaste?
La falta de experiencia en escribir. Dudas en mi mismo y la necesidad apoyo para seguir adelante, y gracias que lo obtuve en ciertas personas que me animaron y apoyaron a llevar el proyecto a cabo.
- Para finalizar, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo?
Muy positiva, y muy satisfecho de haberlo llevado a cabo con ellos, y ello al margen del resultado que finalmente obtenga.
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