No te pierdas el poemario «Un relato oscuro y 33 poemas hacia la luz», de Bruno Gerrú.
En tu biografía mencionas que trabajas como cuidador en un hospital de salud mental. ¿Cómo ha influido tu experiencia laboral en la creación de “Un relato oscuro y 33 poemas hacia la luz”?
Mi experiencia laboral, tanto la acumulada en el pasado como la del presente, ha influido sobre todo en la creación del relato. Especialmente a la hora de describir el lugar donde se desarrolla la historia ya que, mientras lo escribía, me imaginaba que los hechos que se narran en el relato ocurrían en un lugar real que conozco. Tener esa especie de mapa mental donde ubicar a los personajes me facilitó la labor creativa. Con respecto a los poemas no creo que mi experiencia laboral haya influido más que cualquier otra experiencia de mi vida. Creo que todo me influye de un modo subliminal y yo mismo me sorprendo, a veces, de cómo el subconsciente va almacenando hasta el más pequeño de los detalles. El modo en que eso aflora a través de lo que escribo me parece parecido a los sueños.
¿Por qué decidiste combinar un relato oscuro de misterio con poemas en tu libro? ¿Qué mensaje esperas transmitir a los lectores a través de esta combinación?
Por un lado, quise incluir un relato oscuro porque me gustan mucho las historias de misterio y terror. Nunca había escrito nada así y me apetecía explorar este tipo de género para ver que surgía como fruto de ello. Por otro lado, el mensaje que espero transmitir, una vez leído el libro en su conjunto, es que independientemente del relato oscuro que se nos presente en la vida, independientemente de lo claustrofóbico que ese relato pueda llegar a resultar, siempre existe
la posibilidad de encontrar luz. Lo que propongo, en esta obra, es una salida hacia la luz que tiene forma de poesía. La posibilidad de encontrar luz, aunque a veces sea poca, siempre está ahí. Siempre. Otra cosa es que la queramos ver. Algunos parecen sentirse cómodos en la oscuridad permanente, pero desde luego no es mi caso.
El relato de tu libro se desarrolla en un psiquiátrico y lo describes como opresivo y claustrofóbico. ¿Cómo logras transmitir estas sensaciones al lector y cuál fue tu objetivo al recrear este entorno?
Bueno, no sé exactamente cómo logro transmitir esas sensaciones al lector, pero las personas que han leído el relato me dicen que sintieron ese tipo de cosas. También me dicen que es un relato sorprendente y que el final les gustó mucho. Lo único que hago, cuando estoy escribiendo prosa, es seleccionar unos temas que quiero tratar y después ir tirando del hilo de la imaginación para ver a dónde me lleva. En cuanto al objetivo al recrear ese entorno, me gustaba la idea de que el inicio del libro estuviera carente de esperanza. Me parece bien empezar así para después ir matizando esa oscuridad con brotes de luz.
A pesar del tono oscuro del relato, mencionas que la obra es una unidad poética que busca encontrar luz. ¿Cómo logras transmitir esa esperanza y posibilidad de encontrar luz a través de la poesía?
Para mí la poesía es un espacio de libertad total, especialmente cuando la forma de expresión poética es el verso libre. Cualquier cosa es posible dentro de un poema que no está atado a la métrica y a la búsqueda constante de la rima. Creo que, desde una perspectiva social con la mirada hacia afuera, la poesía hace del mundo un lugar más habitable porque tiene la capacidad de maquillar un poco sus abundantes defectos. Y, desde una perspectiva personal con la mirada hacia adentro, la poesía tiene la capacidad de reciclar el dolor inherente a haber nacido. El mero hecho de coger alguna circunstancia dolorosa de tu vida y transformarla en algo artístico me parece pura alquimia. No se trata de que todos los poemas te pinten la realidad de color de rosa, de hecho, las obras que más me gustan son como la vida misma, es decir, lo bueno aparece mezclado con lo malo. Pero, como digo, el hecho de coger lo malo y hacer con ello algo artístico me parece un auténtico alivio. Un alivio tanto para el escritor como para el lector que conecta con el texto.
Los poemas en tu libro abordan temas como el amor, el paso del tiempo, la contemplación de mundos interiores y la belleza del mundo exterior. ¿Qué te inspira para escribir sobre estos temas y cómo se conectan con el relato oscuro que presentas?
La inspiración viene y va de un modo indescifrable para mí. No podría decir algo en concreto que me inspire. Supongo que es todo a la vez. A veces me vienen ideas a la cabeza, cuando menos me lo espero, mientras estoy haciendo algo totalmente trivial y cotidiano. Es como si alguien me soplara una idea al oído y yo solo tuviera que escribirla. Otras veces me apetece sentarme delante de un folio en blanco y mirar hacia adentro porque tengo la sensación de que algo interesante, al menos para mí, va a surgir de ahí. Cuando noto esa sensación casi siempre surgen cosas de mi agrado. Tanto el relato como los 33 poemas están conectados en el hecho de que, en gran medida, son frutos de mi subconsciente.
