Joaquín Monzón D’Hervé, nos habla sobre su obra “La vida me han prestado”
- Hablemos del título de tu libro, “La vida me han prestado”. ¿Cómo surgió esa frase y por qué decidiste utilizarla para representar tu historia?
La frase “la vida me han prestado” proviene de una canción argentina llamada “entre a mi pago son golpear”. En ese fragmento, la letra sostiene que la vida es un préstamo de Dios, que en algún momento nos llamará para entregarla, algo en lo que yo creo firmemente.
La vida es un don que recibí por un plazo de tiempo, y es imposible saber exactamente cuándo tendré que devolverlo. Lo que si sé es que, mientras viva, debo intentar dejar una huella positiva en las personas con las que tenga la posibilidad de interactuar. Tengo la esperanza de que este libro sea una de esas huellas, que marque para bien muchas vidas.
- Tu abuela fue una escritora y parece haber tenido una influencia significativa en tu amor por la escritura. ¿Cómo crees que su legado se refleja en tu propio trabajo?
Creo que su legado se hace presente a través del personaje que la representa en el libro, donde dejo clara su enorme importancia en mí vida, y en la propia existencia del libro, que es una forma de honrarla y agradecerle por el hecho de haberme inculcado el amor por la lectura y la escritura.
- En tu biografía mencionas que naciste con una discapacidad motriz. ¿Cómo ha influido esta experiencia en tu perspectiva de la vida y en tu escritura?
La discapacidad con la que nací influye en mí casi a diario, pues se me presentan desafíos, miedos, dudas y otro montón de sentimientos, tanto positivos como negativos, vinculados a mi condición y a la realidad que ella propone.
Durante mis primeros años, la discapacidad me llevó a verme como el centro del mundo, y desde esa postura lastimé a mi hermano menor, a quien minimicé y separé de mí, y a otras personas, porque las obligaba a “bailar a mi ritmo”, por decirlo de alguna manera. También me perjudiqué yo mismo, pues al pensar que todo el mundo debía ayudarme, no busqué aprender a hacer las cosas solo, ni puse demasiado interés en las terapias físicas que podían ayudarme a ser más independiente.
En la adolescencia me convertí en “víctima” de mi discapacidad, culpándola de todo lo que no podía hacer, ya fuera que lo hubiese intentado o no, me enojé conmigo mismo y con Dios, y pasé por una etapa en la que cumplía con mis sesiones de kinesiología y demás terapias por obligación, pero sin poner interés en conseguir avances reales, descuidando también mi alimentación y teniendo que lidiar por tanto con un poco de sobrepeso, que no se agravó únicamente porque mi madre me cuidó y puso límites a mis cantidades de comida diarias. Todo cambió hace unos años, cuando apareció una persona muy especial.
- El libro aborda momentos de éxito, fracasos, alegrías y tristezas. ¿Hay algún episodio específico que hayas encontrado difícil de compartir o que te haya llevado tiempo superar mientras escribías?
Fue complicado hablar de la época en la que me sentí como una carga para mi familia, porque entonces sentía que no había nada valioso en mí (algo que de hecho llegué a publicar en Facebook) que yo era responsable de la meningitis que afectó a mi madre y que las vidas de todos serían mejores si yo no existiese.
También me resultó difícil exponer mis ideas anteriores y actuales con respecto al amor y las relaciones sentimentales, mis sueños y deseos en ese campo, porque durante muchos años ese tema me generó dolor, incertidumbre y miedos, que a pesar de persistir todavía en el fondo de mi mente y de mi alma, se van haciendo más pequeños frente a la ilusión de poder tener novia alguna vez.
Sin embargo, creo que abrir esas puertas (y todas las demás) fue un lindo desafío para mí, pues me permitió «enfrentar» todas esas cosas que iban apareciendo en la pantalla y ver cómo las experiencias vividas a través de los años fueron cambiando mis perspectivas. Además, creo que el hecho de incluir esos temas tan íntimos le aporta a la obra la naturalidad y sinceridad que quise que tuviera.
- Mencionas que, a medida que crecías, te volvías consciente de tus limitaciones pero no de tus posibilidades. ¿Cómo lograste cambiar esa percepción y descubrir tus dones y capacidades?
Como comenté antes, la transformación fundamental comenzó con la aparición de la chica a quien dentro de la historia llamo Sabrina, una esquiadora de alto rendimiento que logró participar en los Juegos Olímpicos de invierno y conseguir títulos y grandes resultados tanto en Europa como en América.
A causa de las competencias en las que participaba y de los entrenamientos a los qie se sometía, pasaba meses fuera de su casa, lejos de sus seres queridos. Pero su tremenda disciplina y su decisión de llegar tan lejos como le fuera posible la ayudaron a superar todas aquellas exigencias y dar siempre lo mejor, y no solamente en las pistas.
Durante los periodos en los que no competía y podía estar en Argentina, rendía los exámenes necesarios para recibirse de martillera y corredora pública, carrera que en nuestro país de origen te permite tasar propiedades y ejecutar las operaciones en torno a las mismas,
Todo eso hizo que la admirara profundamente, y ella se volvió un modelo a seguir para mí, impulsándome a comprometerme con mi dieta, mis ejercicios, y empujándome a ir incluso más lejos. También destacó los dones que veía en mí, y fue gracias asu aliento, y a su empuje que yo pude empezar a verlos.
Mi familia siempre me alentó, pero yo no terminaba de creer que hubiese cosas buenas en mi interior hasta que ella, que para mí era y es extraordinaria, empezó a mostrármelos, remarcando muchas veces lo positivo que había resultado conocerme.
