Hablamos con Ignacio Galdós, autor de la obra publicada con Círculo Rojo “Vida y Maratón, Maratón y Vida – 42,195 kilómetros de aprendizaje”
Tu libro, “Vida y Maratón, Maratón y Vida – 42,195 kilómetros de aprendizaje”, ofrece una perspectiva única al combinar las experiencias de correr maratones con la vida cotidiana. ¿Qué te inspiró a escribir sobre esta conexión entre el deporte y la vida?
Así es, en «Vida y Maratón…» traslado a otras facetas de mi vida aprendizajes que he obtenido preparando y corriendo maratones, y carreras de otras distancias. ¿Qué me inspiró? Lo siguiente: siempre he aplicado esas enseñanzas, muchas veces sin darme cuenta, hasta que llegué al punto de decirme: «puedo dar forma a estas reflexiones, útiles para mí, y probablemente para otras personas». Porque hay muchos libros de deportistas de élite, que también hablan de cómo trasladan sus experiencias de su deporte a otras esferas de la vida…, pero para una persona «normal», esto puede caerle lejos, y resultarle difícil identificarse. «Vida y Maratón…» es un libro de alguien «normal», que habla para personas «normales», ya que correr no es mi profesión. Es una afición, y la compagino con mi trabajo, familia, ocio… Sin este matiz, no puede entenderse «Vida y Maratón…».
Eres un corredor de fondo con varios maratones en tu haber. ¿Cómo decidiste que era el momento adecuado para compartir tus experiencias y lecciones a través de un libro?
Tal como decía, me llegó el momento. Corriendo, seguramente… Creo mucho en las enseñanzas del deporte, en mi caso el atletismo, y me propuse hablar de algo que aplico a diario. Insisto, desde la visión de una persona «normal», hablando para personas «normales».
En tu sinopsis, mencionas que el libro no se centra en la preparación física para correr una maratón, sino en cómo mejorar la gestión de la vida en general. ¿Puedes adelantarnos algunas de las reflexiones y enseñanzas clave que los lectores pueden encontrar en tu libro?
Sí, eso es importante. «Vida y Maratón…» no es un libro de atletismo. No habla de entrenamientos, alimentación o estrategias de carrera. No es un libro para empezar a correr maratones, va más allá. Habla de valores, herramientas y prácticas extraídas de la maratón, sí, pero muy válidas para la gestión de la vida de cada cual en otros ámbitos: valores como organización, planificación, priorización, toma de decisiones, resiliencia, definición de objetivos, humildad, responsabilidad, constancia, balance y mejora… Sin estos valores, entre otros, es prácticamente imposible abordar una maratón, pero también cualquier empresa mínimamente ambiciosa o difícil. Yo comparto mi visión al respecto porque me parecen aprendizajes útiles, y no míos en exclusiva, sino de cualquiera que se inspire en una disciplina exigente como es la maratón. O de cualquier otro deporte o actividad, como el voluntariado, el ajedrez o los puzzles, entre otros muchos ejemplos.
La superación personal y el desarrollo son temas centrales en tu obra. ¿Cómo has aplicado las lecciones que has aprendido en las maratones a otros aspectos de tu vida, como el trabajo y las relaciones personales?
Es sencillo o complicado, según queramos verlo. Lo que he aprendido me da un marco, un esquema de actuación. ¿Cómo es eso? Yo lo veo asía: salvo a unas pocas personas superdotadas, a las que somos «normales» nos cuesta un esfuerzo cualquier proyecto mínimamente complejo. Esto es así y no nos podemos engañar. En la línea de lo que comentaba antes, si no soy organizado, si no soy responsable, si no soy constante, si me vengo abajo a la primera dificultad, difícilmente voy a completar una maratón, pero tampoco voy a realizar bien mi trabajo, ni voy a ser un buen padre, ni estoy en condiciones de abordar nada medianamente serio… En cambio, si yo estoy acostumbrado a realizar esfuerzos, y esos esfuerzos los sé mantener en el tiempo, estaré más cerca de conseguir todos estos objetivos, y cualquier otro. Tal vez no sea capaz, pero al menos dispondré de las herramientas y capacidades para ello. Porque mi responsabilidad es hacer todo lo que esté en mi mano para conseguir mi objetivo, y del resto, sobre lo cual no tengo influencia, no me preocupo. Esto es una máxima de la filosofía estoica que la tengo muy en cuenta en el deporte y, por supuesto, en la vida. Hay más lecciones, por supuesto, pero quizá estas sean las más obvias.
Tu enfoque se dirige a personas “normales” que buscan equilibrar múltiples esferas de la vida. ¿Cómo encuentras el equilibrio entre tus responsabilidades diarias y tu pasión por correr y otras aficiones?
En primer lugar, teniendo claro lo que quiero, y priorizando. Desde ahí, organizando el tiempo del que dispongo. Que como todos sabemos, es limitado. Por ejemplo, si tengo que entrenar un día de labor, sólo tengo unas pocas horas libres. Yo entreno de madrugada, antes de ir a trabajar, otras personas al anochecer… Es elegir y priorizar en base a lo que se quiere, no hay otra forma. Y ello implica algunas renuncias, desde luego, como dormir algo menos, o quizá no tomar esa última cerveza con los amigos. Salvaguardando, claro, aquello a lo que no se puede ni se debe renunciar, como el tiempo con la familia, o los horarios de trabajo. Pero cuando estas supuestas renuncias tienen un objetivo y una recompensa, al menos en mi caso se realizan con gusto. Y creo que esto nos pasa a muchos, pero por fuerza hay que elegir: todo no se puede…
“Vida y Maratón, Maratón y Vida” parece ser una guía para encontrar herramientas útiles para crecimiento y autodescubrimiento. ¿Qué consejos o prácticas específicas compartes en el libro para ayudar a los lectores a alcanzar una mayor comprensión de sí mismos y acercarse a la felicidad?
