Cristina Bolaños nos presenta su libro, «Nacimiento en Libertad – Kinu el niño de las montañas», una obra fascinante.
En tu libro “Nacimiento en Libertad”, relatas la experiencia de Cris y Sam, una pareja nómada que decide vivir la concepción, la gestación y el nacimiento de su hijo en un país donde se encuentran en situación irregular y sin un hogar. ¿Qué te inspiró a escribir sobre esta historia y por qué crees que es importante compartir esta experiencia?
Desde el momento que sentí el llamado de la maternidad dentro de mí, fui redactando un diario para regalarle al Ser que nos eligiera como padres y que conociera la historia de su familia antes de su llegada. Le cuento sobre nuestra relación de pareja desde que nos conocimos en 2012, como nos encontramos laboral y económicamente, nuestro estilo de vida, como me siento emocionalmente… es un diario que he ido escribiendo con mucho cariño y detalle durante años, ya cuando conseguimos gestar a Kinu, después de 7 años de búsqueda y sanación, continúe describiéndole como era nuestro contexto y los retos que nos iban apareciendo por el camino.
Tras formarme como terapeuta holística comprendí la importancia de sanar nuestra herida primal (la herida que traemos desde el nacimiento), ya que la mayoría de nosotros fuimos recibidos en este mundo de una forma fría y hostil, alejados de nuestra madre y recibidos por unas manos desconocidas. Es por ello que decidí compartir esta experiencia con todas aquellas personas que estén abiertas a leerla y escucharla. Para visibilizar la importancia de honrar el nacimiento como un evento trascendental en nuestras vidas.
A través de tu relato, enfatizas la importancia de dar la bienvenida a un nuevo ser y honrar el nacimiento. ¿Podrías hablarnos sobre cómo crear las condiciones para gestar a una nueva humanidad rodeada de amor y respeto?
Es profundamente simple y simplemente profundo, esas condiciones no las podemos encontrar en el exterior, es algo que tenemos que sembrar y crear dentro nuestro. Implementando en nuestra vida una visión donde nos cuestionemos todo, de hecho, yo les pediría a las personas que lean este artículo que no me crean nada, porque sino se van a llenar de más creencias, les invito a que lo experimenten en su propia historia.
Si queremos gestar una nueva humanidad, tenemos que construir cada una de nosotras una nueva mirada, un nuevo paradigma, que haga que el pasado quede obsoleto. Para vivir y gestar una generación rodeada de Amor incondicional y respeto, lo primero es sentirlo y experimentarlo en nosotras mismas, a través de responsabilizarnos de nuestras acciones y desde esa responsabilidad decidir como dadoras de vida, dónde, cómo y con quién parir.
En el libro, mencionas que cada mujer tiene la capacidad de convertirse en la mejor versión de sí misma. ¿Podrías explicar cómo el proceso de dar a luz y vivir un parto consciente y respetado puede contribuir a este crecimiento personal?
A lo largo de nuestra vida, se nos van presentando situaciones que nos hacen sentir el dolor de esa niña herida reflejado en nuestro exterior, como puede la pareja, el trabajo, las relaciones sociales…sin embargo, nos puede ser “sencillo” acallar esa voz o tapar esa herida alejándonos de lo que la produce (podemos cambiar de pareja, trabajo, amigos…). Ahora bien, el momento en el que gestamos una vida dentro nuestro y damos a luz a un nuevo ser, se convierte en nuestra maestría de vida, ese bebé nos va a mostrar toda la sombra que no hayamos sanado y esas heridas de infancia. Existe una fusión mamá-bebé a todos los niveles: física, emocional y energética, y nuestros hijos vienen a dar luz a esa sombra que hemos estado ocultando durante años.
