Entrevistamos a Mirella González Barbacil, que nos cuenta todo sobre “Susurros de eternidad”.
Amigas” es tu obra ganadora del concurso Literario de Algeciras Fantastika 2020. ¿Cómo fue la experiencia de recibir ese reconocimiento y cómo influyó en tu decisión de dedicarte a la escritura de manera más profesional?
Pues lo recuerdo como algo muy emocionante, estaba en casa la noche de Reyes cuando se falló el premio, y tuve que leer varias veces mi nombre porque no daba crédito a lo que estaba viendo. Me había presentado a algunos concursos de relatos por mera satisfacción personal, pero nunca pensé que resultaría ganadora en uno.
Esto ocurrió en Enero de 2020, y fue el hecho que me decidió a escribir una novela, más como reto propio que pensando en una publicación real, pero poco a poco fue tomando forma y extensión, y vi que podía ser una obra con potencial para ser publicada, como efectivamente ha sido. Hoy en día no me dedico de manera profesional a escribir, sigo haciéndolo por placer, pero si esta novela me diese la oportunidad de ir más allá en esta carrera, no dudaría en lanzarme a ello.
La sinopsis de tu novela presenta a Alastor, un ángel caído, y Astartea, Ángel del Infierno. ¿Qué inspiró la creación de estos personajes y la trama de la historia?
Hace ya muchos años que Alastor y yo nos conocemos, apareció un día en mi cabeza, y ya no pude dejar de pensar en él. Primero escribí el primer capítulo en una tarde de inspiración, y ahí lo dejé olvidado años, pero Alastor seguía pidiendo su historia, exigía su derecho de protagonismo, seguía en mi cabeza pidiendo resolución, así que me puse manos a la obra. Alastor es un ser complejo, inconformista, atormentado tal vez antes de abandonar su entorno, donde quizá nunca encontró su lugar, yo quería crear un personaje muy activo, lleno de conflictos internos, capaz de lo mejor y de lo peor, con dotes celestiales,y a la vez muy dominado por sentimientos humanos, sin ser él mismo consciente de ello, y quería ponerlo en medio de un gran problema, de una elección vital para él. Astartea llegó mucho después, en mi cabeza ella solo era un accesorio en la trama, pero se ve que ella tenía otros planes, y se convirtió en coprotagonista, cogió una fuerza y una personalidad propias, tanto que la historia acaba girando también en torno a ella.
Alastor, el protagonista, abandona Ciudad de Plata por amor a una mortal. ¿Cómo abordas temas como el amor y la inmortalidad en tu obra, y qué mensaje esperas transmitir a los lectores?
Bueno, el amor…para mí es un sentimiento complejo, pero en el caso de la novela hay varios tipos de amor, y sobre todo quizá el mensaje sea precisamente ese, que estamos muy acostumbrados al amor romántico y único, y el amor puede ser algo dinámico, que puede cambiar a través del tiempo, que se puede transformar, y que nunca debe ser dado por hecho. Todos los personajes lidian de alguna manera con este sentimiento, y en todos hay un desarrollo, unas vivencias, una manera de hacer las paces con este sentimiento tan loco que es el amor.
La inmortalidad es vital para la trama de la novela, porque gracias a esta cualidad de los protagonistas, no solo se consigue el movimiento a través de grandes periodos de tiempo, sino que me ha permitido desarrollar dos perfiles muy marcados, que van madurando a través de la historia, convirtiéndose la inmortalidad en factor esencial para resolución de conflictos y crecimiento de los protagonistas.
Tienes una conexión especial con varias ciudades de España: Algeciras, Granada y Córdoba. ¿De qué manera influyen estos lugares en tus historias y en la creación de ambientes en tus novelas?
La tengo, y me siento muy muy afortunada de haber pivotado entre estas tres ciudades tan importantes.
Algeciras es mi ciudad natal, mi cuna por excelencia, única por su localización y lo que ofrece. Mezcla de culturas y paisajes, pero el mar, el lugar donde Atlántico y Mediterráneo se unen, las columnas de Hércules…el mar es esencial para mí, y de hecho (sin hacer spolier), Alastor está muy vinculado a él.
Granada, tierra soñada por mí, donde cursé mis estudios de Biología. Es allí donde comenzaron mis pinitos en escritura, especialmente estilo fantástico, mis amigos y yo estábamos muy influenciados en aquella época por Tolkien y su archifamoso Señor de los Anillos.
Córdoba, mi hogar, lugar de inspiración para crear escenarios en los que no he estado físicamente, pero su judería, su Mezquita, su campiña, son emplazamientos que sin ninguna duda me han ayudado a recrear lugares tan lejanos como por ejemplo, callejuelas de ciudades egipcias.
La historia de Alastor y Astartea se desarrolla en diferentes lugares, desde Egipto hasta otros continentes. ¿Cómo fue el proceso de investigación para ambientar tu novela en estos escenarios y culturas variadas?
