Gertru Revuelta, nos cuenta todo sobre su obra “SOY UN PUZLE”.
– En tu sinopsis, exploras el tema de la identidad y el autoconocimiento a través de la historia de “SOY UN PUZLE“. ¿Qué te inspiró a abordar este tema en tu obra?
La inspiración absoluta ha sido mi hija, indudablemente. La novela nace como un regalo de cumpleaños para ella. Ella ha hecho posible esta novela. Mi hija ha sido el motor de esta aventura como escritora infantil.
Como psicóloga y como maestra de educación infantil, pero principalmente como madre, percibo que los niños y las niñas NO cuentan con el espacio y las herramientas para descubrirse y conocerse. Están creciendo en un mundo donde siempre hay prisas, donde van de una actividad a la otra corriendo, con UN SISTEMA EDUCATIVO QUE NO SIEMPRE TIENE ESPACIO PARA LA INTELIGENCIA EMOCIONAL, las habilidades sociales… están creciendo sin tiempo para investigar sobre las fortalezas y las debilidades propias y sin adultos que les ofrezcan tiempo de calidad para trabajar sobre ese autoconocimiento.
Como madre, no recuerdo el momento exacto, pero llegó un día en el que empecé a SENTIR MIEDO. Miedo A NO TENER TIEMPO para decirle, para contarle, para sentir y emocionarme con ella… PARA ACOMPAÑARLA SIEMPRE… Miedo A NO TENER TIEMPO PARA RESOLVER SUS DUDAS Y ALIVIAR SUS PROPIOS MIEDOS. MIEDO A NO ESTAR para aliviar el peso de su propia mochila. Entonces, me pareció una IDEA FANTÁSTICA ESCRIBIRLE UN CUENTO para, de alguna manera, PODER ESTAR SIEMPRE. Para que mis palabras, mis enseñanzas más básicas, las cosas más bonitas que quería que recordase, ESTUVIESEN SIEMPRE A SU ALCANCE, aligerando el peso de su propia mochila. Entonces, me puse a teclear y el CUENTO se convirtió en NOVELA.
Una novela que, en principio, está escrita para mi hija, para lo que ella demandaba y para lo que yo necesitaba como madre transmitirle, pero que se ha convertido en una historia para compartir con todos los niños y niñas que en algún momento tienen miedo a crecer; niños y niñas que necesitan saber quiénes son; educadores y familias que buscan estrategias para transitar con los peques ese camino de conocerse a uno mismo. Un camino necesario, bonito y a veces complejo, pero fundamental para CRECER EMOCIONALMENTE SANOS.
– ¿Cuál fue el proceso creativo para escribir “SOY UN PUZLE“? ¿Cómo lograste capturar la perspectiva y la voz de una niña de “casi seis años”?
He jugado con ventaja porque mi hija ha sido mi maestra desde el primer momento. Desde que ella nació me ha ido enseñando a ver el mundo desde una perspectiva diferente, y me ha permitido mirar el mundo con los ojos de una niña otra vez.
Para capturar esa perspectiva infantil es suficiente con tomarnos tiempo para hablar con los niños, pero principalmente para escucharles.
Los niños tienen muchísimas inquietudes, y a veces, con las prisas del mundo adulto esas inquietudes quedan sin resolver, o peor aún, sin ni siquiera ser planteadas. Es decir, niños y niñas que no preguntan porque el mundo adulto no tiene tiempo para ellos. Es algo que como mamás, papás, educadores… no podemos permitir. Debemos darles a los niños el espacio para preguntar, para conocerse, para descubrirse a sí mismos, para reconocer sus fortalezas y sus debilidades… y tenemos que estar preparados para darles respuestas o buscarlas con ellos. No tenemos que saberlo todo, pero SI TENEMOS QUE ESTAR DISPONIBLES.
– Tu formación en psicología y educación infantil parece haber influido significativamente en tu enfoque literario. ¿Cómo crees que estas disciplinas han enriquecido tu escritura y tus temas explorados?
Evidentemente, cada uno de nosotros transita por la vida con los conocimientos y herramientas que posee. Transitamos con ese bagaje que nos aportan las experiencias personales y profesionales que vivimos. En mi caso, Siempre digo que la psicología lo es todo. Comencé a estudiar esa carrera para encontrar respuestas y encontré muchísimo más.
Cuando nació mi hija volvieron a surgir un montón de dudas y el ruido de mi cabeza sólo paró cuando comencé a estudiar el grado de maestra en educación infantil.
Sin duda, los conocimientos que poseo están de una u otra manera presentes porque son parte de mi puzle, y por lo tanto, piezas fundamentales que lo impregnan absolutamente todo en mi vida. Como le ocurre a cualquier otra persona en sus ámbitos de conocimiento.
– En tu biografía mencionas tu interés en promover el desarrollo personal a través de tus historias. ¿Qué impacto esperas tener en tus lectores con “SOY UN PUZLE” y tus futuras obras?