El recibir una nueva vida de forma consciente y respetada, implica un proceso previo, de ir muy dentro nuestra, reconocernos, maternarnos y amarnos tal como somos. Si en nuestra infancia no recibimos aquello que legítimamente necesitábamos (presencia, validación y amor), ahora como adultas es momento de dar aquello que no recibimos a nuestros bebés (presencia, validar sus emociones y amor incondicional) y así sanar, porque dando aquello que no tuvimos de pequeñas, sanamos.
Has mencionado que el nacimiento es un proceso sagrado que puede transformarnos tanto a nivel individual como a nivel social. ¿Podrías compartir algunas de las transformaciones que experimentaron Cris y Sam a lo largo de su viaje hacia el nacimiento de su hijo?
El nacimiento es un momento sagrado, único e irrepetible. Una mujer puede dar a luz varias veces en su vida si lo desea, sin embargo, como seres humanos solo podemos nacer una vez en este mundo con este cuerpo, por eso es tan crucial la manera en la que recibimos a los nuevos seres humanos que llegan a la Tierra. Imagina que viajas a otro planeta donde no conoces nada y eres recibida por alguien que no te mira a los ojos, te llevan a una habitación y te empiezan a hacer cosas en tu cuerpo innecesarias sin tu consentimiento…honrar el nacimiento se trata de enfocar nuestra mirada en las necesidades del bebé, en honrar ese momento trascendental y respetar sus tiempos y los de la mamá que está dando a luz.
Personalmente las transformaciones que experimenté fueron muy profundas, primero cultivar una confianza plena en mi cuerpo para dar a luz y en Kinu para nacer. Filtrar los ruidos y miedos externos me ayudó a afianzar mi confianza. Confiar en el proceso y estar abierta y preparada a lo que pudiera suceder, no se trata de aferrarse a una expectativa de como yo quiero que sucedan las cosas, se trata de estar receptiva a los cambios y con alternativas previstas. En nuestro caso tenía una mochila preparada para 3 días, el coche con gasolina y contacto con el personal sanitario. Además de una preparación emocional y fisiológica previa, teniendo conocimiento de lo que acontece en cada etapa del trabajo de parto, siendo consciente del dolor que conlleva y teniendo herramientas y recursos suficientes para sobrellevar y fluir con el trabajo de parto.
¿Cuál es el papel del amor incondicional y la coherencia en el proceso de gestación, parto y crianza? ¿Cómo influyen estos elementos en la experiencia de nacimiento en libertad?
El amor incondicional y la coherencia es fundamental no solo durante la gestación, parto y crianza, sino en cada momento de nuestra vida. Mahatma Gandhi definió muy claramente lo que significa vivir en coherencia:
“Mantén tus pensamientos positivos, porque tus pensamientos se convierten en tus palabras.
Mantén tus palabras positivas porque tus palabras se convierten en tus acciones.
Mantén tus acciones positivas porque tus acciones se convierten en tus hábitos.
Mantén tus hábitos positivos, porque tus hábitos se convierten en tus valores.
Mantén tus valores positivos porque tus valores se convierten en tu destino.”
Entendiendo como positivo poner el foco en la solución. Cuando una persona vive alineada con la coherencia y enfocada en el amor incondicional en lugar del miedo, la experiencia del nacimiento será con plena consciencia y por ende en libertad, entendiendo por libertad esta coherencia y la responsabilidad personal de asumir el nacimiento como algo sagrado y relevante para un ser humano. Cada familia y cada madre gestante encontrará desde esa consciencia dónde, cómo y con quién desea vivir y experimentar su parto y el nacimiento de su bebé, para convertirlo en un momento trascendental en su vida y sobre todo la vida de su bebé.
En tu libro, invitas a los lectores a reflexionar sobre la importancia de mirar hacia dentro, sanar bloqueos y asumir la responsabilidad de nuestras experiencias. ¿Podrías compartir algunas prácticas o consejos para aquellos que deseen comenzar este viaje de autoexploración y sanación?