Mentiría si dijera que ha sido fácil, no lo ha sido. La investigación de cada lugar ha sido un reto en sí mismo, yo quería que cada localización fuese lo más real posible, quería descripciones precisas sin llegar a perderme en los detalles, sin correr el riesgo de aburrir al lector, pero siempre queriendo envolverlo en el ambiente de la trama. En cada una de ellas invertí gran parte del tiempo que se ha llevado escribir esta novela, y rellené los huecos que no podía llenar con realidad tirando de imaginación (y de hacer memoria de algún que otro viaje). He de decir que gracias a internet y a los muchos documentales (fantásticos por cierto) que hay en muchas plataformas, he dado forma a cada lugar lo mejor que he sabido y que espero haya sido acertado en cada caso.
Hablas de Alastor como un ángel caído convertido en mercenario. ¿Cómo exploras la dualidad entre la maldición que lleva y sus decisiones morales a lo largo de la narrativa?
Como he dicho anteriormente Alastor es un personaje complejo, siempre dividido entre lealtades, entre sus deseos y su deber. Él sabe la gravedad que supone su abandono al Ser que lo creó, a su morada, sus hermanos, pero esa parte humana que lo arrastra a lo largo de toda la trama es la que lo empuja a tomar esas decisiones, empezando por abandonar su hogar, porque una parte de sí mismo cree firmemente en que será perdonado en el momento en el que muestre arrepentimiento. Es ahí donde descubre que la redención no es posible, que su pecado es capital, y es ahí donde comienza su lucha contra todo lo que ha conocido, donde empieza su sed de destrucción, Alastor tiene la eternidad para perpetrar la venganza y justificar todas sus acciones posteriores, así como sus decisiones, pero ah….ahí es donde nuestra Astartea juega un papel primordial en esta historia. Estoy convencida de que Alastor (al igual que yo) ha nacido bajo la estrella de Géminis, duales por naturaleza.
En tu biografía, mencionas que desde niña desarrollaste una pasión por la lectura y los libros. ¿Puedes compartir alguna obra o autor que haya sido especialmente influyente en tu desarrollo como escritora?
Muy cierto, y es algo que debo agradecer a mis padres, que siempre fomentaron el amor a los libros en casa, de todo tipo además, confieso que soy de gustos eclépticos en lo que a la lectura se refiere.
Podría compartir una larguísima lista de autor@s, pero voy a intentar mencionar solo a los que creo que me han llegado más hondo y las obras que más me impactaron:
Ken Follet, el último libro que he leído de él (NEVER, tengo la costumbre de leer en inglés siempre que puedo) me impactó muchísimo porque trata un tema inquietantemente real, JRR Tolkien (no necesita presentación), Isabel Allende (La Casa de los Espíritus), Marian keyes (amo absolutamente todos sus libros), Katherine Neville (muchos, pero El ocho me marcó), Stephen King (¡todos!), Pérez-Reverte (La Tabla de Flandes, Alatriste,…) Antonio Gala (El Manuscrito Carmesí me sacó lágrimas), Gabriel García Márquez (Cien años de Soledad es una obra maestra), Ana María Matute (Olvidado Rey Gudú lo disfruté enormemente), Salman Rushdie (Los versos Satánicos, habla por sí sola), Lovecraf, Alan Poe…
“Susurros de Eternidad” aborda la búsqueda de un amuleto con el poder de devolver la vida. ¿Cómo decidiste incorporar elementos de fantasía a tu historia y qué desafíos encontraste al hacerlo?
En realidad siempre fue concebida como una historia de fantasía desde el inicio, desde el punto en el que los protagonistas son ángeles. Para ser sincera, desde mi punto de vista, me ha resultado tarea fácil lidiar con la fantasía, ya que da muchísimo juego a la hora de argumentar y tramar, no necesitas someterte a la “realidad” y encajar ideas que fuera de la fantasía no serían viables. Con la fantasía dispones de un lienzo en blanco totalmente flexible.
Si decido escribir una nueva novela, sin duda, será de fantasía, todos los elementos del género, así como la variedad de personajes existentes me resultan muy atractivos.
La sinopsis menciona que existen terribles secretos que amenazan constantemente el objetivo de Alastor. ¿Cómo manejas la construcción del suspense y los giros en la trama para mantener a los lectores intrigados?
Oh, pero eso es lo más divertido de escribir un libro así! En tu cabeza tú tienes toda la trama, pero el lector solo la va descubriendo a medida que avanza en la lectura. He disfrutado mucho construyendo el suspense y ocultando información para revelarla en momentos clave, jugar con el factor sorpresa es llave para sorprender al lector, y un lector intrigado, es un lector interesado en leer y descubrir más. Siempre he disfrutado mucho de aquellos libros, películas y series que tienen giros de trama y te dejan con la boca abierta.
Para finalizar, ¿puedes compartir tu experiencia al publicar con la editorial Círculo Rojo? ¿Cómo ha sido trabajar con ellos en la realización de tu visión para “Susurros de Eternidad”?
No podría estar más contenta con la experiencia, son un equipo maravilloso, atento, amable, profesional y eficiente al máximo. Me han tratado genial, y han atendido a todas mis dudas casi en tiempo real. Les doy la enhorabuena porque trabajan “de dulce”. Encantadísima con ellos. Si en el futuro tuviera que publicar de nuevo lo haría con ellos sin dudarlo.
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