Una charla con el autor de «El tercer salto», obra publicada con Círculo Rojo.

«El tercer salto» es tu primera novela de ficción. ¿Cómo ha sido la transición de escribir publicaciones científicas y canciones a escribir narrativa de ciencia ficción?
De la redacción de publicaciones científicas a la novela hay poca transición, porque son estilos completamente distintos. Pero sí hay una relación. En la novela he podido hacer explicaciones científicas libres, que están bien documentadas, pero juegan en el terreno de la especulación. La publicación científica e indexada es muy esclava de la cita, la referencia, el formato… Casi dedicamos más tiempo a esos aspectos que al contenido. Aquí he podido centrarme en el contenido y en lo que quería transmitir.
Con respecto a escribir canciones, me ha ayudado mucho tener esa experiencia para saber que, para escribir, tienes que tener algo que decir. Puedes tener una música años, pero la letra no sale hasta que tienes algo que contar. Con la novela es igual. Si te vas a sentar a escribir, tienes que ir ya con el deseo de contar algo. Y digo deseo, no idea. Si no, no funciona.
La ciencia ficción y el misterio juegan un papel clave en tu novela. ¿Cómo influenciaron autores como Isaac Asimov, Stephen King y Agatha Christie en la creación de esta historia?
Algunas de las novelas de Isaac Asimov más populares mezclan ciencia ficción y suspense, sobre todo las protagonizadas por Elijah Baley. El espíritu de inicio de El tercer salto es el mismo. Pero poco a poco, según avanza la trama, el libro va siendo más un whodunit propio de Agatha Christie. Esto no fue planificado, sino que fue surgiendo así según empecé a escribir.
De Stephen King creo que la principal influencia es el estilo directo. Pero en este caso no es un homenaje, ni a propósito. Es el escritor del que más páginas he leído y es normal que al contar yo una historia reproduzca esas formas.
El personaje principal, Leda, enfrenta una situación de alta tensión, siendo acusada de un crimen en un viaje a Marte. ¿Qué te inspiró a desarrollar este tipo de trama?
El libro nace de un viaje con alumnos a Bélgica. Como profesor suyo, les puse una práctica que consistía en grabar todo lo que pudieran que fuera una imagen interesante y, a la vuelta, construir un guion con las imágenes grabadas. Es decir, a la inversa de lo habitual, para fomentar su creatividad: crear la historia con el recurso audiovisual.
Una visita del grupo fue al Atomium de Bruselas. Allí grabé bastante porque me fascina la estética de los años 50 relacionada con la ciencia, pero también para ponerles un ejemplo. Al revisar mis vídeos, había uno donde parecía que salíamos de un viaje en el espacio. Empecé a improvisar una voz en off y surgió la idea de llegar a Marte en una nave donde se ha producido un crimen. Poco a poco me di cuenta de que la idea no era para un cortometraje, sino para un largometraje. Pero como para mí es imposible plantearme hacer una película, decidí escribir una novela.
A través de la ciencia ficción, se suele reflexionar sobre el papel del ser humano en el universo. ¿Qué mensaje intentas transmitir sobre nuestra relación con lo desconocido en «El tercer salto»?
La idea fundamental es que el ser humano progresa exponencialmente en tecnología, pero muy lentamente en conocimiento. Siempre pongo el mismo ejemplo, pero creo que es el que refleja con claridad lo que quiero decir: “Si pudiéramos viajar al pasado y contar a los pensadores de la Ilustración todo lo que hemos logrado con la ciencia, seguramente nos preguntarían cómo hemos erradicado el hambre o las enfermedades. Pero la realidad es que, aunque podríamos, no hemos logrado esas metas. Seguimos siendo egoístas, temerosos y violentos”.
En este libro, el lector es ese asombrado ilustrado al que le muestro un mundo donde la tecnología permite viajes a Marte, pero los humanos seguimos comportándonos como simios territoriales en el espacio.
Marte y los viajes espaciales son temas recurrentes en la ciencia ficción. ¿Cómo investigaste y construiste el mundo de «El tercer salto»?
Para los aspectos técnicos me documenté mucho, lo cual no me costó porque estaba verdaderamente interesado en los temas de viajes espaciales, proyectos para ir a Marte, etc. Para el marco sociopolítico que describo en el libro, apliqué la imaginación sociológica que empleo en mi carrera profesional desde hace 20 años: ¿cómo sería una sociedad que cumpliera con las condiciones de posibilidad de viajar a Marte en un futuro cercano? ¿Y cuáles serían las fuentes de conflicto más probables en su estructura? El libro no plantea estas preguntas, pero sí describe un escenario que se ha construido desde ellas.

Como sociólogo, ¿cómo crees que tu formación académica influyó en la construcción de los personajes y los temas de la novela?
En los personajes, poco. Ahí me he dejado influir directamente por mis escritores y libros de referencia. En el tema, mucho (como decía en la respuesta a la pregunta anterior).
El crimen es un elemento central en la historia. ¿Por qué decidiste incorporar el género de misterio en una trama de ciencia ficción?
Es un homenaje a los libros de Asimov con el personaje Elijah Baley: Cúpulas de acero, El sol desnudo y Los robots del amanecer. No son mis libros favoritos de Asimov, pero los valoro mucho precisamente porque son esta mezcla de ciencia ficción con la novela de detectives, que no es habitual en ciencia ficción.
Después de haber escrito decenas de canciones, ¿crees que hay similitudes entre componer música y escribir una novela? ¿Qué elementos creativos comparten estos dos mundos?
Mucha similitud. Una canción se compone para que se escuche y una novela se escribe para que se lea. En ambos casos estás creando algo para los demás. Pero ojo: no para gustarle a los demás. Eso es el marketing o los productos musicales o editoriales comerciales, que tienen su espacio y también están muy bien.
En mi caso, es escribir canciones o libros para abrir tus pensamientos y sentimientos a los demás. Ambas surgen de la necesidad de expresarse y de compartir unas ideas. El proceso es el mismo, con la diferencia fundamental de que la canción es un trabajo mucho más breve, aunque con más posibilidades, pues la música permite expresar muchas cosas donde no llegan las palabras.
Has publicado numerosos trabajos científicos. ¿Cómo fue el proceso de escritura de ficción en comparación con tus publicaciones académicas? ¿Qué diferencias y desafíos encontraste?
Como decía en la primera respuesta, la publicación científica está muy pautada y tiene unas normas muy estrictas. Además, no surge de la creatividad pura, sino del resultado de aplicar un método. La publicación científica es como hacer un dibujo lo más realista posible, y escribir una novela es puro trazo libre de colores.
Para finalizar, ¿qué tal ha sido la experiencia publicando con la editorial Círculo Rojo?
Lo que más temía al buscar editorial era encontrarme con alguna mala experiencia, muy habituales cuando empiezas a buscar opiniones para tu primera publicación. Con Círculo Rojo todo fue claro y serio desde el primer día. Siempre tienes una persona que te acompaña en todo el proceso. Esto es fundamental. Estoy escribiendo la segunda parte del libro (el proyecto es una trilogía) y la mejor opinión que puedo dar de ellos es que, si ellos quieren, tengo claro que saldrá en Círculo Rojo.
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