- En tu sinopsis, resaltas la importancia de la fe en Dios, la Virgen y la ayuda del Cielo en tus momentos difíciles. ¿Cómo ha influido la espiritualidad en tu vida y en la creación de tu libro?
La fe es un pilar trascendental para mí. Como comento más detalladamente en el libro, un santo se le apareció a mi abuela para anunciarle que la enfermedad que nos afectó a mi mamá y a mí en un punto de la gestación no nos mataría, fui bautizado, tomé la comunión, durante mis primeros años de educación me formé en una escuela católica, e incluso tuve un sueño en el que la Virgen me hizo un anuncio muy importante.
Pero a medida que fueron pasando los años y llegando los dolores y las pruebas, yo transformé a Dios en el responsable de lo que no podía tener o hacer, y de los episodios tristes que me tocaba vivir, por lo que me alejé de Él y de sus mandamientos, aunque sin dejarlo completamente, hasta que en marzo de 2022 viví un suceso que me acercó nuevamente a la fe católica, llevándome a establecer una conexión extremadamente profunda con las figuras de Jesús y María, a asistir a Misa y orar diariamente, y a tratar de vivir acorde a las enseñanzas de Cristo y la Iglesia, con la certeza de que la Virgen, su Hijo, y todo el Cielo me acompañan en mis desafíos diarios.
Mis creencias religiosas son una de las partes fundamentales de esta obra, pues me ayudan a superar los baches, sobrellevar los malos momentos y a apreciar todavía más los buenos a partir de la certeza de que todo es pasajero, y que no estoy solo. Además, me parece que la Biblia está llena de mensajes hermosos y alentadores, por lo que he intentado transmitir algunos de los que me parecen más significativos, con la esperanza de que los lectores se acerquen a Jesús, a María, y a su maravilloso legado.
- Hablas sobre la importancia de no darse por vencido. ¿Puedes compartir alguna estrategia o enfoque específico que hayas utilizado para mantenerte motivado y positivo durante los momentos desafiantes?
Mi principal motivación es la fe, y el deseo de dejar una huella positiva en las personas que me conozcan, ya sea personalmente, a través del libro o por cualquier otra circunstancia. Creo firmemente que todos tenemos una luz única en nuestro interior, y aunque algunas personas o situaciones hagan que nos sintamos pequeños, débiles o incapaces por momentos, considero que la gente debe saber buscar y encender esa luz, descubrir esos dones únicos y seguir su vocación y sus sueños.
- ¿Cómo fue el proceso de escribir tu historia y decidir qué aspectos incluir? ¿Hubo momentos en los que te resultó difícil enfrentar ciertos recuerdos o experiencias?
Escribir mi propia historia fue un desafío complejo, porque implicó revivir recuerdos tristes, como la pérdida de amigos o familiares, que trajeron de nuevo las penas que sentí, o los miedos que me genera el futuro incierto. Volver a los graves errores que cometí y sus consecuencias fue doloroso, y transportar al presente ideas, nociones o interpretaciones que tuve y defendí en mi pasado y que ahora me resultan hasta desagradables en algunos casos significó todo un reto, pero también despertó en mí la satisfacción de saberme cambiado y cambiando, pues ya no soy en el que era hace quince años, y eso es un gran logro a nivel personal.
El proceso de elegir qué contar y qué descartar fue largo, y hubo algunos momentos en los que me sentí bloqueado. En esas instancias decidí pedir a Dios que me inspirase, y aunque eso conllevó muchos «borrones» y grandes correcciones, creo que el resultado es una obra natural y sincera, características que considero vitales para que cumpla su objetivo de dar a los lectores ánimos a la hora de enfrentar sus propias batallas. Es cierto que no todo lo que experimenté, pensé o deseé está plasmado en las páginas, pero tengo la esperanza de que estos pedacitos de mi vida, tan especial como las suyas, les dejen una marca positiva.
- Mencionas la tarea de servirnos y apoyarnos mutuamente. ¿Hay algún mensaje específico que esperas que los lectores encuentren en tu libro para inspirarlos en esa tarea?
Como dije, creo que todos tenemos una luz única e irrepetible que debemos descubrir y utilizar para iluminar nuestro propio mundo interno, nuestra alma, y tantas otras como nos sea posible. La parábola de la lámpara y la de los talentos, que aparecen en el libro tomadas de la Biblia, son dos ejemplos prácticos y claros de ese desafío que tenemos día a día: transmitir esa luz, «invertir» esos talentos que Cristo nos prestó en el bien propio y sobre todo en el de quienes nos rodean, sabiendo que el más inmediato retorno de esa inversión es la felicidad que provoca aportar, ayudar, construir, y que cualquier detalle que tengamos con los demás, puede ser el comienzo de algo increíble.
El principal mensaje de este libro es una invitación a hacer de nuestro paso por este mundo algo inolvidable, con la seguridad de que para conseguirlo no es necesario hacer algo gigantesco, sino acciones honestas, amables, sinceras y desinteresadas.
- Finalmente, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con Círculo Rojo? ¿Cómo describirías la colaboración y el proceso editorial hasta ahora?
La experiencia ha sido fantástica. Desde el primer momento, cada uno de los integrantes del equipo con los que tuve la fortuna de interactuar me trató con gran amabilidad, me acompañó y ayudó en cada paso, resolviendo mis inquietudes y aportando su experiencia a la que es mi primera publicación de la mano de una editorial, con todo lo que eso significa. Estoy muy feliz.
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