Decía Eduardo Galeano que no estamos hechos de átomos sino de historias. Creo firmemente en esa afirmación porque cada uno de nosotros encierra un relato, el de su propia vida y sus circunstancias. Y cada átomo, cada historia es única y merece la pena ser contada. De ahí la importancia del arte, su poder radica en su capacidad de recrear ficciones, sensaciones, sensibilidades y pensamientos.
¿Para que sirve el arte? Para poder entendernos y narrarnos a nosotros mismos y al mundo. Pero, sobre todo y lo que es más valioso, para vivir mejor y rodearnos de belleza. Y por qué no, para entretener.
Nosotros, los creadores, escritores o artistas, cultivamos, no obstante, esa pasión por puro egoísmo. Para nosotros, el arte es refugio y terapia, es hogar y necesidad. Por suerte para todos, ya que una persona sin pasiones está abocada a una desidia absoluta. Por eso, creo que en la necesidad expresiva, creo en las canciones, en las obras de arte, en las películas y en los libros.
Para mí, un mundo sin historias sería inhabitable, y un mundo sin pasiones, inhumano. Porque hacer lo que nos gusta nos hace mejores personas y porque, como dijo Unamuno, la revolución pendiente es la de la bondad.
Amigos, creemos, vivamos, narremos y construyamos un planeta de bondad, armonía y convivencia. Pongamos el corazón en nuestras acciones y gritemos al viento nuestros anhelos.
Porque yo, como Fito Páez, vine a entregar mi corazón. Porque yo, como Silvio, te doy una canción y hago un poema.
¿Te gustaría conocer las apasionantes historias de escritores modestos, pero no por ello menos buenos?
Únete a nuestro canal de Telegram (es gratis) para ayudarnos a darles voz a esos escritores que necesitan un empujón. Sus vivencias e historias para publicar sus libros, su pelea para hacerse un hueco y su mensaje es igual o mejor que el de cualquier top ventas. Únete a nuestro canal para descubrirlos y apoyarles.