El libro que demuestra que un simple boli puede cambiarte la vida: “El propósito de Pen” y la magia de hacer las cosas desde el corazón
¿De dónde nace la idea de convertir a una pluma estilográfica en la protagonista de esta historia?
Siempre me han fascinado los objetos que guardan historias. Una pluma, especialmente una de lujo, tiene algo casi ceremonial: firma contratos, acuerdos, decisiones importantes. Pero pensé: ¿y si en su interior hubiera un deseo distinto? ¿Y si esa pluma quisiera crear, no solo validar? Así nació Pen, un personaje que simboliza todos esos talentos que tenemos encerrados bajo llave, esperando a que alguien les dé un propósito verdadero.
Pen sueña con escribir un libro. ¿Qué representa ese sueño?
Representa el impulso creativo que todos llevamos dentro. Ese deseo profundo de hacer algo que nazca del corazón. Pen quiere escribir para aportar, para transformar, para dejar una huella positiva. Su sueño es una metáfora de lo que ocurre cuando intentamos cumplir expectativas ajenas en vez de escuchar nuestra voz interior.
¿Cómo describirías a Adán y por qué es tan importante en esta historia?
Adán es un joven que vive entre la presión del legado familiar y la necesidad de encontrar su propio camino. Es el puente entre Pen y el mundo real. A través de él, vemos cómo las expectativas externas pueden apagarnos… o impulsarnos, si logramos transformarlas. Adán representa a cualquiera que se siente atrapado en un guion que no escribió, pero que aún tiene tiempo de reescribir.
El abuelo de Adán mantiene a Pen bajo llave. ¿Qué simboliza esa decisión?
Simboliza el control, el miedo a perder poder y la creencia de que solo lo “grande” merece ser escrito o firmado. Pero también refleja cómo muchas veces encerramos nuestros propios talentos, usándolos solo de formas limitadas. El abuelo no es un villano; es la representación de un mundo que valora lo material por encima del propósito.
El subtítulo emocional del libro es claro: hacer las cosas desde el corazón. ¿Por qué es tan importante este mensaje para ti?
Porque creo firmemente que el propósito nace donde nace la intención. Cuando actuamos desde el corazón, todo se ordena: nuestras relaciones, nuestras decisiones, incluso nuestra conexión con lo que nos rodea. Pen, siendo un objeto, demuestra que cuando hay amor y presencia, todo se transforma. Es un recordatorio de que podemos mejorar nuestra vida ayudando también a los demás.
En el libro hablas de “propósitos compartidos”. ¿A qué te refieres exactamente?
A que nuestro propósito nunca ocurre aislado. Cuando te escuchas y te permites avanzar hacia lo que te hace vibrar, inevitablemente impulsas a quienes están a tu lado. Pen cumple el suyo cuando Adán se atreve a cumplir el suyo. Y ese es el mensaje: cuando uno se alinea con su esencia, inspira a los demás a hacer lo mismo.
¿Qué tipo de lector crees que conectará más con esta historia?
Cualquiera que esté buscando un pequeño empujón para reencontrarse consigo mismo. Es un libro sencillo, pero lleno de alma. Perfecto para quienes sienten que tienen un talento encerrado, una idea pendiente, una chispa dormida. También para quienes disfrutan de las fábulas modernas con mensajes claros y transformadores.
¿Qué fue lo más especial para ti durante el proceso de escritura?
Descubrir que, en el fondo, Pen también era una parte de mí. Esa parte que quiere crear sin miedo, que quiere servir, que quiere dejar una huella. Escribir este libro me recordó que incluso lo más pequeño —una pluma, una acción, una decisión— puede cambiar un destino entero.
Si pudieras resumir El propósito de Pen en una frase, ¿cuál sería?
Diría que es una invitación a vivir con intención, a escuchar al corazón y a descubrir que el propósito, cuando se encuentra, ilumina todo lo demás.
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