Mi viaje de autoexploración y sanación continúa cada día y viene de cuestionarme y entregarme a aquello que me de vida. Eso va desde los alimentos que introduzco a mi cuerpo, a lo que decido ver o no ver, en mi caso decidí hace muchos años dejar de ver la tv, que productos elijo consumir, que música escucho, que tiempo le dedico a las redes sociales, con quien comparto mi tiempo…estamos bombardeados por publicidad que se introduce en cualquier rincón para vendernos y hacernos consumidores compulsivos.
La clave está en regresar a la esencia, a lo básico a los 8 hábitos que nos dan vida y nos potencian: el sol, el agua, el aire, la alimentación, el ejercicio físico, el descanso, el equilibrio, la gratitud y la espiritualidad que lo envuelve todo.
Un gran Poder como es MaPaternar, conlleva una gran Responsabilidad, por ello si aún no has comenzado a mirar dentro tuyo y sanar esas heridas que aún están abiertas y no te dejan avanzar, ahora es un buen momento de comenzar. Te invitaría para comenzar a parar 10 minutos al día y conectarte contigo misma, escuchar esa voz interior que tiene tanto que decirte y que con todo el ruido externo y las prisas diarias silenciamos. En mi canal de youtube: Proyecto Soy Semilla, comparto además de audiolibros como “la maternidad y el encuentro con la propia sombra” de Laura Gutman, meditaciones guiadas de Deepak Chopra. Tengo 66 meditaciones (21 días de salud perfecta, 21 días relaciones extraordinarias, 21 días abundancia) para que puedas comenzar a profundizar en tu interior.
La protagonista de tu libro vive su embarazo y parto como una mujer ilegal en un país extranjero. ¿Cómo abordas la temática de los desafíos y obstáculos que enfrentan las personas migrantes en el proceso de gestación y crianza?
Bueno más que ilegal, lo denominaría en situación irregular según las normas del país. Como ciudadana del mundo, entrar en este juego de las fronteras conlleva enfrentar ciertos desafíos y obstáculos, entre ellos la limitación laboral y para encontrar un hogar (hemos vivido varios meses en tienda de campaña). El idioma fue otro desafío, sin embargo, la gran población hispano hablante nos apoyó mucho. Después de saber que estábamos gestando a Kinu, tuve una amenaza de aborto, que me hizo acudir al centro de salud para revisar mi estado de gestación. Ahí comenzaron una serie de acontecimientos que nunca hubiésemos imaginado. El primero ver a través de una ecografía que estaba gestado gemelos pero que uno de ellos dejó de desarrollarse y su corazón ya no latía, luego la sorpresa de seguir con el embarazo. A continuación, me ofrecieron un seguro médico y tras un estudio de nuestra situación, nos cubrieron todas las revisiones médicas y el parto, las consultas médicas las hacíamos a través de una empresa de traducción que virtualmente nos apoyaba para comunicarnos entre las midwife y nosotros. Nos pusieron en contacto con una asociación que apoyan a familias latinas, participé en un círculo de mujeres y bueno varios acontecimientos que narro con más detalle en el libro.
Entre los obstáculos más relevantes fue que unos días después de compartir con Sam la noticia de la gestación, con una sorpresa que le preparé para su cumpleaños, nos quedamos sin trabajo, literalmente en la calle, con todas nuestras pertenencias en un Scion XA y durmiendo en el aparcamiento de un centro comercial. Otro reto fue el vivir en una granja, donde en la cabaña que nos cedieron no teníamos ni luz ni agua, compartíamos cocina, baño y ducha y las ventanas eran de plástico. Son situaciones que nos empoderaron y nos dieron fuerza para seguir adelante, poniendo el foco en la solución y siempre buscando el aprendizaje en cada desafío. Para conocer mejor el contexto de estos acontecimientos te invito a leer el libro y saber cómo acabamos en una cabaña en medio de las montañas del norte de California.
¿Cuáles son las principales enseñanzas que deseas transmitir a las mujeres y a las familias que están considerando vivir un parto consciente y respetado?
