Lo mejor del cerdo: relatos entre lo grotesco y lo sublime

Lo mejor del cerdo: relatos entre lo grotesco y lo sublime

Has pasado por talleres de escritura con Luis Hernández y Enrique Páez, y has ido acumulando premios y publicaciones desde hace más de dos décadas. ¿Qué aprendizajes de aquellos talleres siguen presentes en tu forma de escribir hoy?
Bien, ahí tengo que decirte que antes de pisar un taller escribía sin mucho sentido, lo que salía. En un taller literario aprendes cosas como que hay algo que se llama narrador y a manejar diversas herramientas. Pero sobre todo que las musas no vienen por sí solas, tienes que usar ciertos trucos para seducirlas.

Lo mejor del cerdo se presenta como una continuación natural de La ciudad sin ti. ¿En qué notas tú la evolución más clara entre ambos libros?
La ciudad…era casi una recopilación, el fruto de toda una vida escribiendo de un modo muy intermitente. Lo mejor del cerdo es ya el producto de estos dos últimos años escribiendo a diario o casi, y tiende más hacia el underground, entendido no sólo como el típico triángulo de sexo, drogas y rock, sino como algo bizarro, extravagante… de alguna manera, el esperpento puesto al día.

Muchos relatos están habitados por personajes poco ejemplares, con vidas casi grotescas o patéticas. ¿Qué te atrae de contar historias desde esa mirada más “gamberra” y transgresora?
No es algo que me plantee de antemano. Vengo de donde vengo, y aunque no te lo creas, gran parte de la gente que me rodea es así. A veces, incluso, me basta con coger a alguien cercano y cambiarle el nombre. Un barrio, y en lo mío hay mucho barrio, no deja de ser un pueblo dentro de la ciudad, y lleva consigo su colección de monstruos.

Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo
Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo

En varios cuentos hay ironía, sarcasmo y un humor ácido que roza lo satírico. ¿Qué papel juega el humor en tu literatura? ¿Es una herramienta para suavizar lo duro o para acentuarlo?
Optaría por la primera opción, pero creo que en mi caso más que para suavizar algo duro o crudo, lo que se trata es de suavizar el mensaje de fondo. Hay una carga social, incluso política detrás, pero no te vas a dar ni cuenta al principio porque te va a pillar sonriendo. “Negacionismo”, desde el nombre se intuye… y detrás de “El masajista de señoras” está la crisis del 2008: yo no llegué a prostituirme como el protagonista, pero me faltó bien poco.

El relato que da título al libro es un homenaje a la literatura latinoamericana. ¿Qué autores o corrientes de esa tradición te han marcado más como lector y como escritor?
Pues fíjate, más que a algunos de los clásicos, que también, Gabo, Rulfo, Sábato… lo que más me interesa es la oleada de autoras, porque casi todas son mujeres, que llenan las estanterías de unos años a esta parte. Mónica Ojeda, Mariana Enríquez, Laura Puenzo, y por encima de todas la mexicana Fernanda Melchor, me encanta como deforma la violencia y la convierte casi en ritmo, en música incluso. ¡Ah, puedes meter en el saco a Pedro Mairal!

Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo
Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo

En La broma del tiempo recurres a la autoficción. ¿Qué encuentras en ese cruce entre vida real y ficción que no te da el relato “puro”?
Ya lo hice en un par de relatos del libro anterior. Tiro de la autoficción cuando quiero narrar algo en lo que estoy involucrado de alguna manera no sólo yo, sino también alguien de mi entorno… ponle mi pareja, mi padre, amigos… me sirve para rendirles un homenaje. O para saldar cuentas ya puestos, con alguno que otro.

Amor, muerte, guerra… también aparecen en tu libro. ¿Cómo consigues darles un giro fresco y actual para que no suenen a “lo de siempre”?
Es que es la fórmula que hay que buscar, porque al final los temas son siempre los mismos y acabas volviendo a ellos, no puedes hacer ficción sobre la reproducción de las avispas. Entonces tienes que conseguir darle un enfoque nuevo a lo de siempre. Se me ocurre nuestra guerra civil: un tema tan trillado y llega Cercas con sus Soldados de Salamina, o ahora mismo Uclés, con su conflicto en clave de realismo mágico… que se le podía haber ocurrido a cualquiera, pero se le ha ocurrido a él.

Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo
Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo

Has dirigido una sección de literatura y música pop en la radio. ¿Influye de algún modo tu experiencia radiofónica en el ritmo, la voz o la construcción de tus relatos?
¡Bueno, es que sigo en ello! Es una sección, Pista Dos, en El Tranvía, en Radio Villalba, que lleva más de veinte años en antena y que es un altavoz de la cultura, sobre todo la alternativa, en el entorno de la sierra del Guadarrama, tengo muchas amistades por allí. Y no, como influir no, pero sí es cierto que después de unos años de sequía por motivos que no vienen al caso, el redactar el guion de mi alocución me allanó el camino para retomar la escritura.

Decías que muchos de estos personajes son reconocibles, pero que nadie querría verse reflejado en ellos. ¿Qué reacción esperas del lector al encontrarse con estos espejos distorsionados?
Espero y ya cuento con ello, con que salgan corriendo. Ja, ja, ja… no, ahora en serio, si hay algo que me llena es, precisamente, provocar sensaciones físicas en el lector. Que se pongan tiernos con “De puntera también valen”, que se rían con “Negacionismo”, o por qué no, que se exciten con “El masajista de señoras”.

Paco Espinosa – Lo mejor del cerdo
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2 thoughts on “Lo mejor del cerdo: relatos entre lo grotesco y lo sublime

    1. Enorme Paco! Un libro recomendable y una entrevista esclarecedora. Hay que leerte y espero tener un próximo ejemplar, de nuevo cuño, muy pronto. Gracias por tu amistad y hasta pronto!

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