Lo cierto es que no me he planteado ese impacto. Espero que guste, que divierta y que sea una herramienta de aprendizaje. Pero realmente, la meta que me propuse cuando lo escribí ya se ha cumplido con creces. Era un regalo para mi hija y ese objetivo está super cumplido. Ella ha disfrutado a tope de la historia y del proceso que ha venido después con la edición de la novela, la corrección, las ilustraciones, la maquetación… y ahora está disfrutando de las presentaciones a las que me acompaña. La presentación en su propio colegio fue increíble para ella, acompañada de sus amigos y sus compañeros.
No sé si habrá o no futuras obras. Desde luego las habrá para mi hija, pero no sé si podré seguir compartiendo esas historias con el público o no… ojalá el feedback de esta primera novela sea positivo y podamos continuar, pero a priori, no es mi prioridad. Me basta con disfrutar del proceso y de hacerlo en familia.
– ¿Qué desafíos enfrentaste al escribir para un público infantil? ¿Cómo abordaste la tarea de comunicar conceptos complejos de identidad y autoconocimiento de manera accesible para los niños?
De entrada debo decir que escribir ya es un desafío por sí mismo. Hacerlo para un público infantil es un reto y una enorme responsabilidad. Quizá, lo que me parece más sencillo es abordar la temática, probablemente por esos conocimientos que mi formación y experiencia profesional me aportan.
La identidad personal y el conocerse a uno mismo son temas que me fascinan desde antes de estudiar psicología. Yo también tuve que transitar mi propia búsqueda y considero fundamental que ese transitar sea constante. Es decir, no dejamos de conocernos nunca… sumamos, modificamos y eliminamos piezas del puzle, y con ello crecemos constantemente y nos permitimos avanzar. Yo misma sigo transitando ese camino de conocerme a mí misma de manera constante. Considero el autoconocimiento como una herramienta valiosísima para la vida, y por esta razón, me parecía imprescindible transmitírselo así a mi hija, y ahora, a todas las personas con las que comparto esta aventura: niños, niñas, familias, educadores…
Espero que el lector encuentre en la lectura diferentes aprendizajes y perspectivas, creo que es una lectura que evoluciona según lo hace la edad del lector. Es decir, a mayor edad y conocimientos del lector, mayor el análisis didáctico de la novela.
Sumergidos en su lectura descubrimos la prisa infinita por crecer, reflejada en esa constante de la protagonista de recordarnos su edad “casi seis años”, donde refleja sus ganas de ser mayor; pero al mismo tiempo, la lectura muestra esa añoranza de seguir siendo niña, el miedo a cerrar etapas… la protagonista es “mayor a secas, no supermayor”, así lo expresa a lo largo de la novela en diferentes ocasiones: “mayor de primaria”.
La lectura nos permite descubrir que este miedo a crecer va ligado a asumir nuevos retos, nuevas responsabilidades… miedo a salir de la zona de confort… pero también descubrimos que a medida que superamos retos nos sentimos más capaces y más completos. Como educadores debemos darles a los peques el espacio para asumir esos retos y acompañarles en el proceso desde la retaguardia, proporcionándoles el espacio necesario para que investiguen, prueben, se equivoquen…
Soy la mamá de una niña maravillosa a la que, como a casi todos en algún momento, LE DA MIEDO AVANZAR, y con esta novela he intentado darle las HERRAMIENTAS BÁSICAS para hacerlo.
– ¿Cuál es tu proceso para encontrar inspiración y creatividad en la escritura? ¿Tienes alguna rutina o ritual que te ayude a ponerte en el estado mental adecuado para escribir?
Creo que no tengo ninguna rutina ni ritual. No soy consciente de ello al menos. Lo que sí puedo decir es que, desde siempre, he utilizado la escritura como vía de escape. Cuando necesito expresarme, liberarme emocionalmente… la escritura me permite descargar y sentir paz interior.
Hace tiempo que aprendí por diversas circunstancias vitales, que, NO SOMOS LAS COSAS QUE NOS PASAN, sino que SOMOS LO QUE HACEMOS CON LAS COSAS QUE NOS PASAN… y en ese aprendizaje permanente que es la vida, DECIDÍ, que ESCRIBIR, era una oportunidad para aligerar el peso de la mochila.
Así que, cuando siento que tengo que aligerar peso, me siento frente al ordenador y comienzo a teclear. A veces son sólo unos minutos, pero son suficientes para evadirme.
– “SOY UN PUZLE” invita a los lectores a descubrirse a sí mismos. ¿Cuál crees que es la importancia de fomentar el autoconocimiento y la inteligencia emocional desde la infancia?
La infancia son los cimientos, la base de nuestro desarrollo a todos los niveles. Por lo tanto, debemos fomentar unos cimientos que permitan un desarrollo completo y saludable.
