Entrevistamos a Juan Elguero Olavide, autor de “A Sabiendas (50 Microrrelatos)”, que ha sido publicada por Círculo Rojo.
Tu amor por la Literatura y el latín es evidente en tu biografía. ¿Cómo crees que estas pasiones han influido en tu estilo de escritura y en la elección de temas para tus microrrelatos?
Mi pasión por la Literatura comenzó en la infancia, al igual que mi consiguiente pasión por la escritura.
En la adolescencia escribí centenares de poemas influido claramente por Neruda, Bécquer, Salinas, Juan Ramón Jiménez, Alberti, Lorca…
También dejé empezadas varias novelas bajo las Musas de Agatha Christie, Cela, todos los escritores del Boom sudamericano, Faulkner…
Los microrrelatos no llegaron hasta mis 40 años y no puedo reconocer en ellos a nadie excepto a mí mismo. No he leído jamás a otros autores de este género si exceptuamos El dinosaurio de Monterroso y uno de García Márquez del que no recuerdo el título.
La elección del tema más habitual: lo macabro, me viene desde la pubertad y mi placer por pasar miedo leyendo a Bécquer, Maupassant, Poe, Sheridan le Fanu, M.R. James, Lovecraft, E.T.A. Hoffmann…
Has enseñado Filología Clásica durante muchos años. ¿De qué manera tu experiencia como profesor ha enriquecido tu capacidad como escritor?
Como profesor de Latín, Griego y Mitología Clásica en la Enseñanza Secundaria siempre he intentado quitarle aridez a dichas disciplinas (especialmente las lenguas clásicas) y contarlas como un actor que declama su papel, incluyendo inflexiones de voz, uso de acentos ajenos al castellano, gesticulación oral, ocular y del resto del cuerpo, onomatopeyas y otros recursos que consiguieran mantener la atención de los alumnos. Sin convertirme en un histrión, naturalmente.
Los profesores también tenemos un público, pero, a diferencia del que tienen los actores en el teatro, nuestro auditorio no está en el aula por su voluntad y no va a aplaudirnos al final de cada clase.
En mi capacidad como escritor no sabría responder sobre una posible influencia, si exceptuamos el sentido del humor o la vis comica.
El infarto que mencionas en tu autobiografía marcó un punto de inflexión en tu vida. ¿Cómo ha influido esta experiencia en tu enfoque hacia la escritura y en la decisión de publicar tu obra?
El infarto ha sido para mí una resurrección, un regreso a mis mejores y más ricos años de juventud y creatividad.
Saber con certeza que el telón podría haber caído para siempre aquel 4 de noviembre de 2022, me empujó a reflexionar sobre lo que aún no había hecho y deseaba llevar a cabo desde adolescente: sacar a la luz mis escritos, viajar, aprender nuevas lenguas, cuidar mi cuerpo, redoblar mis lecturas, demasiado tiempo olvidadas por razones que ahora no veo necesario exponer.
Así pues decidí, entre otras cosas, revisar los aproximadamente 350 microrrelatos que tenía escritos, ser ayudado por amigos, familiares y desconocidos para elegir tres colecciones de 50 micros cada una y buscar una editorial que me permitiera darlos a conocer al público.
El primer volumen A SABIENDAS (50 MICRORRELATOS) es del que estamos hablando, pronto le seguirán otros dos volúmenes más. Sin prisa, pero sin pausa.
En tu colección de microrrelatos, mencionas que hay elementos autobiográficos, pero también temas macabros, amor, humor y más. ¿Cómo seleccionaste los temas de tus microrrelatos y qué te inspiró a explorar la variedad de géneros y emociones?
La variedad está sacada de la Realidad que me rodea y de la que está muy lejos de mí, de la naturaleza humana, del hervidero de mi imaginación, de las propuestas de quienes me rodean. Durante un tiempo anduve preguntando a quienes conocía sobre qué asunto querían que les escribiera un microrrelato, así pues, en muchas ocasiones, fue el lector quien me marcó la temática.
Sin duda, la Mitología es uno de mis campos de trabajo favoritos.
Ordenaste tus microrrelatos alfabéticamente y mencionas que los lectores pueden saltar de uno a otro según su elección. ¿Qué motivó esta decisión de presentar tus relatos de esta manera?
Elegí el orden alfabético por simple comodidad y para dejarle al azar la responsabilidad de elegir el asunto del que tratara cada uno de ellos. Me parecía aburrido y complicado andar intercalando humor con amor, terror con alegría, risa con llanto…delegué en la casualidad.
¿Tienes algún microrrelato en particular que sea especialmente significativo para ti o que tenga una historia detrás de su creación que te gustaría compartir?
Sin duda “Soñando que lloro”es autobiográfico plenamente, pero creo que el propio microrrelato ya dice todo lo que yo quería. Nada que añadir.
Como escritor de microrrelatos, ¿cuál es tu proceso creativo típico para desarrollar una historia completa en un espacio tan limitado?
Normalmente imagino un título y un final y luego relleno el hueco que queda entre ellos. Lo que sucede es que , según voy desarrollando el título para llegar a su cierre, el relato va llevándome por veredas que no tenía previstas y, una vez acabado, es muy probable que el título y el desenlace hayan sido diferentes.
En otras ocasiones, en muchas, he pedido a las personas que me rodean o rodeaban tres sustantivos y sobre ellos he compuesto el microrrelato.
¿Tienes autores o autoras que te hayan inspirado o influido en tu estilo de escritura de microrrelatos?
No, como ya he dicho en la primera respuesta, no he leído colecciones de microrrelatos, creo que mi propio estilo fluye de mí y que este es reconocible y no ha variado casi nada desde los 40 hasta mis actuales 62 años.
¿Qué consejo le darías a los escritores aspirantes que desean incursionar en la escritura de microrrelatos?
Que no hagan caso de ningún consejo, ni siquiera de este.
Finalmente, ¿qué tal ha sido tu experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo? ¿Qué consejos o reflexiones tienes para otros escritores que están considerando la publicación de sus obras?
Mi experiencia con Círculo Rojo es, y espero que siga siendo, excelente.
Allá por diciembre les enviaré el segundo volumen de microrrelatos y ahora mismo estoy documentándome para escribir una serie de novelas sobre…bueno, de los proyectos mejor no hablar, por si las moscas o las guadañas.
Respecto a quienes han escrito algo y piensan en publicarlo, les recomendaría que estén seguros de que su obra merece la pena ser leída y no por mero narcisismo, si es por esto último que lo manden imprimir y lo regalen a sus únicos posibles compradores: amigos y familiares.
El mercado de los libros está lleno de mediocridad, incluso entre autores muy solicitados y comprados (no sé si leídos o convertidos en regalos) como para lanzar más de lo mismo y tapar así aquello lo bastante original como para ser digno del tiempo invertido por los lectores, por ejemplo, A SABIENDAS (50 MICRORRELATOS)-
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