Las personas somos animales racionales y por eso, capaces de reflexionar. Aunque a veces no lo parezca… No hay fórmulas mágicas y, por eso, yo no puedo darlas en «Vida y Maratón…». Sólo ofrezco la invitación a que consideremos el inmenso potencial que cada cual tenemos, y tratemos de sacarle partido en nuestro beneficio, que sin discurrir demasiado convendremos en que consiste en nuestra felicidad. Yo parto de aprendizajes de una disciplina exigente como la maratón, por la sencilla razón de que esos aprendizajes me han proporcionado mis buenas dosis de autoconocimiento y crecimiento personal. También, claro, me la han facilitado otras influencias en mi vida como la literatura, la filosofía o la simple observación de otros campos del conocimiento. Todo eso me ha hecho y me hace feliz. Cada cual, creo, puede trazarse su camino con un esquema similar, o con otros orígenes (no hay que correr maratones para ser feliz…) y otros elementos. Pero con voluntad, exigencia e ilusión, eso sin duda.
Has publicado tu libro con la editorial Círculo Rojo ¿Cómo ha sido tu experiencia trabajando con esta editorial y cómo ha influido en la publicación de tu obra?
Muy buena, y estoy enormemente agradecido a todas las personas de la editorial que me han ayudado: Nazaret, Madeleine, Maite… Me han facilitado mucho la labor, y Círculo Rojo es una opción que sin duda yo recomendaría a cualquiera que desee ver hecho realidad un proyecto como escribir, editar y publicar su propio libro.
Tanto la literatura como el deporte parecen ser pasiones importantes en tu vida. ¿Cómo encuentras que estas dos facetas se complementan y se influyen mutuamente?
En mi caso, veo clara la conexión. Son actividades que se enriquecen mutuamente. Somos lo que hacemos, lo que comemos, lo que vivimos, lo que experimentamos, y por supuesto, lo que leemos, sea literatura, filosofía, ensayo, historia, biografías, teatro, poesía… El deporte y la literatura en particular me permiten, seguro que como a muchas personas, crecer y acceder a experiencias e información sin las cuales no vería el mundo tal como lo veo. Sería otra persona, sencillamente. Y hablo tanto del plano físico como del intelectual, que bajo mi punto de vista están completamente unidos. Son vasos comunicantes, desde luego en ambos sentidos. Sin deporte y sin lo que he leído, jamás hubiera escrito «Vida y Maratón…». Es más, no hubiera tenido la inquietud ni la idea.
Vida y Maratón, Maratón y Vida – 42,195 kilómetros de aprendizaje.
Mirando hacia adelante, ¿tienes planes para futuros proyectos literarios? ¿Podrías compartir algunas ideas sobre lo que podríamos esperar ver en tu próxima obra?
Alguno tengo, sí. En breve empezaré a impartir una formación sobre negociación empresarial, un tema que siempre me ha interesado mucho. Tal vez escriba un manual sobre esta materia, con todos los materiales formativos que he ido compilando. Porque la negociación es tremendamente importante tanto en el mundo de la empresa como en la vida en general. ¿Quién no negocia? Negociamos todos los días, con nuestros amigos, compañeros de trabajo, familia… Otra idea que me estoy planteando es retomar una serie de cuentos y narraciones cortas que tengo desperdigadas. Veremos: ahora mismo estoy ilusionado y totalmente centrado en «Vida y Maratón…». Todo tiene su momento.
Para aquellos que están interesados en escribir sobre sus propias experiencias y lecciones de vida, ¿qué consejos o recomendaciones les darías para comenzar y compartir sus historias?
Con la mayor humildad, que lo intenten si realmente quieren hacerlo. Y que perseveren. Costará su esfuerzo, por supuesto, pero creo que, como decía Steve Jobs, «mejor hecho que perfecto». Siempre podemos encontrar miles de razones para no realizar algo, pero basta una para dar el paso, y es quererlo con suficiente intensidad. Luego, ya se buscará la forma. Para escribir, o para cualquier cosa, y más si merece la pena.
Finalmente, ¿cuál es el mensaje central que esperas que los lectores se lleven de tu libro, “Vida y Maratón, Maratón y Vida – 42,195 kilómetros de aprendizaje”?
Seguramente de lo comentado se ve claro: tenemos posibilidad de mejorar y crecer como personas, y eso probablemente nos acercará a la felicidad. Es cierto que la vida, por englobar una serie de factores que por lo general escapan a nuestro control, nos lo pone a veces muy difícil. En ocasiones, casi imposible. Pero casi siempre hay algo que podemos hacer. No nos podemos conformar, hay que reflexionar y buscarlo. En «Vida y Maratón…», parto de mi experiencia en las maratones, pero cada cual puede encontrar otras fuentes de inspiración, y desde ellas, aprender y progresar. Si cualquiera que lea «Vida y Maratón…» se lleva esta pequeña inquietud, estos «deberes para casa» y encuentra la curiosidad para buscar ese camino hacia el crecimiento y la felicidad, estará muy cerca de lo que yo he querido transmitir.
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