El arte de sanar el alma, palabra a palabra | Por Lourdes Justo Adán

El arte de sanar el alma, palabra a palabra | Por Lourdes Justo Adán

La escritura es el alambique 

donde se destila el dolor, 

y del que se extrae la fortaleza.

Existen cicatrices que muchos cincelaron en silencio, huellas que solo quienes hemos curado heridas similares reconocemos de un vistazo. Pero ¿qué sucede cuando la víctima empuña un bolígrafo y decide escribir su historia para combatir el dolor? Las mismas palabras que la amordazaron por años, de pronto, se convierten en una liberación.

El pasado es un espejo roto, fragmentos de ti mismo que debes ensamblar para reconstruirte. En ese vía crucis te vuelves a quebrar por completo, vencido por el peso de la aflicción. Te duele caminar descalzo sobre esquirlas que aún hieren, pero lo haces desde la resiliencia, la cual te permite resignificar tu historia, convirtiendo la tristeza en la luz que te arrebataron.

Cuestionar la narrativa interiorizada por el daño emocional constituye el primer paso hacia la paz interior. Durante este proceso, se arrancan todas las pieles necrosadas hasta dejar al descubierto la carne sana, aún vulnerable. En este viaje de introspección, la pluma representa un potente micrófono que da voz a esas lesiones invisibles, a las emociones difíciles de verbalizar, y a la vez, drena el llanto contenido, disipando con valentía la niebla del trauma.

Según mi experiencia, para iniciar este proceso de cicatrización, primero debemos mirar la herida de frente, y confrontarla. La palabra, con el poder mágico que tiene para dar forma a lo que duele, contribuye al alivio interno. En ese momento se traza un catártico puente entre el desconsuelo y la paz, un sendero florido de frases que liberan los sentimientos reprimidos y propician que el alma respire. 

Cada vocablo es un ladrillo más de nuestra nueva identidad, aquella que perdimos cuando nos convirtieron en pájaros sin alas. Ahora tomamos las riendas de nuestra vida, dejando atrás el silencio y haciendo las paces con el pasado. Y es que escribir no es una cura, pero sí la vía. No es el fin, es el proceso. No es la solución, es la herramienta. 

Mi travesía por los ríos de tinta devino en una profunda exploración de las complejidades de mi alma, un testimonio de autoconocimiento, un reflejo de mi evolución… Pero también supone un consuelo para la fragilidad de otros, para que no les falte un faro que los acompañe. 

Como autores de nuestra propia vida, seleccionamos los episodios que queremos transcribir, aquellos que narran nuestras luchas por romper la cadena que nos limita y por construir una trama repleta de nuevas oportunidades. Sabemos que el final no está escrito, sino que se escribe con cada paso que damos.

El sufrimiento es inevitable. No hay forma de huir de él. Siempre nos alcanza. En algún momento nos lo tropezaremos, nos atrapará y nos lastimará. Pero la escritura nos ofrece el remedio perfecto. Me recuerda al caso del Chechén, un árbol muy tóxico mexicano que crece imponente y silencioso casi fusionado con el árbol del Chacá, cuya savia nos ofrece el antídoto. Así, ambos coexisten en un mismo espacio, destinados a equilibrarse.

De igual forma, cada texto escrito es un Chacá para las heridas del alma. Sin embargo, hay que ir más allá de la sanación interior; no solo construimos nuestras propias vidas, también somos testigos de otras. De este modo, ese archivo vivo que trasciende el tiempo y el espacio te conecta tanto con quienes nos precedieron como con quienes vendrán. Construye vínculos entre generaciones, culturas y épocas, creando una malla invisible, voces que se entrelazan y se perpetúan, dando forma a una historia colectiva que nunca termina de contarse.

La escritura es un legado que dejamos, el eco del alma que vibra a través del tiempo, una piedra lanzada al agua que crea ondas que se expanden… Un testimonio de que hemos existido.

© 2025. Lourdes Justo Adán. Todos los derechos reservados. 

Especialista en Educación Infantil, en Educación Primaria y en Pedagogía Terapéutica. 

Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación.

Orientadora Escolar.

Docente.

Escritora. 

Columnista. 

Coach de víctimas de maltrato psicológico.

Bloguera: https://lourdesjustoadan.blogspot.com/

nubeluz174@gmail.com

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