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Descubre «El cuaderno naranja» de Cristóbal Gandano

Descubre «El cuaderno naranja» de Cristóbal Gandano

Empecemos por lo principal, ¿quién es Cristóbal Gandano?

Una amalgama de aprendizajes y experiencias. Quedará ñoño, pero es solo una manera de definirlo. Soy un hombre que nació en un pueblo andaluz y en la juventud se lanzó a descubrir diferentes lugares y posibilidades de que hacer durante la vida, siempre preguntándose, curioso. Y sigo en ello.

¿A qué edad sientes la necesidad de empezar a escribir?

Comencé a escribir a los veintiún años. Entonces viví un año en Londres, fue un tiempo divertido, difícil también, y algunas noches y durante los largos trayectos en bus o metro usaba un cuaderno amarillo en el que escribía impresiones personales y fantaseaba inventando historias sobre la gente tan variopinta que veía en la ciudad. Es curioso que ahora este libro se llame El cuaderno naranja, a lo mejor debí llamarlo amarillo como homenaje a aquel. Después, escribía sobre todo en mis viajes y tiempos estudiando y trabajando fuera de España, así surgió mi primer libro, Cartas desde Australia.

¿Cuántos libros has publicado desde entonces?

Dos, el primero narra mi año viajando por Australia, en el que me hago amigo del lector para enviarle cartas de mis experiencias y sensaciones por aquel continente, es un viaje exterior e interior.

En esta novela, he necesitado invertir más de tres años para encajar toda la historia y quedar satisfecho, ha habido épocas de inmersión total en la escritura con épocas de reposo y reflexión sin escribir.

¿Qué es lo que más destacarías de cada una de ellos?

Cartas desde Australia me parece muy ameno de leer, ¿a quién no le gustaría viajar un año por una tierra que ofrece tanto al viajero…? Las reflexiones que nacen en los viajes me parecen siempre algo especial, estando fuera de la rutina la mente parece funcionar de otra manera, diría que mejor.

De El cuaderno naranja me gusta que encaja diferentes temas que quería hilar, temas que me parecen importantes y profundos, pero no quería que quedara pesado, o aleccionador, eso es odioso. Creo que su lectura tiene momentos profundos manteniendo la diversión de leer, espero que el lector opine que combina una oferta de reflexión y diversión literaria.

El cuaderno naranja, estantería.
«El cuaderno naranja», de Cristóbal Gandano

Hablemos de tu obra más reciente. ¿Cómo nace la idea de escribirla?

Varias cosas: algo así como poner en orden todas esas ideas de las que trata el libro. Aprender a confeccionar una historia, aprender de la literatura desde la creación, no solo desde la lectura. Ha sido un proceso muy enriquecedor, con las subidas y bajadas, los entusiasmos y las peleas con uno mismo según lo que iba desarrollando y según cómo me encontrara ese día. Supongo que me inspiró también compartir con quien lo lea mi forma de ver la vida. Desde muy joven me di cuenta de que la vida es corta, aunque se pueden hacer muchas cosas, se pasa rápido, por eso he viajado bastante e intentado aprender de las alegrías y las penas, de darme cuenta de eso muy joven es de lo que más orgulloso estoy, ¡hay otras tantas cosas de las que aún no me doy cuenta! -rie-, pero de esa sí, y me parece importante. Ah, mis viajes también, no en valde los personajes se mueven y desarrollan sus historias por diferentes lugares, partiendo desde Andalucía se viaja por España, Portugal, Francia, Suiza, Perú, Australia…

¿Qué se va a encontrar el lector en tu obra?

Se va a encontrar una historia coral. Aunque hay un protagonista principal, los coprotagonistas hablan, narran una parte de la historia, son muy importantes y parte activa de la narración. Hay también un narrador tapado que habrá que ir descubriendo. Hay un pequeño trampantojo que juega con lo que nos decimos que somos y cómo nos contamos quienes somos, cómo nos narramos o nos narran. 

En esa coralidad la temática de la novela es atravesada por las distintas visiones de sus propios actores. Me pareció interesante ofrecer esos diferentes puntos de vista. Tener que hacerme pasar por varios narradores, distintas personalidades, fue difícil pero muy interesante.

Por último, supongo que en su tema principal se expresa una crítica a la sociedad capitalista, a este desenfreno de trabajar, trabajar, trabajar, comprar, comprar, aparentar, que parece absorbernos por el desagüe de los días.

¿Qué es lo que más destacarías de El cuaderno naranja?

Es una historia que mezcla varios temas que me parecen encajar. Tenía claro que el argumento principal debía girar en torno al trabajo en la sociedad actual, cómo se ha convertido en el eje central de la vida y la desazón que provoca en la inmensa mayoría de la gente tanto esfuerzo e inversión de tiempo. Después se introducen los temas que deseaba aportar a la historia a través de los personajes secundarios. Algunos de los más importantes son la intrahisotria familiar que modela la conducta (al menos parte), y en El cuaderno naranja lo hago a partir del pasado de las familias de los pueblos andaluces durante la dictadura. La guerra, el narcotráfico, la fama, la muerte, celebrada en este caso, o la autoindagación para conocernos y saber qué queremos y cómo queremos vivir son contenidos muy importantes del libro. Por supuesto también el amor y el desamor.

¿Algo que puedas aconsejarles a los que están pensando en publicar?

Mi experiencia es corta, pero diría que lo hagan siendo conscientes de que exponer lo que escribes es, precisamente eso, exponerte. Hay que tener ganas, y luego suele ser placentero, el contacto con la gente que te lea y que tenga inquietudes parecidas, las conversaciones que surgen, eso es enriquecedor.

¿Cuál ha sido tu experiencia publicando con la Editorial Círculo Rojo?

Es mi segundo libro con ellos, quiere decir que estoy contento con la calidad de la impresión y su apoyo, te ofrecen muchas posibilidades y servicios y son bastante agiles en los trámites. Eso sí, el autor debe trabajárselo bastante.

Para terminar, ¿nos recomiendas alguna lectura?

Recomiendo leer el último poemario de Pedro Sevilla, En un mundo anterior. Ahora mismo leo el ensayo El miedo a la libertad, de Erich Fromm, me parece sublime, pone en orden muchas cosas que pasaban por mi cabeza al escribir la novela.


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