Mencionas que el arte es un refugio ante las tempestades de la vida. ¿Cómo crees que la poesía y el arte en general pueden ayudar a las personas a enfrentar y superar situaciones difíciles?
Cuando atravesamos situaciones difíciles, escuchar música, leer un libro, ir al cine o visitar un museo puede ser algo muy balsámico y terapéutico. Es como si en los momentos bajos nos sintiéramos acompañados, de alguna manera, por la persona que creó la obra de arte en cuestión. Te hace ver que no estás solo y que personas que han pasado por situaciones iguales o peores que tú tienen algo que decirte si les prestas atención.
¿Cuál fue el proceso creativo detrás de la escritura de los poemas en tu libro? ¿Cómo seleccionaste los temas y las palabras para expresar tus ideas?
La mayoría de los poemas que aparecen en el libro los escribí recientemente, aunque hay unos pocos que fueron escritos hace años pero, a pesar de eso, pienso que merecen estar en el libro. De todas formas, estuve retocando un poco los textos que tienen más tiempo para adaptarlos a mis circunstancias y gustos actuales. No hacía falta retocar mucho, solo pequeños detalles. Con respecto a la segunda parte de la pregunta, rara vez me paro a seleccionar los temas y las palabras que voy a utilizar en mis poemas. Más bien todo va surgiendo sobre la marcha. Me dejo sorprender por mí mismo, aunque dicho así pueda sonar enrevesado. Cuando escribo prosa sí selecciono unos cuantos temas antes de empezar a escribir, pero cuando escribo poesía, normalmente, no lo hago.
¿Cuál es tu poema favorito del libro y por qué? ¿Hay algún poema en particular que consideres especialmente significativo en relación con el mensaje central de encontrar luz?
Todos los poemas que aparecen en el libro son especiales para mí. A lo largo de mi vida he escrito muchos poemas, pero creo que estos 33 son los idóneos para este libro. He de reconocer que hay un poema que me emociona especialmente, pero prefiero no decir cuál es y que el lector vaya descubriendo el libro sin ideas previas.
¿Cómo te sientes al publicar tu primer poemario y qué esperas que los lectores encuentren en él?
Publicar mi primer poemario es algo muy bonito. Antes de empezar a leer novelas ya leía poesía. No recuerdo exactamente qué edad tenía la primera vez que leí un poema, pero debía ser bastante pequeño. Recuerdo que cogí, al azar, uno de los libros que mis padres tenían en el salón de casa y lo abrí por la mitad. Lo que me encontré fue un poema de Dámaso Alonso y me llamó mucho la atención. Había cosas que no entendía, pero la forma de expresarse de ese hombre me hizo sentir curiosidad por la poesía y empecé a leer a otros poetas. Más o menos en esa época mi abuelo paterno me contaba historias que se iba inventando sobre la marcha con mucho cariño y creatividad. Creo que ambas cosas fueron la semilla de mi pasión por la literatura. Y lo que espero que los lectores encuentren en mi libro es algo auténtico que transmita verdad. Que no es poco.
En tu opinión, ¿cuál es el papel de la literatura en la exploración de temas oscuros y la búsqueda de la esperanza y la luz?
En mi opinión lo más importante es que una obra sea honesta. Que sea de verdad. Que transmita con talento y estilo la esencia de un ser humano único e irrepetible. Que no busque otra cosa que no sea ir hasta el fondo. Esas son las obras que me gustan. Obras que transmitan el dolor y la belleza de un quejío de cantaor flamenco. La literatura, en mi opinión, debe ser como la vida. Debe haber sombra y luz. Una obra que solo transmita positividad no me la creo. Pero eso sí, también pienso que la última palabra la tiene la luz porque el hecho de utilizar el dolor, que inevitablemente la vida nos trae a todos, para crear algo artístico me parece un acto luminoso. Que existan lectores que disfruten con el fruto de ese acto es como cerrar un círculo perfecto.
¿Qué consejo le darías a aquellos escritores que desean abordar temas difíciles en su obra y encontrar una salida hacia la luz a través de la escritura?
No creo que tenga mucho que decirles. Únicamente que escriban algo que les guste a ellos. Un escritor debería ser sincero consigo mismo. En mi opinión, lo peor que se puede hacer es escribir pensando en lo que crees que le gusta a los demás.
¿Tienes planes para futuros proyectos literarios? ¿Puedes adelantarnos algo sobre lo que estás trabajando actualmente?
Actualmente no estoy trabajando en nada, pero seguramente no tardaré en hacerlo. Observándome un poco a mí mismo puedo comprobar que la escritura está siendo una constante en mi vida y, salvo por causa de fuerza mayor, es más que probable que siga escribiendo en el futuro.
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