Que se desapeguen del resultado, la naturaleza es sabía y perfecta, nuestro cuerpo está diseñado para parir y lo llevamos haciendo desde hace eones. Tan solo hace poco más de cien años un grupo de hombres decidieron que parir tumbada, atadas, intervenidas nosotras y nuestros bebés y guiadas por unos señores de bata blanca, era científicamente lo ideal. Es cierto que hay situaciones puntuales que la intervención médica es necesaria, pero son situaciones puntuales y no rutinarias y industrializadas como en lo que lo hemos convertido. El personal sanitario está enfocado en encontrar patologías, enfermedades, cuando una gestación es vida y me niego a creer que el elevado número de cesáreas e intervenciones innecesarias que se practican actualmente, estén orientadas a honrar las necesidades de la mamá y/o menos aún del bebé.
Invito a las familias nuevamente a que no me crean nada a mí, que encuentren su propia manera de vivir y experimentar una gestación y un parto consciente y respetado. Teniendo muy en cuenta que un parto es un acto sexual y sobre todo hormonal, donde interviene nuestro cuerpo y el de nuestro bebé. Que se cuestionen que sucede con sus cuerpos cuando están en el baño y de pronto alguien abre la puerta, o están con su pareja manteniendo relaciones sexuales y otra persona entra de repente y se queda mirando, se produciría un orgasmo en esa situación o más bien el cuerpo se nos cierra y nos paralizamos? Nuestro cuerpo deja de producir oxitocina y se pone alerta, eso mismo ocurre en el momento del parto, cuando no estamos en un ambiente, espacio íntimo, que nos haga sentir relajadas, sostenidas y amadas, nuestro cuerpo está en constante alerta y al estar alertas dejamos de producir oxitocina y comenzamos a segregar adrenalina, por lo que el trabajo de parto se desconecta. Es muy importante que la mujer y la familia valore estas consideraciones y encuentre ese espacio y esa compañía que le haga segregar oxitocina y lo viva desde el placer.
Has mencionado que el nacimiento de tu hijo se convirtió en un regalo universal. ¿Podrías compartir más sobre cómo esta experiencia transformó tu perspectiva y cómo impactó en tu vida?
Fue un regalo universal porque me conecté con el universo y con la naturaleza, me conecté con mi cuerpo y sentí cada contracción, acompañándola con mi respiración, mientras notaba como Kinu iba descendiendo por mi canal vaginal, como mi cuerpo se iba abriendo y expandiendo. Estaba sostenida por una fuerza mayor que lo envolvía todo.
En el libro comparto la grabación que les pedí a mujeres poderosas de mi familia y círculo cercano, cada una de ellas y mi sobrino también, me grabaron parte del texto que me ha acompañado y lo comparto en el libro: las etapas holísticas del trabajo de parto de Whapio Diane Bartlett, una comadrona con más de 30 años de experiencia. Esa grabación la escuchaba en bucle, impactó mucho en mi vida desde que en 2019 le regalé el audio grabado por mi a una amiga que estaba gestando. Ese texto fue mi guía que me acompañó en ese viaje transformador hacía otra dimensión para conectarme con el alma de Kinu y traerlo conmigo a la Tierra.
¿Cuáles son algunas de las críticas o estereotipos erróneos que has enfrentado al promover la idea de un nacimiento en libertad? ¿Cómo respondes a aquellos que cuestionan este enfoque?
Sinceramente no he recibido ninguna crítica por el momento, las personas valoran con mucho respeto este relato de vida. Es cierto que muchos me dicen “que valiente has sido al hacer algo así” pero yo no lo veo como un acto de valentía, sino como un acto de Amor.
