Entre acantilados, música y heridas que buscan hogar: la trilogía emocional de Mar Miranda
Hay historias que se escriben con mapas, y otras que nacen del temblor interior. La “Trilogía Entre Acantilados” de Mar Miranda pertenece a ambas: un viaje físico hacia la costa oeste de Irlanda y una travesía emocional hacia los rincones más frágiles del ser humano. A través de El café irlandés, Nuestras primeras veces y Una carta sin leer, la autora construye un refugio literario donde el viento, el mar y la música se mezclan con dudas, sueños y un tipo de amor que no irrumpe: madura.
En el primer libro, El café irlandés, Álex —o Alejandra— descubre que el derrumbe también puede ser una puerta. Despedida de un ascenso y de una relación, se lanza a Irlanda para huir… o tal vez para encontrarse. Mar Miranda dibuja a una protagonista suspendida entre lo que dejó atrás y lo que aún no entiende, y convierte los acantilados, la amistad y el amor en escenarios que funcionan como espejos. El viaje de Álex recuerda que la vida no es blanco o negro, y que a veces uno mismo es el único obstáculo para recuperar la autenticidad que se perdió sin darse cuenta.
En Nuestras primeras veces la voz cambia, pero el latido continúa. Áine, joven irlandesa carismática y soñadora, se cree satisfecha con su pequeña vida en Dingle… hasta que nuevos proyectos, nuevas responsabilidades y un anhelo antiguo —el amor— la obligan a mirarse de frente. Rodeada de amigos que encuentran pareja mientras ella se queda atrás, Áine experimenta ese vértigo tan humano de preguntarse si lo que siente por su mejor amigo podría ser algo más o si la vida guarda otros caminos para ella. La autora aborda con ternura y humor la búsqueda de identidad, la duda romántica y la presión emocional de sentirse “fuera de tempo”.
El cierre llega con Una carta sin leer, quizá la entrega más íntima y vulnerable. Maggie regresa a Dingle agotada, perdida, atrapada en un bucle emocional que la ahoga. Volver a casa puede ser una cura, pero también un recordatorio de todo lo pendiente. Allí la esperan sus amigos, su padre… y también Logan Kelly, un hombre del pasado con heridas propias y un secreto que aún pesa. La novela explora el juicio implacable hacia uno mismo, los amores que no se cerraron bien y la necesidad de enfrentar lo que duele para poder avanzar. Mar Miranda firma aquí una historia de caídas, reconciliaciones y cicatrices que, por fin, empiezan a respirar.
La trilogía completa comparte un mismo pulso: personajes que se buscan, que dudan, que aman y tropiezan. Irlanda no es un simple decorado; es un personaje más, un refugio y un desafío. Entre música, acantilados y emociones imperfectas, Mar Miranda firma tres historias que hablan de lo que todos intentamos hacer alguna vez: volver a nuestra propia verdad.
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