La importancia de conocernos a nosotros mismos, con nuestras fortalezas y nuestras debilidades, es absoluta; porque al escucharnos a nosotros mismos y conocernos, estamos creando un autoconcepto adecuado, lo que nos permitirá gestionar y expresar emociones con una mayor fluidez. A partir de aquí, las relaciones personales mejoran porque conseguimos mejorar nuestra empatía.
Cuando aprendo a reconocer mis propias emociones es más fácil identificar esas emociones en el otro, y por lo tanto, es más fácil comprender y entender al otro, lo que facilita las relaciones personales.
El autoconocimiento nos permite identificar aquello que nos gusta y aquello que nos gusta menos. Nos permite descubrir cómo reaccionamos y cómo nos comportamos ante determinadas situaciones y, por lo tanto, identificamos y descubrimos cómo controlar nuestras emociones y pensamientos.
Conocernos a nosotros mismos es conocer las piezas de nuestro propio puzle y el peso de nuestro propia mochila; y una vez que lo conozco y lo identifico, lo verbalizo y le pongo nombre, puedo empezar a encontrar las fórmulas para aligerar el peso, disfrutar de los momentos, activar el Plan B cuando sea necesario y descubrir que siempre hay un continuará.
– ¿Cómo crees que la narrativa y el arte pueden ser herramientas efectivas para abordar temas complejos como la identidad y el autoconocimiento, especialmente para un público joven como el de “SOY UN PUZLE“?
La lectura de una buena historia, una actividad manual entretenida o una excursión, son sin duda alguna, herramientas muy útiles para abordar cualquier tema con los niños. “SOY UN PUZLE” cuenta con todo eso: es una historia entretenida, propone una manualidad original y plantea diferentes “excursiones”. Excursiones como visitar la propia ciudad desde los ojos de una turista, un plan en familia disfrutando de una barbacoa o una rica paella, un paseo en barca por un riachuelo, la visita a una granja-escuela… “SOY UN PUZLE” nos permite un espacio para DESCUBRIRNOS SIN PRISAS… en familia, con amigos…
Partiendo de esto, de que “SOY UN PUZLE” es una bonita historia, una manualidad y una excursión entretenida, puedo además añadir que intenta ser como un “pequeño manual de supervivencia”, algo así como un KIT DE HERRAMIENTAS BÁSICAS PARA AFRONTAR LA VIDA; y llegado a este punto conviene aclarar que, las herramientas que cada uno de nosotros necesitamos son diferentes, porque cada uno de nosotros sigue su propio camino, por lo que necesitará sus propias herramientas. Sin embargo, hay algo que sirve de comodín y que siempre ayuda: LA ACTITUD. Una buena actitud nos permite avanzar, nos permite aprender del dolor, nos permite crecer…NOS PERMITE SOPORTAR MEJOR EL PESO DE LA MOCHILA… Pienso que la felicidad es cuestión de actitud, y sin duda, la llave para afrontar con una buena actitud la vida, pasa por CONOCERSE A UNO MISMO, saber quiénes somos.
Muchos niños/as creen que SON LO QUE PIENSAN, y son muchas las veces que, piensan que “NO PUEDEN”. Tratemos entonces de darles la llave para conocerse y descubrirse.
A través de la lectura de “SOY UN PUZLE”, podrán responder a esa pregunta: ¿QUIÉN SOY? y podrán descubrirse desde perspectivas diferentes, poniendo en valor TODO LO QUE SON Y QUE AÚN NO HAN DESCUBIERTO DE SÍ MISMOS.
– Finalmente, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Cómo describirías tu relación de trabajo con ellos y qué destacarías de esa colaboración?
En CÍRCULO ROJO me he sentido muy cómoda.
Mi editora, Raquel, ha respondido todas y cada una de mis dudas desde el minuto cero. Siempre ha estado disponible para mí y continúa estándolo.
Ha sido especialmente sencillo trabajar con Nazaré, mi correctora, que ha tenido una paciencia infinita y me ha explicado cada una de las pequeñas correcciones que ha necesitado el manuscrito inicial desde una profesionalidad incuestionable.
Tampoco puedo olvidarme de Almudena, de maquetación, que ha dado vida al texto con un formato absolutamente maravilloso.
Finalmente, Virginia, integró mis ideas y mis ilustraciones en la cubierta poniendo el broche final a esta maravillosa aventura.
Muy agradecida al equipo de CIRCULO ROJO por convertir mi manuscrito en una NOVELA. Ha sido increíble.
Si tuviera que destacar algo me decanto por el trabajo en equipo, principalmente con Nazaré y Almudena me he sentido como parte de un equipo, donde el resultado final era más que la suma de sus partes. Me he sentido escuchada, valorada y comprendida. Infinitas gracias a EDITORIAL CIRCULO ROJO por confiar en la historia y acompañarme en la aventura. SOIS PARTE DEL PUZLE.
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