Nuevamente si alguna persona critica o cuestiona el honrar cada nacimiento, enfocar nuestra mirada en las necesidades del bebé y de la mamá, el poner al bebé como protagonista de su nacimiento y a la mamá como dadora de vida que merece todo el respeto y sostén, le invitaría a que no me crea nada, sigo repitiendo lo mismo, que no me crea a mí, que lo experimente en su vida y compruebe las diferencias físicas, emocionales y mentales tras una experiencia enfocada con esta visión y otra en la que los horarios, las prisas, las cesáreas programadas, los protocolos, la violencia obstétrica, las intervenciones médicas (fórceps, ventosas, rotura de membranas…) innecesarias y el personal sanitario como protagonista de la llegada de un nuevo ser al mundo tratando a mamá y bebé como un número de expediente más.
¿Qué consejos le darías a aquellos que desean crear un entorno de amor, consciencia y libertad de elección durante el proceso de gestación, parto y crianza, pero pueden enfrentar limitaciones externas o resistencia social?
Como comenté más arriba, yo personalmente filtré bastante los ruidos y miedos externos. Ya había tenido la experiencia cuando compartimos allá por el 2014 con familiares y amigos, que nos íbamos a viajar por Sudamérica sin fecha de retorno. Los “consejos y comentarios” que nos hacían eran reflejos de sus propios miedos. Por ello identificar nuestros propios miedos y sacarlos a la luz, conversarlos con nuestra pareja y con nosotras mismas. Enfocarnos todo el tiempo en encontrar soluciones y alternativas, estar informadas y acompañadas por cuidadoras que escuchen y respeten nuestras necesidades.
Si como mamá o como familia encuentran limitaciones externas, que busquen acompañamiento de una Doula. Las Doulas estamos formadas y capacitadas para acompañar las diferentes etapas de la mapaternidad, desde la concepción, gestación, parto, posparto, duelos gestacionales…a nivel emocional y de información de los recursos existentes.
Y, por último, volver a recordarles que la gestación y el parto es un proceso hormonal, así que encuentren esas personas, lugares, y situaciones que les hagan generar oxitocina, que les den placer y las conecten a la etapa que han decidido transitar para transformarse de mujer a mamá.
¿Podrías compartir alguna historia inspiradora o testimonio de otras mujeres que hayan abrazado la experiencia de un nacimiento en libertad y cómo les ha impactado en sus vidas?
A lo largo de todos estos años de indagación en el mundo de los partos y nacimientos, he leído y visualizado cientos de libros y documentales de mujeres poderosas y muy inspiradoras, parteras y mujeres que han vivido sus partos desde el placer.
Una partera que me ha marcado mucho es Ina May Gaskin, cuya historia de vida es una inspiración en si misma. En su documental “Historia de Nacimiento; Ina May Gaskin y la Granja de las Parteras” comienza con Ina dando una charla sobre maternidad a un grupo de mujeres, haciendo el contraste en dos momentos; uno en los inicios de su carrera como Doula que se fue experimentando en el tema, mostrando sus conocimientos reunidos en su libro “Partería Espiritual”; y otro a la fecha, siendo ya una partera llena de conocimiento médico-experimental. Actualmente sigue atendiendo parto en la Granja de la Parteras, ubicada en Summertown, Tennessee, al sur de los Estados Unidos y creada en 1971.
También quiero destacar la hermosa labor de acompañamiento como partera de Sunni Karll, una mujer poderosa con un recorrido profesional desde el año 87 como terapeuta de Vidas pasadas y de nacimiento, enfocada en velar por las necesidades del alma del bebé como partera desde el año 92, quien ha sido de gran inspiración para mí con sus libros.
Mujeres cercanas a las que he acompañado y seguido su proceso de gestación y parto, es el de Yaiza, quien tengo el honor que haya escrito el prólogo del libro “Nacimiento en Libertad”, ella dio a luz a Gaia a su ritmo, acompañada por su pareja y asistida por su cuñada matrona de profesión. Ella inició el trabajo de parto en su hogar y cuando lo sintió se fue para el hospital porque le daba más seguridad y con la compañía y el respeto de sus seres queridos acompañó a Gaia a llegar a este mundo.
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