José Carlos Sánchez, nos habla sobre su poemario “La cal de la memoria”
Para quién no te conozca, ¿quién es José Carlos Sánchez?
Es una pregunta difícil de contestar. Siempre me ha costado definirme en profundidad. Creo que uno mismo es la peor persona para definirse. Con todo, soy un profesor de Lengua castellana y literatura que siente pasión por lo que enseña e intenta transmitir a sus alumnos ese encandilamiento por la literatura. Me considero una persona muy sensible y algo tímida. Aparte de la literatura, soy un entusiasta de las disciplinas humanísticas y del cine. Es lo que más me llena y constituyen los “lugares” donde me encuentro a gusto y como pez en el agua.
¿Cómo nace tu vena escritora?
Nace en la adolescencia. Desde pequeño me han llamado poderosamente la atención los libros, la capacidad de encerrar palabras que cuentan una historia o transmiten emociones o sentimientos. Esa admiración se convirtió en devoción cuando comencé a escribir, intentando imitar a los escritores (especialmente poetas). Necesitaba dar forma a los sentimientos que entonces me embargaban. Al mismo tiempo iba descubriendo que eran una estupenda terapia para analizar mis emociones y obrar en consecuencia.
¿Cuántos libros has publicado ya?
He publicado tres poemarios, bastante espaciados en el tiempo. Soy bastante exigente con lo que escribo y hasta que no estoy medianamente satisfecho con un corpus poético aceptable no me atrevo a publicar. Los títulos son: Versos de yedra. Coda mítica (2004), Soledad y memoria (2010) y La cal de la memoria (2022).
¿Qué es lo que más destacarías de “La cal de la memoria”?
Creo que el poemario es una invitación a dejarse llevar por la memoria de los recuerdos más aparentemente intrascendentes de nuestra vida. Estoy firmemente convencido de que los momentos más banales de nuestra existencia pueden configurar nuestro recuerdos más profundos e indelebles, al tiempo que nos definen como personas.
¿Cuál fue el origen o génesis de La cal de la memoria?
Sin lugar a dudas, la muerte de mi madre. Hay un recuerdo muy profundo que tengo de mi madre. Se refiere a los meses de verano en los que decidía que había que enjalbegar el patio de mi casa y compraba cal para ello. Ese fue el primer recuerdo que tuve de mi madre tras su muerte. Y de ahí tiré del hilo y fue saliendo todo lo demás.
¿Qué pretendes provocar en el lector con la lectura de tu obra?
Sobre todo intento provocar emoción, invitar al lector a compartir una experiencia poética y a sentirla como propia, aunque sea distinta. Construir un puente entre el lector y yo, hecho de verdad, belleza y sentimiento.
¿Qué consejo te gustaría darle como escritor a tu yo de hace unos años?
Que tenga paciencia, que no se desespere. Que escriba, escriba y escriba al tiempo que lee, lee y lee. Sobre esta base irá perfeccionando su estilo y conseguirá una escritura honda y sincera.
¿Cuál ha sido tu experiencia con la Editorial Círculo Rojo?
Hasta la fecha, mi experiencia es bastante positiva. La editorial siempre está a tu disposición y te da sabios consejos para promocionar tu libro. Las dudas que te pueden surgir te las resuelven casi de manera inmediata.
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