Una charla con Nice Vizoso Chao, autora de «El trébol de cuatro hojas».
- Tu novela, «El trébol de cuatro hojas», empieza con un encuentro fortuito en un congreso en Brescia. ¿Qué te inspiró para usar un evento como este como punto de partida para la historia?
Se me ocurrió que era buena idea que ellos sirviesen como introducción por ser los personajes que cohesionan toda la novela.
- La biología marina es un tema central en tu novela. ¿Qué te llevó a elegir esta disciplina científica como el eje de la historia de Andrea?
Me llevó un proyecto en el que trabajó mi padrastro, que es biólogo marino y principal responsable de la inspiración para relatar esta historia.
- Andrea, la protagonista, parece embarcarse en un viaje físico e introspectivo. ¿Cómo construiste el desarrollo de su personaje a lo largo de la novela y qué desafíos enfrentó en su búsqueda de respuestas?
La verdad es que la personalidad de la protagonista se ensambla con una serie de personajes que me vienen a la mente. En ella también hay algo de vivencia personal, pero sobre todo mucha inventiva en relación a planteamientos vitales a los que, de una manera u otra, todos nos tenemos que enfrentar.
- En la novela, se entrelazan temáticas como la biología, la música y las artes gráficas. ¿Cómo lograste combinar estos elementos en la trama y qué importancia tienen para el desarrollo de la historia?
Combinar la música y las artes gráficas no fue tanto reto, pues soy músico y me encanta también dibujar (de hecho el dibujo de la portada del libro es mío). La parte de la biología, sin embargo, se me hacía más compleja, por eso tuve que recurrir a profesionales del gremio y dejar que me asesorasen.
- Tu formación en música y dirección de orquesta es notable. ¿Cómo ha influido tu experiencia en el ámbito musical en tu escritura y en la creación de «El trébol de cuatro hojas”?
Bueno, la verdad es que me interesaba vincular ámbitos aparentemente distanciados pero que en realidad no lo están tanto. Parece que las ciencias y las artes difieren enormemente, cuando en realidad son elementos cuya combinación se vuelve tremendamente enriquecedora.
Por otra parte, estudié composición para medios audiovisuales y, en ese máster, nos hicieron ver muchas películas y realizar multitud de análisis de guiones. Comprender los puntos fundamentales que debe cumplir una historia para que resulte comprensible me ayudó mucho a estructurar temporalmente esta novela.
- La literatura ha sido una parte importante de tu expresión artística. ¿Cómo describirías tu proceso de transición de la música a la escritura y qué retos has enfrentado en esta nueva faceta de tu carrera?
En realidad siempre me he valido de la escritura como mejor forma de expresión. De adolescente tuve un profesor de literatura en el bachillerato que me instaba a escribir porque decía que lo hacía bien; fue en esa época que descubrí que tenía más facilidad para expresarme por escrito que de forma oral, hablo demasiado y la escritura me permite pasar por un filtro donde organizar las ideas.
- ¿Hay algún autor o libro en particular que haya influido en tu estilo de escritura o en el enfoque que has tomado con tu novela?
En realidad no hay un autor en particular, sino una multitud de géneros y autores. Me encanta leer y creo que de cualquier lectura se saca algo positivo. Me gustan particularmente las novelas distópicas, así como las sórdidas con un toque de humor. El humor me parece fundamental, hacer reír es más difícil que hacer llorar.
Que me vengan a la mente de forma inmediata están: 1984, que marcó para mí un antes y un después; Gabriel García Márquez, que siempre me ha fascinado por lo exquisito que es su lenguaje; Bukowski por ser tan explícito y alegórico en todo lo que relata; Eduardo Mendoza por hacerme reír y tener una de las mejores prosas que puede haber en nuestra lengua y, recientemente, Jacobo Bergareche, que me ha hecho reflexionar con la cercanía de sus novelas trasladándome a muchas situaciones que he sentido como mías.
- ¿Cómo te aseguraste de que los elementos científicos y artísticos en la novela se integraran de manera coherente y que no se sintieran forzados o desconectados?
Bueno, en realidad no tiene por qué estarlo. Linda y Matías son músicos profesionales y la protagonista tiene la música como pasatiempo. No se trata de algo inusual por lo que tendría que parecer que el argumento está forzado.
- La búsqueda de identidad y propósito vital es un tema central en la novela. ¿Qué mensaje o reflexión esperas que los lectores saquen de la historia de Andrea?
Pues me gustaría que la reflexión se dirigiese a sopesar los acontecimiento que la vida nos depara. No siempre son los deseados o idóneos, pero seguro que si están ahí es por algo. Sacar lo positivo de lo que nos sucede me parece la única opción vital que nos podemos permitir.
- Para finalizar, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo?
Ha sido fantástica desde el primer momento. Me han puesto todo muy fácil y han resolver de forma ágil y profesional todas las cuestiones surgidas en esta aventura.
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