El libro que desnuda nuestros falsos dioses: “El ocaso de los dioses” y las verdades que nadie quiere mirar
¿Qué te impulsó a escribir El ocaso de los dioses?
Sentí la necesidad de cuestionar aquello que hoy damos por sagrado. Nuestras sociedades no adoran ya a Zeus o a Odín, pero sí rinden culto al éxito, a la productividad, a la imagen perfecta, al consumo… Quise exponer esos nuevos dioses que gobiernan silenciosamente nuestras vidas y preguntarme qué sucede cuando empiezan a desmoronarse.
Los quince relatos muestran realidades incómodas. ¿Buscabas provocar en el lector una confrontación directa con estos temas?
Sí, pero no de forma gratuita. Creo que la literatura debe incomodar cuando es necesario, porque la incomodidad es una puerta a la conciencia. Cada relato expone una grieta, una mentira que sostenemos por costumbre, un dolor que callamos. Quería que el lector sintiera ese crujido interno cuando un mito personal o social se derrumba.
En tu lenguaje hay humor negro y una crítica social evidente. ¿Cómo equilibras estas dos dimensiones?
Para mí el humor negro es una herramienta poderosísima para hablar de lo que duele. Permite nombrar lo trágico sin solemnidad, sin caer en el dramatismo vacío. La crítica social en mis textos no funciona como sermón, sino como un espejo deformado: exagero, retuerzo, juego… y en ese juego aflora la verdad.
Muchos personajes parecen atrapados en imperativos que funcionan como cárceles. ¿De dónde nace esta visión?
De observar cómo vivimos. Nos movemos en estructuras que prometen libertad pero imponen normas invisibles: cómo deberíamos ser, sentir, trabajar, relacionarnos. Mis personajes están atrapados en esas exigencias, en roles que ya no les sirven, en mentiras que les sostienen y les destruyen al mismo tiempo. Escribir sobre ello fue una manera de liberar un poco esas tensiones.
En el libro late el vacío, la soledad, la otredad… ¿Son inevitables en la experiencia humana contemporánea?
Creo que lo son, en cierto modo. Vivimos rodeados de estímulos, hiperconectados, pero emocionalmente aislados. La sensación de otredad —de ser distinto, extraño, fuera de la norma— aumenta en un sistema que promete integración pero castiga cualquier desviación. Mis relatos ponen voz a ese silencio incómodo.
En varios textos destapas violencias ocultas bajo vidas aparentemente perfectas. ¿Por qué era importante mostrar esa doble cara?
Porque la perfección es una máscara peligrosa. Detrás de muchas vidas aparentemente admirables hay abusos, manipulaciones, ansiedades, deseos reprimidos y luchas de poder. La sociedad occidental está obsesionada con la apariencia, y eso genera discursos huecos que esconden realidades dolorosas. Quise levantar esas alfombras, aunque el polvo molestara.
Tu prosa transita entre lo real y lo ficticio. ¿Cómo construyes ese equilibrio?
Me gusta hundir los pies en la realidad y la cabeza en la ficción. Lo real me da anclaje, lo ficticio me da libertad. Trabajo con imágenes que reconocemos, pero las deformo, las pongo bajo una luz distinta. Ese contraste crea una atmósfera donde lo cotidiano adquiere un matiz inquietante.
¿Qué papel juega la audacia en tu escritura?
Un papel fundamental. No quiero escribir desde el miedo ni desde el pudor. Mis relatos se atreven a tocar temas espinosos, porque creo que la literatura debe ser un espacio de riesgo. El lector lo nota: cuando el texto no teme, invita a reflexionar sin defensas.
¿Qué esperas que ocurra en el lector después de leer El ocaso de los dioses?
Que se pregunte cuáles son sus propios dioses. Qué estructuras sigue venerando sin cuestionar. Qué máscaras lleva puestas. Si el libro consigue abrir una pequeña fisura en una creencia o en un hábito, entonces habrá cumplido su propósito.
Si tuvieras que definir la obra en una sola frase, ¿cuál sería?
Diría que es un espejo que refleja las sombras de nuestra época, pero también el valor de mirarlas de frente.

Comprar «Beatriz Dávila Reyes – El ocaso de los dioses»: https://www.casadellibro.com/libro-el-ocaso-de-los-dioses/9788410974340/16928663?srsltid=AfmBOorUNDT9cz8Yu5IYKKICtjitLg_noMMgkGQGXpULgVQZBzGCaoYo